Recomiendo:
0

Ante la ofensiva neoliberal del PSOE

Fuentes: En lucha / En lluita

Parece que entramos en una nueva fase de la crisis, con la nueva ofensiva neoliberal del gobierno de ZP. Con el objetivo de controlar el gasto público y reducir la deuda estatal, se barajan medidas como el llamado ‘Plan de Ajuste’ (recorte del gasto público de 50.000 millones de euros en los próximos 3 años) […]

Parece que entramos en una nueva fase de la crisis, con la nueva ofensiva neoliberal del gobierno de ZP. Con el objetivo de controlar el gasto público y reducir la deuda estatal, se barajan medidas como el llamado ‘Plan de Ajuste’ (recorte del gasto público de 50.000 millones de euros en los próximos 3 años) y el aumento de la edad de jubilación a los 67 años. En definitiva: nuevos ataques a la clase trabajadora, que no harán otra cosa que empeorar aún más las consecuencias sociales de la crisis. Por lo pronto, el gobierno ha recortado el gasto público en 5.000 millones de euros, que se suman a los 8.000 millones de reducción del gasto aprobados hace tan sólo un mes en los Presupuestos Generales del 2010.

En menos de un mes, el ingenuo optimismo de ZP proclamando que la economía del Estado español recuperaría pronto la senda del crecimiento ha dado paso a un estado de alarma. El giro de timón del PSOE muestra la improvisación y las contradicciones de un gobierno que no duda en priorizar la contención del déficit público ante la lucha contra el desempleo, con tal de cumplir con las exigencias de la Unión Europea.

La reforma del sistema de pensiones se justifica diciendo que las pensiones públicas están en peligro grave de quebrar en el futuro y que mantenerlas supone actuar hoy. Pero la inviabilidad del sistema de pensiones es una falacia; es un problema creado artificialmente, aprovechando el argumento de la presión demográfica. Se obvia que hay muchas otras soluciones al mismo, además de retrasar la edad de jubilación y aumentar los años de cómputo para las pensiones.

La inusitada prisa por plantear en este momento estas políticas se explica por las presiones internacionales; el profundo temor de la sociedad frente a la situación actual del empleo, la actividad económica y el crédito; y las escasas y débiles protestas de la clase trabajadora que están apareciendo hasta la fecha. Si parece que las clases populares lo aguantan todo -hace muy poco ZP agradecía a los trabajadores su «sentido de la responsabilidad» frente a la crisis-, ¿por qué no probar a instaurar políticas duras y muy poco populares? Además, pueden servir de globo sonda para ver hasta dónde se podrá llegar con la reforma laboral.

No podemos quedarnos de brazos cruzados ante la ofensiva del PSOE. Mientras ZP cultiva la simpatía de algunos de sus mayores detractores (la patronal, el Banco de España, los organismos internacionales…) a costa de los y las trabajadoras, es hora de ir sumando fuerzas a la izquierda del PSOE para que sea nuestro discurso el que escuche esa gente desencantada con el «talante» de ZP, y no el del PP. Debemos exigir que se apliquen políticas para la protección y creación de empleo, incluyendo la prohibición por ley de los despidos; una reforma fiscal que grave más a los ricos y a los beneficios empresariales; protección y aumento de las pensiones según criterios de clase; adelanto de la edad de jubilación de forma voluntaria; retraso de la edad de jubilación sólo para las rentas más altas; aumento del gasto público para incrementar la incorporación de la mujer al mercado laboral y para incentivar la natalidad entre la clase trabajadora; y regularización sin condiciones para todos y todas las inmigrantes.

Fuente: http://www.enlucha.org/?q=node/1908