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Txelui Moreno, integrante de la Izquierda Abertzale, habla del proceso abierto para la solución del conflicto vasco

«La sociedad va a comprobar cuál es la determinación de la izquierda abertzale»

Fuentes: Diagonal

La apuesta va en serio: la izquierda abertzale busca reorganizarse y ha sostenido reuniones con más de 7.500 militantes. El objetivo es poner fin a la lucha armada para crear un nuevo marco democrático. Tres meses después de que la izquierda abertzale ilegalizada (IA) hiciera público el documento Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie), […]

La apuesta va en serio: la izquierda abertzale busca reorganizarse y ha sostenido reuniones con más de 7.500 militantes. El objetivo es poner fin a la lucha armada para crear un nuevo marco democrático.

Tres meses después de que la izquierda abertzale ilegalizada (IA) hiciera público el documento Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie), las reacciones políticas y sociales en Euskadi siguen produciéndose en un escenario que muchos consideran el principio del camino hacia el fin de la violencia. Txelui Moreno, miembro de la IA, reflexiona para DIAGONAL sobre la acogida del texto y la importancia del proceso abierto.

En Zutik Euskal Herria, la IA exponía las conclusiones de su debate interno y se comprometía con un proceso democrático basado en los principios Mitchell de no violencia. Para Txelui Moreno, éste «no ha sido un debate más, ha sido ‘el’ debate. Y no ha sido sobre coyuntura o táctica sino de estrategia para conseguir un marco democrático donde todos los proyectos políticos no sólo puedan defenderse sino materializarse si cuentan con el respaldo de la ciudadanía». Mediadores internacionales como Brian Currin destacan la unilateralidad de la declaración abertzale. «No hay punto de retroceso», explica Moreno, «se puede ralentizar o ir a mayor o menor velocidad, dependiendo de la activación social principalmente, pero entendemos que el proceso no puede volver atrás ni pararse; y para desbloquear momentos difíciles estarán los acuerdos bilaterales y multilaterales con agentes del país e internacionales».

Otro de los puntos importantes del documento, y que sus críticos apuntan como motivación principal de la IA al suscribirlo, se refiere a la necesidad de que ésta pueda ser legal. «La IA tiene la voluntad de estar presente en las próximas elecciones, pero no está en nuestra mano el ser legales o no. Ese test de democracia básica lo tiene que pasar el Gobierno». De momento, ya han comenzado los contactos con otras fuerzas: «Se está trabajando en las cuatro cuestiones planteadas: reorganización de la IA, articulación del espacio independentista, iniciativa por los derechos civiles y políticos y alianza estratégica», explica Moreno.

Después de varios intentos de resolución y declaraciones anteriores, Moreno comprende que parte de la sociedad vasca y, en mayor medida, del resto del Estado español, sea escéptica ante la declaración abertzale: «Es entendible, por ello desde el principio, y para darle más credibilidad, decidimos que la decisión tenía que ser unilateral, tomada por las bases de la IA en asambleas y no dejándonos condicionar por nada ni por nadie. Las conclusiones son fruto del debate político mantenido por la militancia de la IA. Más de 7.500 personas han participado en el debate burlando la persecución y por internet se han descargado más de 250.000 documentos. La única forma de combatir el escepticismo es trabajar, trabajar y trabajar; y con nuestra práctica, la sociedad va a ver cuál es la verdadera determinación de la IA. No hay otra receta».

¿Consecuencias de Zutik?

Al día siguiente de realizar esta entrevista, se conoció el contenido de una carta firmada por varios presos de ETA apartados de la organización en la que destacaban «la necesidad de poner fin a la lucha armada y de avanzar por vías exclusivamente pacíficas y democráticas», y planteaban «el tema de las víctimas y el reconocimiento-reparación de los daños causados […] como un acto de reconocimiento a las consecuencias del conflicto». Un día después, el diario El Mundo publicaba una información en la que sostenía que ETA mantenía abierto «un cauce de comunicación establecido […] con el presidente del PSE, Jesús Eguiguren», que en una entrevista el pasado mes de febrero dio credibilidad al debate interno abertzale. Dos noticias más en un nuevo escenario político o, quizás, dos pequeños pasos más en el principio del camino.

La resolución del último conflicto armado de la UE

Zutik Euskal Herria fue saludado en Europa por una veintena de líderes internacionales, entre ellos cuatro premios Nobel de la Paz (Frederik Willem de Klerk, Desmond Tutu, John Hume y Betty Williams más la Fundación Mandela), con la firma de la Declaración de Bruselas.

En ella, además, se pide un alto el fuego a ETA y una respuesta positiva a éste por parte del Gobierno español para avanzar hacia la paz. En este sentido, Txelui Moreno considera que «mientras el Gobierno ha continuado con la represión, detenciones, incomunicación, prohibiciones y humillaciones a los familiares de presos y presas, ETA ha hecho públicos varios comunicados en donde apoya el proceso democrático».

El Friendship, un grupo de eurodiputados creado en 2006 para promover un proceso de paz en Euskadi, también hizo un llamamiento al ejecutivo español en febrero: «Pedimos que actúe con responsabilidad para involucrarse en un proceso de paz democrático y anime a las instituciones europeas a promover la resolución pacífica del último conflicto armado de la Unión Europea». El grupo, en el que, por cierto, se encuentra un eurodiputado del Partido Popular Europeo, destacó además que «en Euskadi se están dando pasos muy importantes para alcanzar un escenario de paz».

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-sociedad-va-a-comprobar-cual-es,11090.html