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Soflama ANTICAPITALISTA a favor de la Huelga General en Euskalherria del 29 de junio

Fuentes: Rebelión

1. El capitalismo es un sistema injusto, porque para poder sobrevivir los trabajadores se ven obligados a vender -disfrazado de contrato- su capacidad de trabajo a los propietarios del capital. Es doblemente explotador porque socava al mismo tiempo los dos recursos de los que nace toda la riqueza: la tierra y la clase trabajadora. La […]

1. El capitalismo es un sistema injusto, porque para poder sobrevivir los trabajadores se ven obligados a vender -disfrazado de contrato- su capacidad de trabajo a los propietarios del capital. Es doblemente explotador porque socava al mismo tiempo los dos recursos de los que nace toda la riqueza: la tierra y la clase trabajadora.

La corrupción, alineación, explotación y alteración del ecosistema, componentes consustanciales al capitalismo, se agudizan en épocas de crisis, y sus terroríficos efectos se descargan sobre las espaldas de los trabajadores y muy notablemente sobre el Tercer Mundo. Y los gobiernos que consideran normal que época de bonanza las ganancias tengan un destino privado, en época de perdidas hacen lo posible para que estas sean socializadas por el conjunto de la sociedad, a la vez que la degradación medioambiental pasa a ser objeto de segunda importancia. En esa triple verdad se resume lo que han hecho los gobiernos desde que entramos en crisis.

Una crisis, que a pesar de sus altibajos durará tiempo, y caso de resolverse, se dará en una dirección que dependerá del test de fuerzas que ya se esta dando a lo largo y ancho del planeta.

De hecho los gobiernos e instituciones del capital, trabajan en ese sentido. Durante la primera fase de la crisis, se centraron los planes de rescate del mundo financiero y empresarial, según la máxima anteriormente descrita, y ahora están pasando a la segunda fase: atacando directamente al nivel de vida de los trabajadores, desmantelando lo que queda del llamado Estado de Bienestar. Y sobre todo, desmoralizando a la población.

3. En Europa, han empezado por Grecia, pero le seguimos el resto. El llamado Plan Zapatero y sus nueve medidas anticrisis, son sin duda, la mayor y más resuelta ofensiva contra los derechos sociales y económicos de las clases trabajadoras que se registra en el Estado Español desde el final del franquismo.

La convocatoria de huelga general del 29 por parte de la llamada mayoría sindical vasca, al cual se ha sumado CCOO, es una buena noticia. Y esperemos que en Septiembre, todos a una, la huelga se extienda a toda Europa.

Esta medida de extrema necesidad, esta siendo objeto de duras críticas incluso de parte de comentaristas con fama de progres (y por eso son mas peligrosas que la de la patronal) quienes nos vienen a decir que las huelgas no hacen más que empeorar la situación, siendo el voto el único instrumento valido y viable.

Pero, las llamadas Revoluciones de Palacio (caso de que se den, y desde luego por estos pagos lo que viene, vía elecciones, es mas reacción, ósea PP) sin presión social en las calles y fábricas, duran menos que un paquete de golosinas a la puerta de una escuela de primaria. Obama es un claro ejemplo.

La sistemática frustración que nos produce las incumplidas promesas electorales, de los Obama, Papapendreu, Zapatero, etc, no es por casualidad. Tiene que ver con los límites de la acción política institucional dentro del sistema capitalista, y en última instancia, con la correlación de fuerzas entre las clases sociales. Si los únicos que presionan son las clases dirigentes (con una capacidad de chantajeo y extorsión que no podemos ni imaginarnos), mientras que las clases obreras y populares, se anulan por desesperanza o falta de confianza en sus fuerzas; los políticos, ya de por si inclinados a satisfacer al capital, se inclinaran mucho mas hacia la derecha. Solo si se les mete miedo en el cuerpo, mediante la agitación social, variaran de posición.

A diferencia de las derechas y burguesías cuyo verdadero poder es obtenido por su estatus de clase y por el lugar que ocupan en la economía capitalista -sea financiera o productiva-, y a cuyo servicio ponen el poder institucional que ocupan, las izquierdas sociales y políticas no pueden olvidar que el suyo lo obtienen, en última instancia, por su capacidad de agitar y movilizar la calle y, sobre todo, de su capacidad para estructurar y organizar las reivindicaciones de todas y cada una de las partes de la sociedad perjudicadas por las crisis capitalistas y las leyes y costumbres reaccionarias.

Para todo eso sirve una Huelga General, siempre y cuanto no sea entendida como un acto aislado, que una vez terminado, se vuelve a los cuarteles de invierno.

4. La política en opinión de los clásicos es «economía concentrada». Esto es, resultado de evolución de la lucha de clases. Quienes quieran ilustrarse al respecto que lean el libro el «Capitalismo de Shoc de Naomi Kleim». Comprobara como se implanto la contrarrevolución liberal de los 70-80, bien por medios dictatoriales y golpes de Estado, bien, mediante gobiernos de la derecha neoconservadora personificada en su tiempo por Reagan y la Thacher, bien aprovechándose de efectos de todo tipo de catástrofes. Así fue en el pasado y así esta siendo en el presente.

Joxe Iriarte, Bikila. Gorripidea ildoa, Zutik

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.