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En memoria al militante del pacifista e internacionalista

Ken Coates (1930-2010)

Fuentes: The Guardian

 Ken Koates (1930-2010), militante británico del pacifismo, fue un socialista internacionalista. Dejó un gran recuerdo en nuestro país, junto al historiador Edward P. Thompson (1924-1993), también de la Fundación Bertrand Russell, con su decidido apoyo a la campaña contra la entrada del Reino de España en la OTAN en 1985/86. En ese contexto conocimos a […]

 Ken Koates (1930-2010), militante británico del pacifismo, fue un socialista internacionalista. Dejó un gran recuerdo en nuestro país, junto al historiador Edward P. Thompson (1924-1993), también de la Fundación Bertrand Russell, con su decidido apoyo a la campaña contra la entrada del Reino de España en la OTAN en 1985/86. En ese contexto conocimos a ambos personalmente. Y haberlos conocido es llevarlos con uno para siempre. S.P.

Ken Coates, fallecido el domingo a causa de lo que parece haber sido un ataque cardíaco a los 79 años de edad, fue una de las mentes más perspicaces, una de las voces más elocuentes de la izquierda radical. Desde mediados de los años 60, y durante cuatro décadas, supuso una considerable influencia en los intentos de renovar y dar mayor cohesión a la política de la izquierda militante. Dirigió la Bertrand Russell Peace Foundation durante las campañas contra la guerra de Vietnam y fue el animador clave del Institute for Workers’ Control, fundado en 1968, en un período de importantes enfrentamientos entre los sindicatos y el gobierno laborista de Harold Wilson.

Ken nació en Leek, en el condado de Staffordshire, hijo de Eric y Mary Coates, y se crió en Worthing, al oeste de Sussex. En 1948, al ser llamado a filas, se negó a ser reclutado en el ejército, que luchaba entonces contra las guerrillas comunistas y nacionalistas de Malasia. En su lugar optó por trabajar durante ocho años como minero en las cuencas de carbón de Nottinghamshire y Derbyshire, época en la que, inspirado por los sindicalistas con los que trabajó, desarrolló un compromiso de por vida con la causa del sindicalismo organizado.

La carrera política de Coates se vio salpicada de encontronazos con la autoridad. Adolescente en los años 40, ingresó en el Partido Comunista, pero se indispuso con la dirección del Partido de resultas de su oposición a la denuncia de Tito llevada a cabo por Stalin. Posteriormente apoyaría intensamente la revolución húngara contra el dominio de Moscú, lo que prefiguraba en cierto modo su labor en los años 80 como fundador del European Nuclear Disarmament, junto a activistas del movimiento por la paz, tanto de Europa Occidental como de la Oriental.

Con posterioridad a 1956, Coates, junto a un puñado de camaradas, se convirtió en activo apoyo de la organización de la Cuarta Internacional trotskista. Influido por el economista belga Ernest Mandel, uno de sus dirigentes, Coates contribuyó a relanzar la organización de militantes británicos que más tarde evolucionó hasta convertirse en el International Marxist Group.

Coates no casaba bien con las constricciones de la ortodoxia y prefirió trabajar en iniciativas de izquierda más amplias. Estuvo activo en el movimiento de la Nueva Izquierda de finales de los 50, junto a E.P. Thompson, Ralph Miliband y Michael Barratt Brown, y participó durante algún tiempo en el consejo editorial de la revista International Socialism de principios de los años 60. Para entonces había conseguido una beca de estudiante maduro en la Universidad de Nottingham, donde se licenció con excelentes calificaciones en sociología. Trabajaría después como tutor de educación para adultos en Nottingham (y fue nombrado profesor especial de formación continuada entre 1990 y 2004).

Coates se reveló como figura política de interés en la izquierda tras el lanzamiento de la Vietnam Solidarity Campaign en 1966. Su trabajo con Bertrand Russell se había iniciado en anteriores campañas contra las armas nucleares. La Campaña de Solidaridad con Vietnam organizó algunas de las mayores manifestaciones políticas que se vieron en Gran Bretaña en el momento más álgido del conflicto librado por los Estados Unidos.

Dos años más tarde, la presentación del Institute for Workers’ Control coincidió con un aumento de la militancia sindical de base y se ganó el apoyo de una gran cantidad de representantes sindicales, así como de influyentes dirigentes de sus organizaciones, como Jack Jones, de la Transport and General Workers’ Union y Hugh Scanlon, de la Amalgamated Engineering Union. Que Coates se centrara en lograr reformas destinadas a incrementar el papel de los trabajadores en la gestión de las empresas – entre ellas se cuenta el Informe Bullock, de 1977, sobre democracia laboral – atrajo las críticas de marxistas más ortodoxos. Pero esos años fueron testigos de un notable florecimiento de «planes de los trabajadores» de producción alternativa para satisfacer necesidades sociales, el más conocidos de los cuales consistió en la propuesta de los delegados sindicales de la empresa de tecnología militar Lucas Aerospace ante el cierre de fábricas: elaboraron planes detallados para reconvertir la producción de armas en una panoplia de «productos socialmente útiles», entre los que se contaban aparatos para diálisis y autobuses híbridos, útiles tanto en carreteras como sobre raíles.

El influjo de Coates en el movimiento laborista en general fue motivo de creciente preocupación para el estamento dirigente del laborismo y los sindicatos. Fue expulsado del Partido Laborista durante un tiempo en 1965, cuando era presidente del Partido en Nottingham. Esa inquietud se hizo mayor cuando fue elegido diputado laborista del Parlamento Europeo en 1989.

Durante sus diez años como parlamentario europeo se ganó un enorme respeto, entre otras cosas por su labor como presidente del Subcomité de Derechos Humanos y sus iniciativas en favor de un Parlamento de Pensionistas y un Parlamento de Discapacitados a escala europea, así como de una Convención por el Pleno Empleo, poniendo en relación a sindicalistas y organizaciones de desempleados. Coates era ardiente partidario de una mayor integración europea, sin desdeñar la adopción del euro.

La aparición del Nuevo Laborismo representó un serio retroceso para todo lo que Coates defendía. Sus relaciones con los dirigentes laboristas de Londres fueron de mal en peor, pues no se privó de expresar mordaces críticas al giro a la derecha del Nuevo Laborismo, lo que condujo finalmente a su expulsión del Partido, junto a su amigo y colega del Parlamento Europeo, Hugh Kerr, en 1998.

En los años siguientes, mantuvo una intensa labor como director de The Spokesman , la revista de la Bertrand Russell Peace Foundation, añadiendo además nuevos títulos a su lista de libros y folletos sobre cuestiones económicas y políticas. Disfrutaba del placer de la compañía de su familia, del campo de Derbyshire y de su red de amigos y camaradas, tan ligados a un hombre de gran sentido del humor y cultura, así como de profundo compromiso. Le sobrevive Tamara, su esposa durante más de 40 años, tres hijas y tres hijos.

Kenneth Sidney Coates, polítco y escritor, nacido el 16 de September de 1930; muerto el 27 de junio de 2010

Algunos testimonios

Geoffrey Goodman : [veterano periodista del Daily Mirror e historiador del sindicalismo británico] Ken Coates fue una figura única de la izquierda británica y desde luego de la europea, un hombre de luminosos principios en un clima político en el que el compromiso era a menudo una opción más aceptable.

Esa es la razón por la que encontraba difícil, si no imposible, ajustarse a las ortodoxias de cualquier partido, ya se tratara del viejo Partido Comunista, del Partido Laborista o de cualquier otra asamblea forma de la vida política práctica. Pero siempre se mostró inquebrantable en la creencia de que la única solución a nuestras persistentes crisis globales era alguna clase de fórmula socialista. Y su labor con la Bertrand Russell Peace Foundation permanecerá como monumento al compromiso de por vida de Ken con lo que sólo puedo describir como «socialismo del pueblo». Fue un maravilloso y leal amigo.

Hugh Kerr: [político socialista escocés, eurodiputado en la misma legislatura que Coates] A Ken y a mí nos expulsaron juntos del Partido Laborista en enero de 1998. Nuestro delito consistió en oponernos a Tony Blair por sus políticas derechistas y sus intentos de hacer limpieza de socialismo y democracia en el Partido Laborista; íbamos, como diría después Ken, «algo por delante de nuestro tiempo». En junio de ese año, como presidente de turno de la UE, le tocó a Blair presentar su informe final al Parlamento Europeo. Se vio en un brete al darse cuenta de que los dos últimos oradores éramos Ken y yo.

Ken causó gran regocijo entre la prensa al empezar su discurso: «Creo que la presidencia saliente debería denominarse presidencia Blair para honrar a un gran inglés. Me refiero, por supuesto, a Eric Blair, más conocido como George Orwell, que describió la Europa de 1984 gobernada por un Ministerio de la Verdad en el que los portavoces expertos («spin doctors») explicaban qué bien marchaba siempre la guerra que estaba organizando el Ministerio de la Paz. Al lenguaje de este mundo se le llamaba Neolengua. El Nuevo Laborismo habla esa lengua a la perfección».

Giles Oakley: [productor de programas de la BBC] No habría que olvidar las campañas de Ken Coates contra la pobreza. En 1967, junto a un colega académico de Nottingham, Richard, «Bill», Silburn, colaboró en un grupo de estudio en la elaboración de un informe implacable, pero lleno de compasión, St Ann’s: Poverty, Deprivation and Morale in a Nottingham Community .

A ello le siguió en 1970 una publicación especial de Penguin, Poverty: The Forgotten Englishman , que durante años se encontraba en las estanterías de cualquiera con aspiraciones radicales.

John Palmer fue durante más de 20 años, hasta 1997, responsable en Bruselas del diario The Guardian , para el que ha trabajado desde 1963 como periodista económico y asistente especial del director. Fue director político del European Policy Centre y de su publicación digital, Challenge Europe. Palmer es autor de tres libros sobre asuntos europeos: Europe Without America: The Crisis in Atlantic Relations (Oxford University Press, 1987); Trading Places: The Future of the European Community (Hutchinson’s, 1989); and 1992 and Beyond: The European Community into the 21st Century (Comisión Europea, Bruselas, 1991).

Traducción para www.sinpermiso.info : Lucas Antón

Tomado de: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3452