Después de denunciar durante años su cautiverio tras su liberación empezaron las continuas quejas, incluso por tener que compartir baño en un hotel de Madrid, se intensificaron los llamados a mantener la Posición Común de la Unión Europea contra la Isla y se embarcaron en una gira publicitaria con dirigentes del Partido Popular, los mismo […]
Después de denunciar durante años su cautiverio tras su liberación empezaron las continuas quejas, incluso por tener que compartir baño en un hotel de Madrid, se intensificaron los llamados a mantener la Posición Común de la Unión Europea contra la Isla y se embarcaron en una gira publicitaria con dirigentes del Partido Popular, los mismo que nada hicieron por su excarcelación.
La carta que escribieron el pasado 20 de agosto un grupo de opositores cubanos a Benedicto XVI en la que censuraban a la Iglesia Católica cubana por las gestiones en las liberaciones, ha colmado la paciencia y ha tenido respuesta en la revista «Espacio Laical».
En su edición digital de agosto la revista católica destaca la labor evangélica del cardenal Ortega para atenuar el dolor del grupo que se encontraba en prisión y el de sus familiares, por lo que no entienden los duros ataques a unas gestiones que han resultado con éxito.
La publicación critica la «burda simplificación de la realidad cubana y de su posible solución universal» al pedir este grupo la participación en el diálogo del exilio anticastrista de Miami como «la mejor fórmula para resolver los problemas nacionales».
Pero además les recriminan a la oposición radical que «jamás ha trabajado en la construcción de un escenario para un posible diálogo político con el Gobierno cubano más bien todo lo contrario» sino que mantienen una actitud que pretende el «aniquilamiento del otro».
La carta que escribieron al Papa es calificada como una campaña para torpedear las gestiones emprendidas por la Iglesia Cubana, que ha sido gestada fuera de la Isla y que busca deslegitimar el actual proceso basado en el diálogo entre cubanos, que es realmente el que ha dado sus frutos.
Recuerdan en el artículo que «la presión ha estado presente por más de 50 años y no ha logrado cambiar nada», por lo cual esta carta «responde a la política del odio, que desvirtúa la realidad interna del país presentándola como un escenario binario de buenos y malos» en el que se intentan eclipsar los complejos procesos sociales.
Finalmente lanzan un mensaje claro al afirmar que «los sectores que aspiran única y simplemente a derrocar al Gobierno cubano, no pueden ni deben ser los que tengan en sus manos el futuro de Cuba» para ello se deben seguir fortaleciendo el diálogo dentro de la sociedad cubana en torno a temas como la justicia social o la soberanía nacional.
Fuente: http://www.larepublica.es/blogs/guillermonova/?p=1164