La reforma del mercado de trabajo, aprobada recientemente por el Gobierno, puso fecha a la huelga general. Hablamos con este sindicalista sobre los derechos y la preparación del 29-S. DIAGONAL: ¿Qué razones hay para ir a una huelga general? ANTONIO ARES: Hay motivos más que suficientes para hacer una huelga a este Gobierno del Partido […]
La reforma del mercado de trabajo, aprobada recientemente por el Gobierno, puso fecha a la huelga general. Hablamos con este sindicalista sobre los derechos y la preparación del 29-S.
DIAGONAL: ¿Qué razones hay para ir a una huelga general?
ANTONIO ARES: Hay motivos más que suficientes para hacer una huelga a este Gobierno del Partido Socialista, que está haciendo una política de derechas. En este país se habla mucho del Estado del bienestar, pero aquí no lo hemos logrado nunca, como sí lo ha conseguido la clase obrera europea.
La pequeña parte del Estado de bienestar que habíamos logrado nos la están quitando: la reforma laboral, las pensiones: quieren alargar la vida laboral para que luego cobremos menos de pensión. Volvemos a la situación laboral de los ’50 o ’60. La huelga general del 29 de septiembre debería ser el inicio de las movilizaciones para enfrentarse a las reformas que los mercados piden a Zapatero.
D.: ¿Qué problemas de movilización se pueden dar en la huelga del 29?
A.A.: El problema que tenemos es que hace diez años que no hay una huelga y los trabajadores están un poco desengrasados, por decirlo de alguna manera. Los sindicatos mayoritarios se han dedicado a pactar en los últimos años y hacer consenso, «políticas de mantenimiento de los puestos de trabajo», decían ellos.
Pero entre los países desarrollados, El Estado español es el que más paro tiene. En las vacas gordas se pedía moderación salarial, y ahora en las vacas flacas nos despiden más todavía. Los trabajadores están decepcionados y por eso será difícil la movilización en la huelga general.
D.: ¿Cómo plantea su sindicato la movilización en esta jornada?
A.A.: A la huelga no vamos a ir con corbata. Eso quiere decir que los piquetes no van a ser: «Hola, ¿que tal está usted?» Ese día hay que animar a los compañeros menos activos a que hagan huelga y, si no, habrá que impedirles la entrada a las fábricas.
Vamos a ayudar a que no se vaya a trabajar, intentaremos cortar carreteras, impidiendo que ningún autobús, ningún metro, ningún tren, salga. No se van a respetar los servicios mínimos. Si no se hace eso será más difícil la huelga. Pero de eso tienen que hablar también los sindicatos mayoritarios.
«El despido en este país es libre, y lo que quieren los empresarios es que, además, sea prácticamente gratis»
D.: ¿Qué significa el que la huelga salga bien?
A.A.: Que la mayoría de los trabajadores secunden la movilización y que el Gobierno retire su política, si no, nos veremos abocados a una nueva movilización. Y no aceptamos el chantaje de que viene la derecha, la derecha ya está. 80.000 millones ha dado el Gobierno a los banqueros para reflotar los bancos y no se ha destinado a crear empleo.
D.: ¿Prevén despidos el 29 de septiembre?
A.A.: Si los hubiera y se demuestra que el despido es por hacer la huelga, ese despido es nulo, y tienen que readmitir al trabajador, no vale la indemnización.
A diferencia del despido improcedente, en el que, en este país, el empresario puede elegir si indemniza o readmite al trabajador. En la huelga general, una vez convocada, todos los trabajadores, sindicados o no, están amparados desde las 12 de la noche del día 29, que empieza la huelga, hasta las 12 de la noche del 30, que acaba. Y a partir de ahí, si el empresario despidiera a un trabajador, sería un despido nulo y lo tendría que readmitir.
D.: ¿Qué derechos modifica la reforma del mercado de trabajo?
A. A.: La reforma laboral en estos momentos está hablando de la contratación, de los eventuales, de los despidos, sobre todo del despido objetivo, del expediente de crisis, de facilitar el despido y que sea más barato, y de que existan más causas todavía por las que despedir a un trabajador.
En cuanto a los expedientes de crisis, hace bastantes años que se puede despedir por causas económicas, organizativas o productivas. Pero ahora los empresarios también pretenden que, a parte de todas estas medidas, también se despida a los trabajadores porque prevén perdidas económicas.
Para hacer un despido objetivo por causas económicas, el empresario plantea que tiene una situación difícil en los dos últimos años. Eso conlleva una serie de requisitos: es obligatorio que el empresario entregue la carta de despido al trabajador con un mes de antelación, pagar la indemnización y, si no quiere que le corra el salario de tramitación, tiene que darle al trabajador la indemnización en el momento del despido o depositarla en 48 horas en Magistratura de Trabajo. Si no lo hace y el trabajador denuncia y gana, le tiene pagar el salario de tramitación.
«Todos los trabajadores, sindicados o no, están amparados, desde las 12h del 29-S que empieza la huelga, hasta las 12h del 30»
D.: ¿Qué indemnizaciones se pagarán ahora a los trabajadores?
A.A.: El despido en este país es libre, pero no es gratis. Y lo que quieren los empresarios es que, además, sea prácticamente gratis. Con la modificación que se va a hacer con la reforma laboral van a intentar que prácticamente todos los despidos sean despidos objetivos. En lugar de 45 días por año trabajado, ahora se pagarán 20 días por año. Ocho los paga el Estado y el empresario pagará 12 días en las nuevas contrataciones desde junio de este año.
D.: ¿Se da más poder a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) y se hace el trabajo más precario?
A.A.: La externalización de los trabajos y la precarización es algo que se viene aplicando para intentar reventar la negociación colectiva. Si un trabajador viene a una empresa clásica a través de una ETT, aunque le tienen que aplicar el mismo salario, llega con otro convenio, con lo cual es más difícil de organizarlo en la empresa donde trabaja. Es más fácil para el empresario disgregar a los trabajadores.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article11850