Señora Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad y gabinete La Red de Hombres por la Igualdad lamentó en su día la desaparición del Ministerio de Igualdad, por entender que suponía un paso atrás en la voluntad del Gobierno de acabar con las desigualdades que padecen las mujeres, pese a las declaraciones institucionales que sugerían […]
Señora Ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad y gabinete
La Red de Hombres por la Igualdad lamentó en su día la desaparición del Ministerio de Igualdad, por entender que suponía un paso atrás en la voluntad del Gobierno de acabar con las desigualdades que padecen las mujeres, pese a las declaraciones institucionales que sugerían lo contrario. Al conocer la decisión de cerrar el teléfono Hombres-Igualdad el día 16 de diciembre, constatamos un nuevo paso atrás, al acabar con el único instrumento impulsado desde un Ministerio para propiciar la implicación de los hombres en esta lucha.
El teléfono fue creado por iniciativa de la ex ministra Bibiana Aido a pesar de las dudas que el mismo suscitaba entre profesionales y representantes de grupos de hombres por la igualdad consultados, porque se trataba de una iniciativa aislada, falta de un proyecto estratégico que la orientara. Pese a todo, el nuevo servicio fue saludado como un avance por diversas asociaciones y grupos de hombres, y en particular por esta Red de Hombres por la Igualdad.
En palabras del propio Ministerio: «El servicio telefónico y on-line de información y orientación en materias y cuestiones relacionadas con los hombres y la igualdad de género tiene las funciones de informar, orientar a los hombres y a los profesionales, y aproximar los recursos disponibles en esta materia.»
La idea era simple: crear un servicio dirigido a los hombres que les ayudara a cuestionar el papel de cualquier varón en la discriminación y violencia de género. Se veía como un reclamo que permitiría acercar a hombres «recuperables» y sensibilizados a la causa de la igualdad, y apoyar la labor de los servicios, organismos, asociaciones y personas que trabajan contra la desigualdad. Un segundo objetivo era obtener datos, a partir del análisis de las llamadas, para promover iniciativas de prevención dirigidas específicamente a hombres, reforzar los recursos existentes y/o generar nuevos según la demanda.
Con la puesta en marcha del servicio, el debate en profundidad sobre ese proyecto estratégico para incorporar a los hombres al conjunto de las políticas de igualdad, con participación de representantes del movimiento feminista, quedó aplazado sine die.
El teléfono empezó a funcionar el 4 de diciembre de 2009 sin campaña de difusión que lo diera a conocer a la ciudadanía, un hecho que motivo que la Red de Hombres por la Igualdad remitiéramos una carta a la Sra. Aido, el pasado 31 de mayo, en la que le hacíamos saber que la falta de difusión estaba contribuyendo a un fracaso que podría usarse para justificar la inutilidad de las iniciativas dirigidas a los hombres.
Según datos que no se han hecho públicos, en lo que va de año el Teléfono lleva atendidas 6515 llamadas, de las cuales el 60.5% han sido procedentes (según la definición del ex-Ministerio del propio servicio), como puede apreciarse en las cientos de horas de conversaciones grabadas. Información valiosa para el diseño de políticas de igualdad hacia los hombres, que puede quedar en el olvido. La mayor parte de las llamadas recibidas son de hombres molestos con la ley de igualdad y con los derechos alcanzados por las mujeres, es decir, de hombres resistentes al cambio que, a través del teléfono recibían un mensaje claro desde la igualdad que buscaba animarles a reflexionar y cambiar los modelos masculinos tradicionales.
El fracaso del teléfono para hombres ha sido una profecía auto-cumplida: al no publicitarlo se puede eliminar diciendo que es difícil justificar un servicio en el que cada llamada atendida cuesta más de 100 euros. Pero lo realmente grave es la falta de explicación de por qué se ha boicoteado esta experiencia y el pavoroso silencio sobre su desaparición. ¿Cuál es el objetivo de no querer hacer políticas de igualdad con los hombres?
La crisis económica ha proporcionado la excusa perfecta para hacer el cálculo de que es más rentable electoralmente hablar más de lucha contra la violencia machista (en forma de protección paternalista del Estado y mecanismos asistenciales de urgencia cuando la discriminación o la violencia concreta se han consumado) y menos de construcción de la igualdad (con políticas preventivas que incorporen también a los hombres); que es un largo camino de cambio social: modos de vida, relación, construcción de las identidades, etc.
Con la desaparición del 900210021 se desvanece la primera y única iniciativa de cierta envergadura del gobierno de Rodríguez Zapatero que apostaba por la implicación de los hombres en la construcción de la igualdad. Las señales no son nada halagüeñas; vamos constatando un cambio de prioridades en el que la igualdad entre mujeres y hombres pasa a segundo plano. Sin embargo, lo que venga a continuación no nos alejara del objetivo de cambio hacia la sociedad de la igualdad real en derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Desde la Red de Hombres por la Igualdad seguiremos insistiendo en la necesidad de incorporar a la mayoría de los hombres a este proceso de largo recorrido y gran rentabilidad social.
Si estás de acuerdo con los planteamientos te solicitamos que apoyes con tu firma la carta que has leído con motivo de la supresión del Teléfono para Hombres 900 210 021.
Fuente: http://www.trasversales.net/t20telh.htm