Carlos Tena (Madrid, 1943) es periodista y crítico musical. Además de ser productor musical y columnista en medios digitales, ha trabajado para radio, televisión y prensa durante más de 35 años. ¿Por qué Europa no se levanta en pie de justicia e igualdad? Creo que el llamado estado del bienestar (que millones de ciudadanos creen […]
Carlos Tena (Madrid, 1943) es periodista y crítico musical. Además de ser productor musical y columnista en medios digitales, ha trabajado para radio, televisión y prensa durante más de 35 años.
¿Por qué Europa no se levanta en pie de justicia e igualdad?
Creo que el llamado estado del bienestar (que millones de ciudadanos creen se resume en trabajo, sueldo, poder asumir una hipoteca, ver la televisión y disponer de comida), ha llevado a las sociedades a un estado de hipnosis colectiva, bajo el que se han convencido de que cada 4 años, llegarán unos señores y unas señoras que arreglarán los desperfectos que se den en un país. No existe en Europa, y menos en los USA, una desconexión más grande entre el ciudadano y sus derechos políticos, resumidos en un papel que deposita en una urna cada equis tiempo. Las sociedades del primer mundo han sido víctimas de una sofronización colectiva. Sin embargo, Cuba es un ejemplo de responsabilidad y participación popular, como viene siendo en Venezuela, Bolivia o Islandia. De este último y paradigmático caso no hablan los medios del primer mundo. Los dueños de esas plataformas mediáticas lo han prohibido. El único consuelo que queda en Europa son las iniciativas espontáneas, espoleadas por algún personaje como Eric Cantona en Francia, para tomar decisiones valientes y radicales, fuera de las recomendaciones de partidos y sindicatos. Se hace necesaria, imprescindible, una revuelta social.
Hablas de partidos y sindicatos en general. ¿No tienes buena opinión de algunas organizaciones de la izquierda europea? No sé, por ejemplo, «Die Linke».
Me temo que esa Izquierda Unida a la teutona, como los Verdes antes, como en Italia con el Olivo, se hace realidad e ilusión mientras supone un equilibrio en la balanza política, como revulsivo a esta derechización (neo fascismo es más certero) imparable de occidente. Tan dramático como que la hija de Le Pen, en Francia, presidenta del Frente Nacional, sea la candidata con mayor expectativa de voto hoy mismo. No conozco bien a esos nuevos líderes, Gesine Lötzsch y a Klaus Ernst, como para aventurarme a una descalificación gratuita de sus programas políticos, pero no creo que la sociedad alemana apueste por esa nueva izquierda, aunque los mentados se declaren antiliberales y propugnen el socialismo democrático. Lo único que me tranquiliza, respecto de un asentamiento global del Imperio, es que China suponga el mayor freno a los deseos hegemónicos de la Casa Blanca.
América Latina: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba, ¿es la esperanza socialista del siglo XXI?
Incluyo a Nicaragua en esa lista. América Latina no es de los americanos, aunque se empeñen Calderón, García, Lobo, Piñera o Santos. Latinoamérica pasó por las mayores dictaduras de la historia, como fue el colonialismo sangriento de las dictaduras monárquicas españolas, más el incipiente desarrollo del imperio del norte y la traición de sus dirigentes más mezquinos y serviles. América Latina no tiene que celebrar ningún fasto como el 12 de octubre, ni siquiera poniendo como excusa la llegada de las mesnadas de aquel aventurero llamado Cristóbal Colón. El futuro de una América en libertad se gesta en el sur del continente, donde por desgracia, ante la indiferencia y complicidad de Europa, los gobiernos de los USA van situando bases militares desde donde controlar las posibles revueltas populares. Ojalá Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay caminen hacia un socialismo bolivariano, a todas luces más democrático y respetuoso con los derechos humanos, que todo lo que ha vivido hasta ahora, exceptuando momentos gloriosos puntuales, como el gobierno de Allende en Chile o de Juan Bosch en la República Dominicana.
¿Se te ocurre alguna estrategia para el avance de las izquierdas en España?
Lo primero, tratar de encontrar puntos comunes de acción. Lo segundo, evitar la satanización entre colectivos de izquierda real. Tercero, planificar encuentros que cuenten con la asistencia de personalidades honestas, cuya actividad política haya sido marcada por la coherencia. Para dar un ejemplo de lo contrario: no veo la menor lógica política en un ciudadano que es capaz de condenar a Cuba en un panfleto manipulado, mendaz y torticero, pero que afirma que en España hay democracia plena. En este sentido, coincido con Carlos Taibo, en algunas de las razones que le han impulsado a no estar dispuesto a sentarse en la misma mesa con algunos personajes, que no viene al caso citar.
Veo entonces, por lo que dices, que no piensas apoyar a las mesas de convergencia ciudadana y acción que se quieren constituir.
No me he negado… de momento. Más bien, a lo que me niego es a sentarme con determinadas personas, a la hora de estudiar qué izquierda podemos articular en este país. Existen tres puntos en los que no claudico, de los que se derivan bastantes más: República, Euskadi y Cuba. Precisamente, por exigir eficacia, honestidad y posibilidades de entendimiento, no me sentaría con ninguno de los firmantes del panfleto «Yo acuso al Gobierno cubano», porque conozco decenas de amigos que militan en el PSOE o IU, que se negaron a estampar su firma en ese papel. Hay que desenmascarar a los tapados, apelotonados en torno a esa Congregación Pilarista Almodovariana, que quieren parecer de izquierdas, aprovechando que lo que existe a la derecha es franquismo puro y duro. Hoy más que nunca hacen falta personas con credibilidad, coherentes, honradas, y quienes hoy blasonan de progresismo por el mero hecho de estar contra el PP, representan otra derecha, más tolerante, pero neoliberal, pro-yanqui, hortera, seudo intelectual, incoherente, zapaterista y deshonesta. Son los Muñoz Molina, las Elviras Lindos, las Rosas Monteros, los mismos que abrazaban a Felipe X González, negando el terrorismo de estado, la desvergüenza y la miseria moral que distinguieron los años en que fue presidente de gobierno. Esa gente sólo ha cambiado de chiringuito: del Pesebre del Sevillano a la Zeja del Leonés.
Colaboras en Kaos y en Rebelión, y tal vez en algún otro medio, pero si no ando errado no escribes en la prensa de papel. ¿Por qué?
Lo hice en el pasado. Colaboré en el diario Madrid, en Mundo Obrero, Triunfo, Independiente, Liberación, La Calle, El Papus, Diario de Barcelona, en muchos semanarios de contenido musical, pero reconozco que mi ecosistema informativo ideal es la radio. No soy escritor, sino un periodista a ratos perdidos, que por circunstancias varias, hoy lanza artículos en esos portales, en mi propio blog, pero que sigue soñando en una radio de izquierdas, divertida, amena, musical, vibrante, irónica y mordaz, en la línea de aquella primera Radio-3, en la que tantos buenos ratos pasé. El PSOE acabó con ella y con la poca libertad de la RNE, gracias a las censuras de socialistas como Fernando González Delgado, entre otros.
¿Y cómo crees que sería posible hoy construir, abonar, una radio como esa que sueñas? ¿Es una quimera?
Aprovechando Internet y utilizando algo tan elemental como el streaming, podemos tener una radio en línea en una semana. Lo que hace falta es un local, personal dispuesto a trabajar gratis, una programación, medios técnicos adecuados y esperar la denuncia correspondiente de la SGAE o la policía, que vienen a ser ya lo mismo.
Sé que no sueles ver la televisión a excepción de algún telediario y de los partidos del Barça, lo cual, esto último quiero decir, es absolutamente razonable. Pero creo que has recomendado, hablabas antes de él, un programa que se emite en TV2 los domingos por la noche. ¿Qué programa es ese?, ¿por qué lo recomiendas?, ¿participas en él?
Mapa Sonoro es un espacio dotado de algo insólito: la ausencia de la figura del presentador. Una suerte de road-movie, conducida por una voz en off, que nos lleva de la música más actual a la entrevista más inteligente, con una realización ágil, original y exquisita, en solo media hora que se hacen 10 minutos. Lo recomiendo porque siento que es lo más fresco que he contemplado en la pequeña pantalla, lo más ecléctico desde el punto de vista artístico que he visto en este año y medio que llevo en España. Fuera suspicacias, que no participo en él. En las sombras trabajan jóvenes inquietos y perspicaces, a los que admiro de verdad. Qué más quisiera… pero yo no podría aportar nada nuevo en ese tipo de espacio.
¿Qué ha pasado con la generación que tanto combatió contra el franquismo? ¿Cómo explicas que una gran parte de ella se haya ido a casa o a otros parajes más rentables?
El panzismo es una de las lacras de aquella generación. En 1977 comenzábamos a caminar hacia la democracia, pero resulta que muchos opinaron que muerto el cerdo comenzaba la fiesta, que ya habíamos cumplido, cuando lo más difícil fue a partir de entonces. Se les paró el motor. Se convencieron de haber hecho todo lo posible por traer un sistema sufragista a esta zona del mundo. Pero cuando ven (aunque lo nieguen) que para aquel viaje llamado transición no hacían falta alforjas, se miran al espejo, contemplan su casa, su colección de discos, de libros, su pequeño reino, decidiendo vivir de los recuerdos. No les comprendo, pero entiendo que la carne es débil y las fuerzas no son las mismas de antaño. A veces, me miro y me digo: ¿qué hago yo, a mi edad, clamando en el desierto? Menos mal que detrás de cada duna, aparece un nuevo viajero.
Voy finalizando. Una pregunta musical para volver al principio. En tu opinión, ¿cuál ha sido la mejor canción popular del siglo XX? ¿Y la más importante?
Voy a decepcionar a todos. Hay días en los que me levanto, convencido de que un fandango de Perlita de Huelva es lo más grande de la vida, como se dice en Cuba. Otras mañanas me ducho, mientras canto a Georges Brassens. Hay tardes en que los Sex Pistols o Tarzán y su Puta Madre me parecen encantadores. Pero hay noches en las que me vuelvo napolitano y tarareo Anema e Core, como si fuera el mismo Totó. Creo que dentro de mí hay un Zelig musical. Esa película de Woody Allen es inefable, porque resume la bondad del ser humano, su necesidad de comunicación con los demás, por encima de razas, religiones o creencias, su capacidad de amar a la humanidad.
La última. Te definías antes como comunista. ¿Qué significa para ti ser comunista hoy?
Lo mismo que ayer, pero menos que mañana. O sea, no perder el ánimo, tener presente el sentido optimista de la historia, aunque ésta sea un desastre. Saber que la revolución será televisada, como la venezolana. Ser solidario, no caritativo. Dialogar, hablar, proponer. Decir NO a la injerencia en asuntos internos de otro país. Denunciar el maltrato, la tortura, la violencia policial, tan grave como la doméstica. Saber informarse. Rechazar la mentira, ser crítico constructivo, ayudar en el barrio, hacer trabajos voluntarios, dar ejemplo de ciudadanía, saber beber y comer, dar mucho afecto, amistad y amor. Leer, cultivarse, no abandonar el sentido del humor, y compartir los buenos y malos momentos con los mejores amigos/as. Y defender lo público mil veces antes que lo privado.
Nota edición: Las otras dos partes de la entrevista también han sido publicadas por rebelión:
Entrevista a Carlos Tena, crítico musical y columnista (I). «Sigo siendo comunista, pero sin partido» http://www.rebelion.org/
Entrevista a Carlos Tena, crítico musical y columnista (II) «Hay que dejar a Cuba en paz de una vez por todas» http://www.rebelion.org/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.