Iñaki: Euskal Herria vive un momento histórico, ¿cómo explicarías a una persona ajena y desinformada lo que allí ocurre? ¿Y cómo vive un vasco ese proceso de paz, que parece definitivo, viviendo fuera de Euskal Herria desde hace ya años? Desgraciadamente para sus ciudadanos, Euskal Herria lleva viviendo momentos históricos, sin solución de continuidad, desde […]
Iñaki: Euskal Herria vive un momento histórico, ¿cómo explicarías a una persona ajena y desinformada lo que allí ocurre? ¿Y cómo vive un vasco ese proceso de paz, que parece definitivo, viviendo fuera de Euskal Herria desde hace ya años?
Desgraciadamente para sus ciudadanos, Euskal Herria lleva viviendo momentos históricos, sin solución de continuidad, desde 1512, muerta ya la católica reina Isabel, cuando el Duque de Alba conquistó el reino de Navarra manu militari y «españolizó» a la población vasca a sangre y fuego. Desde entonces, los acontecimientos se producen allí a una velocidad vertiginosa. Si nos atenemos a los últimos, que son a los que se refiere la pregunta, la cosa, aunque sumamente compleja, se sintetiza fácilmente. De las dos partes en conflicto, la más interesada en alcanzar la normalidad y vivir en libertad es la vasca, que es la que lleva medio milenio sufriendo imposiciones ajenas. Así, la izquierda abertzale, como exponente de la sociedad civil más combativa, ha tendido el último puente hacia la paz. Toca, pues, mover ficha a quienes están empeñados en mantener un matrimonio forzado y poder seguir violando sine die a la doncella amordazada.
En cuanto a la segunda pregunta, yo llevo viviendo en Andalucía dieciséis años, pero hago un seguimiento intensivo de lo que sucede en mi tierra, que visito con frecuencia. Lo hago con gran interés y preocupación, pero también con mucha ilusión y esperanza, pues sé que cuando un pueblo se empeña en alcanzar la libertad la consigue indefectiblemente antes o después. Ahora el objetivo inmediato es devolver lo hurtado a un mínimo de doscientas mil personas a las que se les ha privado de sus derechos fundamentales de sufragio activo y pasivo. En eso estamos.
¿Cómo valoras la forma de informar y la información que ofrecen los medios de comunicación convencionales del estado español? ¿Podrías explicarnos a qué medios corresponden y qué objetivos persiguen las diferentes líneas editoriales?
Uno de los grandes hallazgos terminológicos que terminará recogiéndose en las próximas ediciones del Diccionario de la Real Academia Española es «Falsimedia», creado por Antonio Maira. El neologismo contesta por sí solo al primer interrogante. En cuanto al segundo, invito a quienes accedan a esta entrevista a leer los magníficos análisis que hacen en sus libros mis amigos y colegas Pascual Serrano y Alfredo Grimaldos, fundamentales para orientarse en el submundo del cuarto poder del Estado.
La derecha mediática al igual que la extrema derecha de las tertulias de los llamados «TDT party», utilizan un lenguaje soez, furibundamente antidemocrático, criminalizador, violento y con constantes insultos y falta de respeto a todas las personas que no opinamos como ellos y, lo que es más grave, a las autoridades democráticamente elegidas ¿Por qué crees que se les consiente? ¿Y por qué crees que a nosotros, que no utilizamos esas formas, se nos criminaliza y se nos amenaza con el cierre como ocurrió a Kaosenlared?
Bueno, lo de que las autoridades «democráticamente elegidas» merezcan respeto alguno es una afirmación un tanto atrevida si tenemos en cuenta la baja intensidad de la democracia que padecemos. Pero, dicho esto, es verdad que la televisión basura impera. Y cuando digo «basura» me refiero tanto a la política como a la intelectual. Sin embargo, es necesario ser conscientes de que las productoras funcionan por la ley de la oferta y la demanda, y si infectan los canales con programas canallas es porque saben muy bien que eso es lo que demanda buena parte de su público objetivo. Esta observación quizás nos haga reflexionar sobre la verdadera naturaleza humana. Luego, claro, está la retroalimentación que tan bien explicó el fallecido periodista Andrés Sánchez Díaz en su libro «Prensa rosa, voto azul», editado por Ardi Beltza en el año 2000.
La criminalización de los medios alternativos es lógica en el marco capitalista que padecemos. Los poderosos quieren controlarlo «todo», especialmente la «información», pues en ello les va su supervivencia, y no van a ponérnoslo fácil a quienes les negamos la mayor. Lo de Kaos ha sido sólo un tanteo. El ataque masivo y organizado está por venir, pero llegará.
Iñaki: Tú que llevas años en el mundo de la información formal (Egin, Punto y Hora de Euskal Herria, Cádiz Información, Canal Cádiz TV, Nabarreria…) y alternativa (Rebelión, Cádiz Rebelde, Insurgente…), ¿cómo crees que deberíamos informar los medios alternativos sobre el proceso de paz que se intenta abrir paso en Euskal Herria? ¿Es positivo que nos impliquemos en el mismo? ¿Crees que nuestra intervención puede ayudar a que la información que reciben los ciudadanos y ciudadanas del Estado español sobre la cuestión vasca y sobre el tema de la violencia sea más ajustada a la realidad?
En estos tiempos de miseria intelectual, nuestra labor en los medios alternativos es fundamental, especialmente en lo que se refiere a Euskal Herria, pues en la medida en que el País Vasco se libere, los ciudadanos y ciudadanas del Estado español estaremos más cerca de nuestra propia liberación. Pero contestando a vuestra pregunta, he de decir que la única manera aceptable de informar para los periodistas honestos, máxime si, como decimos, pretendemos transformar esta sociedad corrupta es rescatando y diciendo la verdad.
Las detenciones de personas, incluidas gentes que están a favor del proceso de paz y dedicadas a la información alternativa, continúan pese al comunicado de ETA y a las declaraciones en favor de la paz de todas las organizaciones de la izquierda abertzale ¿Crees que esto puede suponer un problema para el inicio del proceso de paz?
El proceso de paz ya se ha iniciado y no tiene vuelta atrás, otra cosa es el distinto nivel de implicación en el mismo de las partes en conflicto. Los gestores del sistema distinguen muy bien la potencial peligrosidad de sus enemigos, y como las cosas no suelen ser lo que parecen, diferencian también entre el fondo y las formas. Quiero decir que hay medios «de izquierda» que no cuestionan las tesis del Estado y hacen de «tontos útiles» a cambio de un triste bocadillo. Para esos, puente de plata. El problema son -somos- los que, con la mínima infraestructura, les damos donde más les duele. Ésa es la razón (razón de Estado) del infame encarcelamiento de Pitu, un joven navarro sin título universitario que durante los últimos años ha sido un ejemplo para el periodismo universal. Él solo, con una cámara y un equipo de edición, contaba al mundo desde el portal «apurtu.org», prácticamente en vivo y en directo, lo que iba pasando en Euskal Herria. Algo inaceptable para el PPSOE.
Parece que una mayoría del pueblo vasco es partidaria del derecho a la autodeterminación, según se desprende de diversas encuestas y de las votaciones democráticas realizadas en el propio Parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca en varias ocasiones. ¿Puede haber un verdadero proceso de paz, estable y definitivo, si los derechos democráticos del pueblo vasco no son tenidos en cuenta, pese a contar con el apoyo de una mayoría de la sociedad vasca?
La única manera razonable de conocer la opinión de un pueblo es preguntándoselo directamente vía referéndum. Es lo que se conoce en Derecho como el ejercicio del Derecho a la Autodeterminación. Pero un derecho, por serlo, debería ser ejercitado de oficio, sin más trámite. Lo trágico en este caso es que las autoridades españolas están empeñadas en negar, a cualquier precio, el ejercicio de ese derecho. Y sólo hay una razón creíble para esa postura: el miedo cerval a que el resultado no se corresponda con sus intereses.
La paz, como última fase de cualquier conflicto, siempre es el resultado de largos y penosos procesos y, en el camino, cada bando juega sus bazas. Relación de fuerzas, se llama la figura. En el caso de Euskal Herria, una parte esgrime la razón y otra la fuerza bruta.
¿Por que crees que el estado español -PP y PSOE- es incapaz de aceptar la mediación internacional (Brian Currin) cuando partidos mucho más consolidados y con mucha más historia democrática a sus espaldas (conservadores o laboristas) que éstos sí la aceptaron en el caso Irlandés?
Bueno, el Estado español no lo componen sólo el PP y el PSOE. También forman parte de él otras formaciones políticas (como Izquierda Unida o los partidos regionalistas), la Banca, los sindicatos del pesebre, el Ejército, la Iglesia católica… Pero, sí, el Estado se niega a aceptar mediadores internacionales, porque, si lo hiciera, estaría reconociendo públicamente la paridad y legitimidad de su enemigo, y su estrategia se basa precisamente en la consigna del nazi Joseph Goebbels de acallar las cuestiones sobre las que no tiene argumentos y disimular las noticias que favorecen a la otra parte.
Tú, que has militado en la izquierda independentista vasca, ¿crees que hay sectores de la izquierda vasca incapaces de comprender la nueva estrategia de paz y lucha democrática por el socialismo de la izquierda abertzale? ¿Qué opinas de las posiciones políticas de Eusko Alkartasuna? ¿Y la del PNV? ¿Y la de Aralar? ¿Y la de Izquierda Unida o su filial Ezker Batua?
El mosaico político vasco es algo que sorprende a cualquier observador imparcial por lo amplio y plural. Sin embargo, reconociendo este extremo, he de señalar que no todos los actores tienen la misma relevancia, mucho menos si nos limitamos a los de «izquierda». Ya he dicho antes que hay izquierdas del sistema e izquierdas contrarias al sistema. Ezker Batua y Aralar pertenecen al primer grupo y no tengo nada más que añadir. Sobre las otras formaciones políticas, me remito al refranero: «Que cada palo aguante su vela».
El PNV es un partido de derechas con una mentalidad economicista que prima sobre cualquier otra característica, vendiendo un discurso en Euskal Herria y otro en España, a la que necesita para mantenerse en el poder. Respondiendo a la pregunta, en este momento, como siempre, es coherente con su trayectoria de ambigüedad calculada. Nihil novum sub sole.
El caso de Eusko Alkartasuna, sin embargo, es bien distinto, pues estamos asistiendo a una evolución democrática de ese partido que se escindiera del PNV hace un cuarto de siglo de la mano del que fuera lehendakari, el navarro Carlos Garaikoetxea. Las lógicas contradicciones internas habidas en su seno a lo largo de estos 25 años ha llevado a su militancia, rejuvenecida por el paso del tiempo, a acercar posturas con la izquierda abertzale. Así, nos encontramos ante una alianza táctico-estratégica que va a dar mucho que hablar en el futuro.
¿Podríamos afirmar que hay una utilización política interesada del conflicto vasco que dificulta la resolución del mismo en este momento histórico? En este sentido, ¿cómo juzgas las posiciones del PP y del PSOE?
Claro que la hay. De hecho, la ha habido siempre, como ya he indicado anteriormente. Los partidos del bipartidismo son los gatos de la fábula política que hizo famosa el ilustre canadiense Tommy Douglas, fallecido en 1986 y que, aprovechando las posibilidades que proporciona el formato digital, voy a narrar a continuación porque, además de divertida, es realmente pedagógica.
Contaba Douglas que en el País de los Ratones, los pequeños roedores vivían bajo nuestro mismo modelo social, con Parlamento y elecciones periódicas. Ilusionados, sintiéndose ciudadanos de primera, iban a votar cada cuatro años, como manda la Santa Madre Democracia. Como se veía venir, los ratoncitos eligieron una Cámara de Diputados formada por enormes y gordos gatos negros a la que le faltó tiempo para tomar decisiones buenísimas… para los gatos. Pero, ay, lo que era bueno para los gatos resultó pésimo para los ratones. Una de las leyes decía que las puertas de las ratoneras tenían que ser lo suficientemente amplias para que cupieran en ellas la pata de un gato… Otra ley decía que los ratones no podían correr a más velocidad que los gatos para que éstos pudieran desayunar sin realizar un gran esfuerzo físico… Descontentos, ante la siguiente cita electoral, los ratones reaccionaron votando en contra de los gatos negros… y eligieron una Cámara formada por enormes y gordos gatos blancos. Los gatos blancos habían hecho una buena campaña basada en la injusticia que suponía la forma redonda de las puertas de las ratoneras. «Si ustedes nos eligen -dijeron a los ratones- estableceremos entradas cuadradas». Efectivamente, al llegar al poder, los gatos blancos cumplieron su promesa y construyeron entradas cuadradas, aunque el doble de grandes que las redondas, para que los gatos pudieran meter en ella sus dos patas. Ahora la vida de los ratones se convirtió en un auténtico infierno, y cuando no pudieron soportar más la situación, votaron contra los gatos blancos y pusieron a los negros de nuevo para, cuatro años después, regresar a los blancos, y nuevamente a los negros… Desesperados, lo intentaron con un Gobierno de gatos mitad blancos, mitad negros, y lo llamaron «coalición». Incluso llegaron a elegir a gatos con manchas, que hablaban como los ratones pero, ay, comían como los gatos… Y es que el problema no radicaba en el color de los gatos. El problema estaba en que ERAN GATOS. Y como gatos que eran, les movían intereses de gatos, no de ratones. Por fin, llegó al País de los Ratones un ratoncito con ideas frescas sobre el particular. Un día, el forastero les dijo a los ratones: «Hermanos, ¿por qué seguís eligiendo un Gobierno formado por gatos? ¿Por qué no elegimos un Gobierno formado por ratones?». Y los ratones exclamaron horrorizados: «¡OHHHH, UN COMUNISTA!». Desde entonces, el ratoncito forastero ocupa una celda en una prisión de alta seguridad en el País de los Ratones.
La moraleja es, como recordaba siempre Tommy Douglas, que se puede encarcelar a un ratón o a una persona, pero no se puede encarcelar una idea. Que se aplique el cuento el PPSOE.
Todo conflicto genera sufrimiento a muchas personas y éste, que dura ya casi cincuenta años, también lo ha hecho ¿Crees que es posible una reconciliación plena entre todos los sectores que conforman la vida política vasca? ¿Qué papel deberían jugar las víctimas, de uno y otro lado, en todo este proceso?
Las víctimas mortales que ha dejado el conflicto desde el nacimiento de ETA ascienden, según fuentes oficiales, a 1.348 personas, 864 de una parte y 474 de la otra. Si a ello sumamos los miles de personas heridas y los miles de personas torturadas, estamos ante una situación que va a costar bastante superar, pues llegar a una convivencia normal pasa por el esfuerzo generoso de demasiada gente y de sus respectivos entornos. Seguramente habrá que esperar un par de relevos generacionales para que vayan cicatrizando las heridas espirituales. Ahora bien, sea como fuere, lo que no se puede consentir en modo alguno es que las víctimas de uno u otro lado impongan sus criterios a las partes ni condicionen estrategias políticas. De otro modo, el conflicto nunca se resolvería, pues la espiral del rencor continuaría indefinidamente.
Si no se consigue poner en marcha el proceso de paz, a pesar de la mediación internacional y de la voluntad de la izquierda abertzale y, el PP gana las próximas elecciones, ¿consideras que será más difícil la resolución de conflicto?
Para mí está claro que da igual Juana que su hermana, por lo que el partido que gobierne no tiene demasiada importancia en esta cuestión, recordemos la parábola de los gatos y de los ratones. En cuanto a la primera parte del enunciado, ya he dicho que yo soy optimista.
¿Cómo ves el futuro de Euskal Herria?
Vaticinar es cosa de los oráculos. Sin embargo, tras analizar políticamente la historia y los datos que han trascendido del presente, me atrevo a afirmar que, a corto plazo, se van a vivir en el País Vasco grandes tensiones, es posible incluso que el Estado vuelva a recurrir a la guerra sucia, pues sabe que se está disputando el último asalto del largo combate, combate que ya ha perdido moralmente. Por otro lado, la devolución de su representación política a la izquierda abertzale, seguramente mayor que nunca si es que finalmente puede participar en igualdad de condiciones, va a obligar a los demás actores a reciclar sus estrategias.
Iñaki: Como miembro de la dirección del diario digital inSurGente ¿qué opinas de las acusaciones de herejía política que hemos recibido recientemente Rebelión, inSurGente, Kaos en la Red y los gestores de los tres periódicos?
Lo sucedido, en síntesis, es que las omnipresentes fuerzas oscuras organizan en tiempo y forma una campaña contra tres medios alternativos referenciales: Rebelión, inSurGente y Kaos en la Red, cebándose con este último; por cierto (y no es casualidad), el más visitado en el Estado español (Rebelión, por su parte, es el más visitado en el conjunto de la web). Y al rebufo de la confusión creada, irrumpen en escena elementos miserables que aprovechan para intentar ajustar sus cuentas pendientes. Todo vale en su mezquino afán y, desde su párvulo y romo intelecto, pretenden destruir, mediante la vil y cobarde difamación, a quienes envidian apasionadamente. Se erigen en fiscales y jueces. Y si no actuán como verdugos, es sólo por razones de impotencia, pues si por ellos fuera nos fusilarían en un descampado de madrugada y nos enterrarían en cal viva. Por mucho que se travistan de revolucionarios, por mucho que se disfracen de sesudos analistas políticos, no son más que lumpen analfabeto, el lumpemproletariado del que nos advertía Marx en su «18 de brumario de Luis Bonaparte». Lo peor que tienen esos estúpidos es que nos hacen perder el tiempo.
Aclarado este extremo, como miembro cualificado de la dirección de inSurGente, tengo que señalar la imposibilidad de publicar a gusto de todos los lectores y lectoras, cualquiera que sea el medio al que nos refiramos. Siempre va a haber personas (o grupos de personas) que critiquen nuestras líneas editoriales, y eso es bueno siempre que las críticas sean constructivas. El problema es cuando lo hacen desde el dogmatismo y/o el sectarismo, sin entender que un medio dirigido a la izquierda, tiene que estar abierto a la pluralidad que caracteriza históricamente a ésta, para bien o para mal. La verdad absoluta es la Filosofía misma y, como todo el mundo sabe, no es precisamente una ciencia exacta.
Unas últimas palabras…
Bueno, espero que no sean las últimas, que queda mucho por decir y aún más por hacer, pero ya que se me brinda la oportunidad quiero hacer un llamamiento a las distintas familias políticas en el sentido de que deberían intentar una sincera aproximación, aunque sea táctica, acorde con los malos tiempos que corren y, sobre todo, con los peores tiempos por venir. La autoestima es una virtud pero la vanidad es un defecto, y los personalismos en política suelen condenar a las organizaciones que los padecen a la endogamia, a la marginalidad y, por fin, a la lisa y llana desaparición. Dejemos los dioses a los teólogos.