Chile celebra otro reconocimiento a su poesía tras la obtención por parte del poeta Nicanor Parra del Premio Cervantes-2011, considerado el máximo galardón de las letras hispanas, que sigue a los premios Nobel obtenidos por Pablo Neruda y Gabriela Mistral, informa la agencia Afp. Parra, de 97 años, es el creador de la llamada ‘antipoesía’ […]
Chile celebra otro reconocimiento a su poesía tras la obtención por parte del poeta Nicanor Parra del Premio Cervantes-2011, considerado el máximo galardón de las letras hispanas, que sigue a los premios Nobel obtenidos por Pablo Neruda y Gabriela Mistral, informa la agencia Afp.
Parra, de 97 años, es el creador de la llamada ‘antipoesía’ que revolucionó la literatura hispana con su lenguaje sencillo y cotidiano. Dueño de una personalidad trasgresora y extravagante, su obra cautiva especialmente a las nuevas generaciones.
«Él hace poesía de lo que vivimos a diario, de la vida pequeña y es una poesía extraordinaria, accesible, que se comunica con los sentidos y con un enorme sentido del humor, gracia y picardía», comentó el escritor y crítico literario chileno Camilo Marks.
El poeta figuraba hace años como uno de los favoritos para adjudicarse el Premio Cervantes, dotado de 125.000 euros y considerado el máximo galardón de las letras hispanas. También ha sido postulado varias veces al Nobel de Literatura, en reconocimiento a su extensa carrera que se inicia en 1937, con la publicación del libro «Cancionero sin nombre».
«Es un premio justo para un extenso trabajo poético que transformó la manera de hacer poesía en la lengua castellana», comentó el crítico literario chileno Federico Schopf.
«Este un premio que se le debía hace mucho tiempo», señaló de su lado Rodrigo Rojas, director de la carrera de Literatura de la Universidad Diego Portales, de la cual Parra es director honorífico.
Miembro de una de las familias artísticas más prolíferas de Chile -en la que destaca su hermana folclorista Violeta Parra- y físico de profesión, los ojos del mundo literario se volcaron hacia él tras la publicación en 1954 de su libro «Poemas y antipoemas», con el que rompe con la poesía tradicional chilena al introducir humor, ironía y sarcasmo en sus versos.
«Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa», ha comentado el propio Parra sobre su obra.
Su extravagante personalidad, reflejada en sus irónicas opiniones y sus picarescas odas a objetos y situaciones comunes, acercó su obra especialmente a los jóvenes, donde su figura hoy es venerada.
«Es un poeta muy querido por la juventud, porque vino a revolucionar la poesía clásica. Él bajó a la poesía de su pedestal. La poesía dejó de referirse a cisnes, a niñas lánguidas o a fenómenos telúricos, cósmicos terribles», dijo Camilo Marks.
«Con él la poesía entró a la calle. La poesía entró a la cosa cotidiana», agregó el crítico chileno.
Con el reconocimiento obtenido este jueves por Parra, Chile suma tres premios Cervantes tras el que obtuvo en 1999 el ensayista Jorge Edwards y el que recibió en 2003 el recientemente fallecido poeta Gonzalo Rojas, contribuyendo a incrementar el reconocimiento de la poesía chilena, marcada por exponentes como Gabriela Mistral, Premio Nobel en 1945, y Pablo Neruda, en 1971.
En la historia de la poesía chilena destacan, además, las obras de Pablo de Rokha y del enigmático y trasgresor Vicente Huidobro, autor de «Poemas árticos», «Altazor», «Cagliostro» y «Mío Cid Campeador».