El acto se ha desarrollado en la plaza Jauregizar, donde han estado presentes los familiares de los tres vecinos de Sopela que fallecieron en el año 2010. Además de la alcaldesa, Saioa Villanueva, también han participado diversas formaciones políticas y organizaciones sindicales y sociales, ha informado el Consistorio sopeloztarra. En el acto, miembros de la […]
El acto se ha desarrollado en la plaza Jauregizar, donde han estado presentes los familiares de los tres vecinos de Sopela que fallecieron en el año 2010. Además de la alcaldesa, Saioa Villanueva, también han participado diversas formaciones políticas y organizaciones sindicales y sociales, ha informado el Consistorio sopeloztarra.
En el acto, miembros de la corporación han entregado a los familiares unos recuerdos y se les ha bailado un aurresku. Después, en un jardín situado en las inmediaciones de la plaza Jauregizar, se ha inaugurado un monolito en honor de los tres fallecidos en accidente laboral.
Han sido los familiares quienes han destapado la ikurrina que cubría la placa. Para finalizar, en recuerdo de los tres trabajadores, sus familiares han plantado tres retoños de roble, castaño y avellano alrededor de la placa.
A la finalización del acto se ha leído un manifiesto en el que los participantes han reclamado a empresas y poderes públicos unas condiciones de trabajo «dignas, seguras y saludables».
«Año tras año la evidencia demuestra que la precariedad alarmante, los acelerados ritmos de trabajo, el alargamiento de la jornada, el abaratamiento del despido, la falta de responsabilidad de la patronal, la falta de rigor de las administraciones y la falta de conciencia social están en el origen de la inmensa mayoría de estas muertes y de las graves enfermedades psicosociales y profesionales», han señalado.
En este sentido, han reclamado que la siniestralidad laboral es cuestión que debe estar en «la agenda de todas las administraciones con objeto de atajarla» y por ello desde el Ayuntamiento de Sopela han querido sumarse «a quienes en todo el mundo claman por el derecho a un trabajo digno y seguro, reclamando de una vez por todas que se valore la vida de los trabajadores, por encima del beneficio y la productividad económica».