Miles de personas salieron a la calle este miércoles para protestar contra la política económica del Gobierno centrada en los ajustes, y urgieron al Ejecutivo a tomar medidas para evitar que la cifra de parados supere los seis millones de personas en una manifestación que culminó la jornada de huelga general convocada por CC.OO, UGT, […]
Miles de personas salieron a la calle este miércoles para protestar contra la política económica del Gobierno centrada en los ajustes, y urgieron al Ejecutivo a tomar medidas para evitar que la cifra de parados supere los seis millones de personas en una manifestación que culminó la jornada de huelga general convocada por CC.OO, UGT, USO, CGT y STES-Intersindical.
En Madrid una multitudinaria manifestación (con más de un millón de personas según los convocante) encabezada por una gran pancarta con el lema de la huelga general: «Nos dejan sin futuro. Hay culpables. Hay soluciones» (en castellano, inglés y alemán), partió de la plaza de Cibeles. Tras ella los secretarios generales de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, y de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, así como el secretario general de USO, Julio Salazar, y otros miembros de la «cumbre social» y un miembro de la Confederación Europea de Sindicatos.
El mismo día en el que Congreso de los Diputados avalaba los Presupuestos Generales para 2013, que el propio Ejecutivo ha tildado como los más austeros de democracia, los ciudadanos salían a la calle para exigir un cambio. Entre lemas como «Nos roban y dividen» o «Prohibido rendirse», cientos de miles entonaban cánticos contra la reforma laboral del Gobierno. Algunas pancartas incluso pedían la dimisión en bloque del equipo de Rajoy y otros cánticos amenazaban con un nuevo paro general: «Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga».
Varios ciudadanos portaban carteles en los que se decía «Si no hay justicia no habrá paz para el Gobierno», y otros en los que se alentaba a secundar la huelga: «Un día sin sueldo es duro, una vida sin derechos no es vida». Uno de los grupos que mayor protagonismo acaparó durante la marcha fue el formado por trabajadores del sector sanitario. La mayoría de ellos acudieron a la manifestación equipados con batas blancas, y protestaron por la situación actual de la Sanidad, defendiendo un cambio bajo consignas como «La sanidad no se recorta, se defiende».
Un grupo de estudiantes portaba una pancarta contra los recortes en educación y pidiendo la dimisión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
En Barcelona un millón de personas, según los sindicatos, y 110.000 según la Guardia Urbana, se manifestaron por el centro de la ciudad en la marcha convocada con motivo de la huelga general bajo el lema ‘Tenemos soluciones. Que no nos quiten el futuro’.
La manifestación, que debía empezar a las 18 horas desde plaza Catalunya hasta la avenida Diagonal, llenó el paseo de Gràcia de principio a fin y no pudo avanzar hasta que se disolvió la cabecera. Los actores Manel Barceló y Quim Masferrer leyeron el manifiesto unitario, en el que constataron que las políticas que están aplicando los gobiernos del PP y de CiU son «totalmente injustas para la mayoría de la población e inútiles para salir de la crisis», y reprocharon que se busquen soluciones para evitar la fallida del sistema financiero mientras se recortan recursos para las políticas sociales.
Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles en Oviedo, A Coruña, Zaragoza, Huelva y en todas las capitales de provincia, para mostrar su rechazo a una políticas de austeridad que sólo causan desempleo y están llevando a la desaparición de los servicios sociales y derechos adquiridos.
En la cuarta y última comparecencia informativa sobre el seguimiento del paro, celebrada pasadas las 19:30 horas, la directora general de Política Interior dijo que a lo largo de la jornada se practicaron 118 detenciones. A su vez los servicios médicos atendieron a 74 heridos en diversos incidentes, entre ellos 43 miembros de la policía, según los datos de Interior.
CCOO, UGT y USO cifraron en 9,1 millones el número de trabajadores en huelga durante la jornada de ayer, de los 11,9 millones de trabajadores llamados al paro, una vez descontados los servicios mínimos.
Las cifras muestran que los sectores en los que menos fue secundando el paro general en el sector privado fueron el financiero (41%), las comunicaciones (55%), el comercio (68%) y la hostelería (68%), frente al paro prácticamente total, de hasta el 95%, en la agricultura, ganadería y pesca o la industria, la energía y la construcción. En mitad de estas horquillas, se hallaban los servicios postales (85%), las actividades inmobiliarias, administrativas, de limpieza y seguridad (80%) o las artísticas y el servicio doméstico (79%).
Por otro lado, el seguimiento en la Administración fue del 66%, con especial incidencia en la administración local (75%) y la educación (75%), incluyendo también la educación privada. En el caso de la Administración Central, el paro fue secundado por el 52% de los trabajadores, con menor intensidad que en la sanidad y los servicios sociales (56%) y la administración autonómica (62%).
Por comunidades autónomas, Cataluña, Asturias y Galicia, fueron las que más pararon durante la jornada de huelga general, con un seguimiento medio del 85% de los asalariados. Seguidas de Andalucía (80%), Cantabria (79%), Madrid (78%), Comunidad Valenciana (78%), Aragón (75%), Castilla y León (75%) y Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, La Rioja y Navarra, todas ellas con un porcentaje del 70%. Completan la lista, Baleares y Canarias, con un 68%, y Euskadi, con un 51%.
El consumo eléctrico imputable a la actividad productiva cayó entre un 58,4% y un 66%
El consumo de electricidad imputable a la actividad productiva cayó durante la jornada entre un 58,4% y un 66%, según la hora, de acuerdo con un índice de medición elaborado por Economistas Frente a la Crisis (ECF).
El indicador de ECF recogió un descenso del 66% en el consumo eléctrico industrial a las 0.00 horas, del 63,6% entre las 00:00 horas y las 09:00 horas; del 60% entre las 00:00 horas y las 10.00 horas; y del 58,4% entre las 00:00 horas y las 11:00 horas. ECF defiende su metodología para medir los efectos de la huelga general, frente a un análisis «en bruto» de la demanda eléctrica con respecto a la previsión de Red Eléctrica de España (REE), al que considera «irrelevante» e incluso origen de «malas interpretaciones».
La huelga, explica, solo puede afectar al consumo de electricidad imputable a la actividad productiva, y no tiene efectos sobre la demanda de los hogares ni sobre el consumo en los comercios y servicios. Estas instalaciones, aunque se vean afectadas parcial o totalmente por la huelga, mantienen la iluminación, las calefacciones, los servidores de los sistemas informáticos y los electrodomésticos en funcionamiento pese a la huelga, y sus cierres completos durante las protestas son muy escasos.
Las huelgas, indica EFC, tampoco afectan a procesos industriales continuos como los de la electroquímica, el aluminio o la cadena del frío, ya que una parada del consumo podría producir daños en las infraestructuras productivas. A modo de ejemplo, una caída del 20% de la demanda de electricidad podría suponer una caída del 100% de la demanda de electricidad relacionada con la actividad productiva vinculada a las actividades de los trabajadores en huelga, señala.
Éxito de la huelga de consumo
La Confederación General del Trabajo valoró como un rotundo éxito la huelga de consumo que también estaba convocada para ayer.
Más del 60% del sector servicios, comercios… estuvieron cerrados por la huelga general, y el resto de negocios que abrieron permanecieron prácticamente vacíos de consumidores.
Para CGT esa fue una gran lección que la población dio a la patronal, al Gobierno, al sistema capitalista que quiere pasar por encima de la dignidad de las personas. «En el consumo no está la felicidad, en el crecimiento indiscriminado tampoco. Es muy importante producir mejor, consumir menos y así vivir con más libertad, independencia y de forma autogestionaria», aseguró la organización sindical en un comunicado.
Para la CGT «es importante plantear un cambio de modelo de sistema productivo que resuelva las necesidades del ser humano sin tener como objetivos las plusvalías, la obtención de beneficios, el desarrollismo, la productividad, la competitividad y sin importarle esquilmar los recursos naturales, contaminar, transgredir las leyes de la naturaleza y explotar a las personas». «Condenar la política represora del Gobierno, que se traduce en una actuación policial de prepotencia, autoritarismo, filofascismo, carente de cualquier sentido de la realidad y la proporción, conculcando la libertad de expresión y el ejercicio del derecho a la Huelga».
Por todo ello CGT exigió la libertad inmediata sin cargos de todas las personas detenidas.