Un día después de que la Corona suspendiera por segunda vez en la encuesta de confianza del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con la peor nota de su historia (3,6 sobre 10), el programa de Televisión Española Audiencia Abierta ha mostrado unas imágenes inéditas del rey despachando con el jefe de su Casa, Rafael Spottorno. […]
Un día después de que la Corona suspendiera por segunda vez en la encuesta de confianza del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con la peor nota de su historia (3,6 sobre 10), el programa de Televisión Española Audiencia Abierta ha mostrado unas imágenes inéditas del rey despachando con el jefe de su Casa, Rafael Spottorno. Mientras, el locutor de la televisión pública loaba la «determinación, la decisión y la firmeza que está demostrando» el monarca para superar sus problemas de salud.
Juan Carlos I, salpicado por recurrentes escándalos que han afectado desde a su yerno, Iñaki Urdangarin, a su hija la infanta Cristina, además de a su entorno -especialmente en lo relativo a los negocios de la mujer definida con el eufemismo de «amiga íntima», Corinna zu Sayn Wittgenstein-, ha expresado en el programa su deseo de «relanzar la Corona» situándose en el papel de «moderador por encima de la batalla política por encima de ideologías e intereses particulares»
El monarca desea para ello, según el relato de la televisión pública, recuperar el protagonismo que tuvo durante la Transición y propiciar acuerdos entre las fuerzas políticas mayoritarias, PP y PSOE, para «consensuar políticas para la creación de empleo».
El programa «Audiencia Abierta» no explica cuáles son las propuestas concretas del jefe del Estado, aunque sí ha señalado que el rey ha seguido recibiendo durante la convalecencia de su operación de espalda del pasado 3 de marzo al presidente, Mariano Rajoy, así como al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien recibe «a menudo».
Zarzuela confía en que el desplome de la popularidad de la Corona se frene cuando el rey retome su agenda, minimizando así el impacto en este descrédito de los escándalos de supuesta corrupción y tráfico de influencias que afectan al soberano y su entorno. Para tratar de zanjar el debate, cada vez más presente, de la abdicación, el locutor de TVE anuncia también en el programa que Juan Carlos I aumentará «sus contactos con sectores políticos, económicos y ciudadanos» y que la posibilidad de que pase el testigo a su hijo no se está evaluando.