El ministro de Educación desprecia las movilizaciones contra su ley educativa y las califica de «fiesta de cumpleaños» comparadas con las que han tenido lugar en Chile o México, donde también se están fraguando reformas. Docentes, familias y alumnos protagonizaran el 24 de octubre la segunda jornada de huelga de la historia en todos los […]
El ministro de Educación desprecia las movilizaciones contra su ley educativa y las califica de «fiesta de cumpleaños» comparadas con las que han tenido lugar en Chile o México, donde también se están fraguando reformas. Docentes, familias y alumnos protagonizaran el 24 de octubre la segunda jornada de huelga de la historia en todos los niveles de la educación pública.
Es un «provocador» y sus palabras sólo van a conseguir que la respuesta en la calle a su polémica reforma y sus recortes sea «todavía mayor». Es el análisis que, de forma mayoritaria, hacen sindicatos y organizaciones defensoras de la enseñanza pública sobre el último desprecio del ministro de Educación, José Ignacio Wert. En una entrevista en Los Desayunos de TVE, dijo este jueves que, comparado con lo que está ocurriendo en Chile y México donde también se están llevando a cabo reformas en este ámbito, el ambiente de protesta en España «es una fiesta de cumpleaños». Sin embargo, la escuela pública al completo ya ha anunciado que volverá a la huelga el próximo 24 de octubre. La jornada de paro en centros de infantil, colegios de primaria y secundaria, institutos, universidades y demás centros tanto de enseñanzas especiales como del régimen general a la que llama la Plataforma por la Escuela Pública se complementará con manifestaciones en más de una treintena de ciudades. Docentes, padres y estudiantes creen que la mejor forma de responder al ministro es mostrar masivamente su oposición a una ley que, dicen, no sólo no fomentará la «excelencia y la calidad para todos» a la que tantas veces se ha referido el titular de Educación, sino que acarreará más desigualdad.
«Las movilizaciones no pierden eficacia y estamos convencidos de que van a tener mucho respaldo social y van a contribuir a evitar más fracaso y abandono escolar y segregación», señala el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García. En este sentido, recuerda que la huelga es un derecho amparado por la Constitución Española. Y deja una advertencia al ministro: «Fiesta de cumpleaños es donde está Wert mientras nosotros defendemos la educación pública, que es lo que debería hacer él», ha añadido.
Según la portavoz del Sindicato de Estudiantes Ana García, esta es la «actitud» es la que el ministro tiene «acostumbrados» a los defensores de la educación pública. «No es ninguna noticia, es sólo una demostración más de su carácter autoritario y antidemocrático. Este es el único lenguaje que domina», amplía. La del 24 de octubre será la segunda jornada de huelga en todos los niveles de la educación pública de toda la historia tras la que tuvo lugar el pasado 9 de mayo. José Luis Pazos, portavoz de la FAPA Giner de los Ríos, integrada en la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), defiende la importancia de la convocatoria ante el ninguneo del ministro con una frase rotunda: «No nos merecemos ser llamados padres si no defendemos la educación de nuestros hijos».
Según Pazos, esta movilización será una buena oportunidad para que las asociaciones de padres y madres demuestren que no están dispuestas a quedarse de brazos cruzados ante una ley que, dicen, provocará una «involución total» en la educación pública. «Cada vez hay más padres que tienen que decirle a sus hijos que su futuro depende de un bolsillo que ahora mismo tienen vacío», añade.
¿Una comparación acertada?
En España, la Plataforma por la Escuela Pública está centrada en denunciar la concepción «segregadora» de la ‘Ley Wert’, pues plantea separar a los alumnos a los 15 años en función de lo que quieran estudiar, las reválidas o la prórroga a los conciertos a escuelas que segregan por sexos como incluye la ley. Y en protestar contra los tijeretazos en educación que, dicen, traen consigo una «degradación sistemática» de la educación pública. En Chile o México, con cuyas protestas comparó el ministro las movilizaciones del sector educativo español, la situación es diferente.
En México el presidente Peña Nieto propuso una reforma educativa para obligar, entre otros temas, a que los maestros sean sujetos a examen para mantenerse en las aulas. En México, según informa la BBC, no hay datos oficiales sobre cuántas escuelas, maestros o alumnos hay. En este país, los sindicatos tienen el control sobre la asignación de plazas y los ascensos de los maestros. Ahora se han rebelado contra la reforma educativa.
En Chile la situación es otra. El punto álgido de las protestas tuvo lugar en el verano de 2011. La movilización fue liderada por los estudiantes universitarios, que reclamaban un mayor aporte del Estado a las instituciones tradicionales de educación superior. En este país las matrículas universitarias sólo están subvencionadas al 12% y el resto tienen que pagarlo los universitarios. En octubre de 2012 el Gobierno de Sebastián Piñero anunció un aumento del del 9,4% en el presupuesto fiscal en educación. El movimiento estudiantil celebró este aumento, si bien insiste en señalar que su objetivo es fortalecer más la enseñanza pública.