Si hace unos días escribí sobre la partida que estaba jugando la izquierda, y en especial Izquierda Unida de cara a la conformación de su candidatura para los próximos comicios electorales al parlamento europeo, hoy podemos comprobar como hay quien aún no sabe jugar al ajedrez y quien sólo sabe, o no ha hecho otra […]
Si hace unos días escribí sobre la partida que estaba jugando la izquierda, y en especial Izquierda Unida de cara a la conformación de su candidatura para los próximos comicios electorales al parlamento europeo, hoy podemos comprobar como hay quien aún no sabe jugar al ajedrez y quien sólo sabe, o no ha hecho otra cosa, más que jugar al ajedrez.
La noticia que nos hemos desayunado sobre la conformación de la candidatura de IU pone de manifiesto que una posible alianza con Podemos y otras formaciones del ala izquierdista se hace más que difícil. Las demandas que se hacían desde la organización de Iglesias en pro de un sistema de elección de candidatos por votación abierta a las bases (sistema de elección de candidatos que suele utilizar la CUT-BAI), es algo innegociable para una institución como IU, pues aunque ésta ya alcanzó la mayoría de edad, parece que aún no ha interiorizado que no está compuesta solo por el PC, aunque sí sabe cómo negociar con sus aliados. ¡Has trabajo bien viejo topo!
La conformación de la candidatura, si bien es representativa de los diferentes territorios del país, nace adolecida de una escasez de métodos de elección y conformación de cargos con principios de participación militante y democrática: Anova (Galicia) directamente negoció su incorporación por la quinta plaza en la lista; la candidatura doble con Albiol (PC-País Valenciano) no se hace con un segundo puesto sino que se da con un cuarto lugar para ésta; la cabecera para el ajedrecista (PC-Andalucía); el tercero era innegociable pues pertenecía a Urtasun de Cataluña, así lo decidió ICV en primarias de su militancia en diciembre; el segundo lugar es para los sindicatos, como no puede ser de otra forma en la izquierda, aunque de nuevo se elija a una miembro de CCOO obviando numerosas fuerzas sindicales con mayor representatividad y legitimidad moral que la central oficialista. El resto de la lista que se ha podido conocer es: Vallina en el sexto puesto (PC-Asturias), Couso en el séptimo puesto (PC-Madrid), el octavo para Cha, el noveno para Izquierda Abierta, Pisarello por EUiA en el décimo y el undécimo para Lara Hernández, quien ya interviniese en la Asamblea de Madrid llevando la voz de los jóvenes migrantes.
Ciertas reacciones no se han hecho esperar, entre ellas las de Llamazares e IzAb quien ha mostrado su descontento con la lista, pues que esperaba que su formación hubiese sido mejor posicionada. Incluso mostró su disposición a impugnar ésta ante los órganos competentes y así poder conseguir el sexto puesto al considerar que los aliados ocasionales resultaron mejor posicionados. Igualmente se han oído voces en favor de la integración o el acuerdo con la organización de Iglesias, aunque en vista de lo acontecido, dicho acuerdo nacía dinamitado, ya que la elección realizada por la cúpula de IU a través del método del «dígito silante» o «dedo oscilante» es contraria a la votación abierta de la militancia.
Aún no hemos oído que piensa de esto la formación que el pasado enero ratificó a Sanchez Gordillo como su portavoz nacional, la CUT, misma que eligió a su candidata para que la representase en la lista al parlamento europeo dentro de IU. Cierto es que el Bloque Andaluz de Izquierdas no está muy interesado por Europa, su relación con la población es de cercanía, de resolución de los problemas reales, de lucha en defensa de los derechos de los más desfavorecidos, de las marchas del 22 de Marzo,… Esta formación es más de Ayuntamientos que de Bruselas. Pero, ¿hasta cuándo seguirá siendo la hermanita pobre dentro de IU? Para quien escribe, estos poseen más en común con la formación de Iglesia que con la de Lara pero… ¿Tienen miedo a medirse en solitario? ¿Son ellos los que no saben jugar al ajedrez? ¿No encuentran buenos compañeros para el viaje? ¿Sabe Meyer que al final el lobo nunca viene y que sólo amenaza con venir o irse? O peor aún ¿alguien negocia otra cosa?
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