En el sindicato ESK afrontamos el reto de luchar por una sociedad más justa. En nuestra ponencia de la asamblea del pasado 8 de noviembre apostamos por un modelo de contrato social que anteponga a las personas frente a lo mercados financieros, un nuevo paradigma generado desde valores anticapitalistas, ecologistas, feministas, internacionalistas… un nuevo paradigma […]
En el sindicato ESK afrontamos el reto de luchar por una sociedad más justa. En nuestra ponencia de la asamblea del pasado 8 de noviembre apostamos por un modelo de contrato social que anteponga a las personas frente a lo mercados financieros, un nuevo paradigma generado desde valores anticapitalistas, ecologistas, feministas, internacionalistas… un nuevo paradigma que sitúe a las personas y su bienestar como centro de la actividad humana; centrando una gran parte de nuestra crítica en los actuales modelos de producción y consumo.
Para nuestro sindicato es imprescindible por lo tanto superar el actual modelo capitalista, un modelo que aleja a la ciudadanía de la participación política, generando instituciones representativas pero no participativas; de ahí aquello de que no nos representan. En el caso del Estado español un modelo que da cobertura a un gobierno que con sus políticas de sumisión a la Troika empobrece y precariza la vida de la población. Políticas económicas de sumisión al capital impuestas a sus ciudadanos y ciudadanas, e impuestas a los pueblos y naciones sin estado como Euskal Herria.
En ESK entendemos que, si bien nuestro ámbito de trabajo se sitúa en Euskal Herria, tenemos anhelos y reivindicaciones comunes a las organizaciones de clase de otros pueblos y naciones, pero más en concreto, con las organizaciones del Estado español, tenemos enemigos comunes a los que es preciso combatir. Las Marchas de la Dignidad 22M representan la lucha contra esos enemigos comunes.
La unidad de acción de sindicatos y organizaciones de clase que se genera con la movilización de las marchas 22M construye un espacio de lucha que trasmite ilusión a la clase trabajadora y a esa parte de la sociedad más combativa que ha perdido la esperanza viendo como los sindicatos mayoritarios en el estado se venden y claudican. Esto puede suponer un antes y un después para la respuesta conjunta de la izquierda transformadora a las agresiones que sufren la ciudadanía en general y la clase trabajadora en particular en el Estado español.
Espacio de continuidad
En este espacio, ESK observa condiciones válidas para el trabajo en común, independientemente de que no renunciemos a nuestro propio calendario de movilizaciones y a nuestra agenda de reivindicaciones propia.
La posibilidad que surge a partir del 22M para la construcción de un espacio que dé continuidad a las Marchas de la Dignidad, no obstante, no debe constituir únicamente un elemento que se aglutine en base a un mínimo común denominador de reivindicaciones compartidas. Al igual que las Marchas de la Dignidad 22M dan cabida a las reivindicaciones de las diversas columnas, el espacio que se genere de la continuidad de las marchas 22M debe incorporar elementos de empatía hacia las reivindicaciones propias de los pueblos y naciones del estado y de sus organizaciones.
Por todo ello participamos en las Marchas de la Dignidad 22M, porque tenemos aspiraciones y anhelos comunes. Porque tenemos sed de justicia social, hambre de valores que defienden el reparto de la riqueza, el empleo y los trabajos, de valores que antepongan a las personas frente a los mercados sin rostro y sin piedad. Necesidad, en fin, de poder construir un futuro de hombres y mujeres libres.
Pero también participamos por incorporar nuestras propias reivindicaciones, reivindicaciones que queremos trasladar y que pedimos hagáis vuestras. Trasladamos nuestra reivindicación por un marco vasco de relaciones laborales, la reivindicación del derecho a decidir su futuro para los pueblos y naciones sin estado y os presentamos nuestro esfuerzo por la elaboración de una carta de derechos sociales para Euskal Herria en el que estamos trabajando los sindicatos y organizaciones que conforman el espacio socio-sindical en el que ESK trabaja. Osasuna eta askatasuna.
Felix Iritzar es miembro del sindicato ESK Euskal Herria.
Fuente: http://enlucha.org/diari/