El asistente [probablemente Karl Rove, asesor de George W. Bush] dijo que gente como yo estaba ‘en lo que llamamos la comunidad basada en la realidad’, que definió como gente que ‘cree que las soluciones emergen de su estudio bien ponderado de la realidad discernible’. Asentí con la cabeza y murmuré algo sobre principios de […]
Ron Suskind (2002)
I. Tenemos aquí de todo, incluso un ex conseller contrabandista y pronto presidiario (Ausàs) y un gran patricio estafador (Millet), el de las cuatrocientas familias, el que se sigue paseando por las calles inmaculadas de Pedralbes, donde vivían o viven el yernísimo y su señora imputada.
Y, por si faltara algo, un conseller de Sanidad que está haciendo todo lo posible y algo más para destruir la sanidad pública.
Sigue creando su propia realidad: afirma que defiende el estado de bienestar.
II. La noticia de la semana: desde instancias parlamentarias catalanas, por motivos diversos, no es éste ahora el punto, se ha pedido un referéndum sobre la forma de estado, Monarquía o República. Bien. Elemental querido Watson.
III. Es también noticia, en Cataluña y en el resto del Estado: el porcentaje de trabajadores y trabajadoras que perciben el salario mínimo o una cuantía menor se ha duplicado desde 2004. Según el INE, el 12,25% -datos de 2012, en 2004 era del 6%- de los trabajadores españoles percibe esa remuneración, 8.979 euros anuales, unos 25 euros diarios, 1 euro por hora (auge, entre otros motivos, de los trabajos a tiempo parcial no por voluntad de los y las propias trabajadoras). En Barcelona, el ingreso mensual permite pagar un alquiler pequeño, abonar (usando lo mínimo) las facturas de gas, agua, luz y teléfono y gastar en comida unos 25 euros semanales. No hay para más.
El valor de la agresión y estafa antiobrera señalado sólo lo superan Rumanía (19%) y Grecia (15%).
¿Y entonces, qué pasa entonces? España, incluida por supuesto Cataluña, es uno de los países europeos con mayor tasa de riesgo de exclusión social… para personas con empleo. «Trabajadores pobres» es el concepto-insulto asociado.
IV: ¿Se puede? Se puede, debemos intentarlo: pacientes, trabajadores de Bellvitge, vecinos de l’Hospitalet, están impidiendo que se cierren tres plantas del hospital.
Responsabilidad: el gobierno Mas en pleno. Figura destacada: Boi Ruiz, el peor ministro de Sanidad de estos últimos 35 años. Lo nombró y ratificó el president de la Generalitat.
Se cierran camas, se quieren cerrar camas, con ciudadanos esperando a ser ingresados en el hospital. Una de las aristas más oscutas del neoliberalismo realmente existente.
V. Otro intelectual orgánico del régimen, opusdeísta además para más señas, que abona todo lo que puede y algo más el independentismo o cuanto menos la cultura independentista (España es un desastre, España nos roba, nunca cambiarán, siguen siendo franquistas, la España de pachanga y pandereta y fracaso en el Mundial, etc). Las declaraciones de don Fernández Díaz, un catalán en absoluto universal por cierto: «Una Cataluña independiente sería pasto del yidahismo.»
Y a otra cosa.
VI. ¿Qué porcentaje de trabajadores han perdido los servicios sociales en Cataluña en estos últimos tres años? Uno de cada cinco, el 20%, 16.200 puestos de trabajos. De 89 mil 200 trabajadores a 73 mil. ¿Esto es cuidar el estado de bienestar y a los sectores más vulnerables de nuestra comunidad?
VII. Un nudo esencial en la contrarreforma educativa en la que estamos inmersos, que no es asunto menor: los consejos escolares, un órgano de control democrático de las actuaciones de las Juntas Directivas de escuelas e institutos, perderán poder y pasarán a tener funciones consultivas. ¿Se equivocaban de mucho los jóvenes del 15M cuando gritaban aquello de le llaman democracia y no lo es?
VIII. Una semana de la dignidad ha hecho que la ciudad de los prodigios se aleje a pasos acelerados de esa millor botiga del món en la que algunos han querido y quieren transformarla. ¡No podrán, no pasarán!
IX. Una ciudadana que cautivó a los sectores guapos y magníficamente instalados de la ciudad ha sido imputada. Por evasión fiscal y blanqueo de capitales.
La defiende otro prohombre de la ciudad: don Miquel Roca i Junyent, el que en su día aspiró a la Alcaldía.
¿Qué dirán sus amigos de ESADE? ¿Y sus compañeros de Caixabank? ¿Qué pensará don Isidre Fainé?
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