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[Crónicas sabatinas] Más acá y por debajo del soberanismo-independentismo

Noticias de (otra) Catalunya

Fuentes: Rebelión

Para el maestro y amigo Andrés Martínez Lorca El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido (…), es generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y […]

Para el maestro y amigo Andrés Martínez Lorca

El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido (…), es generalmente, un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. E introduciría su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir, su falta de mentalidad.

Jordi Pujol (1976), La inmigració, problema i esperança de Catalunya

Sé que es un secreto porque de él se murmura por doquier.

William Congreve, Love for Love [2]

[…] ¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra,

al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?

Los mismos hombres, las mismas guerras,

los mismos tiranos, las mismas cadenas,

los mismos farsantes, las mismas sectas

¡Y los mismos, los mismos poetas!

¡Qué pena

que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!

León Felipe, «¡Qué pena!» (Nueva antología rota)

Tras el descanso estival, inevitablemente toca hablar en este reencuentro del molt ex honorable (desde ahora: el GDM, el gran desfalcador y manipulador) y de la gran letra, la «uve» barcelonesa del próximo 11 S. Otras informaciones -ésta por ejemplo: «El Síndic acusa a la Generalitat de vulnerar derechos de niños tutelados»- las dejamos para futuras noticias sabatinas.

Antes, como intencionado y ejemplar contraste, un homenaje a Julio Cortázar (y a Ernesto Guevara a un tiempo) en su primer centenario. En una carta dirigida a Adelaida Guevara y a Roberto Fernández Retamar, tras el asesinato del revolucionario internacionalista argentino, comentaba el autor de Rayuela:

París, 29 de octubre de 1967

Roberto, Adelaida, mis muy queridos:

Anoche volví a París desde Argel. Sólo ahora, en mi casa, soy capaz de escribirles coherentemente; allá, metido en un mundo donde sólo contaba el trabajo, dejé irse los días como en una pesadilla, comprando periódico tras periódico, sin querer convencerme, mirando esas fotos que todos hemos mirado, leyendo los mismos cables y entrando hora a hora en la más dura de las aceptaciones. Entonces me llegó telefónicamente tu mensaje, Roberto, y entregué ese texto que debiste recibir y que vuelvo a enviarte aquí por si hay tiempo de que lo veas otra vez antes de que se imprima, pues sé lo que son los mecanismos del télex y lo que pasa con las palabras y las frases. Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperadamente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible. El Che ha muerto y a mí no me queda más que el silencio, hasta quién sabe cuándo; si te envié ese texto fue porque eras tú quien me lo pedía, y porque sé cuánto querías al Che y lo que él significaba para ti. Aquí en París encontré un cable de Lisandro Otero pidiéndome ciento cincuenta palabras para Cuba. Así, ciento cincuenta palabras, como si uno pudiera sacarse las palabras del bolsillo como monedas. No creo que pueda escribirlas, estoy vacío y seco, y caería en la retórica. Y eso no, sobre todo eso no. Lisandro me perdonará mi silencio, o lo entenderá mal, no me importa; en todo caso tú sabrás lo que siento. Mira, allá en Argel, rodeado de imbéciles burócratas, en una oficina donde se seguía con la rutina de siempre, me encerré una y otra vez en el baño para llorar; había que estar en un baño, comprendes, para estar solo, para poder desahogarse sin violar las sacrosantas reglas del buen vivir en una organización internacional. Y todo esto que te cuento también me avergüenza porque hablo de mí, la eterna primera persona del singular, y en cambio me siento incapaz de decir nada de él. Me callo entonces. Recibiste, espero, el cable que te envié antes de tu mensaje. Era mi única manera de abrazarte, a ti y a Adelaida, a todos los amigos de la Casa. Y para ti también es esto, lo único que fui capaz de hacer en esas primeras horas, esto que nació como un poema y que quiero que tengas y que guardes para que estemos más juntos.

Yo tuve un hermano.

No nos vimos nunca

Pero no importaba.

Yo tuve un hermano

que iba por los montes

mientras yo dormía.

Lo quise a mi modo

le tomé su voz

libre como el agua,

caminé de a ratos

cerca de su sombra.

No nos vimos nunca

pero no importaba,

mi hermano despierto

mientras yo dormía,

mi hermano mostrándome

detrás de la noche

su estrella elegida.

Ya nos escribiremos. Abraza mucho a Adelaida. Hasta siempre,

Julio

(Por cierto, seguro que a Adelaida, Cortázar, Ernesto Guevara y también, por supuesto, a Fernández Retamar, les gustaría recordar esta sustantiva reflexión de César Milstein, el último Nobel argentino: «La ciencia sólo cumplirá sus promesas, cuando sus beneficios sean compartidos equitativamente entre los verdaderos pobres del mundo». Que así sea. Ciencia como consciencia como no dejaba de repetir otro luchador y filósofo internacionalista, Francisco Fernández Buey).

Entremos en materia.

Mientras Frau Merkel, la gran mandataria, se negaba a aceptar y leer una carta del hijo (de 92 años) del alcalde de Santiago de Compostela, asesinado en su presencia en 1936, una carta en la que se solicitaba que el Estado alemán pidiera disculpas a los pueblos españoles por el apoyo nazi al fascismo y al golpe de estado, el germanista GDM (a quien el secretario general de CDC y otros dirigentes convergentes -y tertulianos afines- siguen llamando significativamente «president Pujol»), el molt ex honorable, decía, su denso y numeroso clan familiar y político y su organizado saqueo del país al que tanto dicen amar dan para muchas noticias sabatinas. Esta primera para abrir boca.

La estrategia (dinámica, en absoluto estática, dialéctica hegeliano-marxista en estado puro) del GDM, de CDC (en sintonía y con algún desajuste puntual), de fuerzas políticas próximas y fuerzas sociales que tan bien representaron y siguen representando (por el momento, están surgiendo otros candidatos en su ágora privilegiada), puede resumirse así:

1.Lo sucedido no tiene nada que ver con CDC, es cosa personal de su ex presidente de honor y fundador. Nada de corrupción. Ni del 3% ni del 5%.

2. Tampoco tiene que ver con las instituciones de la Generalitat, con funcionarios sumisos o con las fuerzas empresariales del país. Nada de nada.

3. Lo único que el ex molt honorable ha aceptado en su famoso comunicado es lo de la herencia de don Florenci (la otra hija, Marta Pujol: de quina herència parles Jordi?).

4. De hecho, dicen algunos, el fraude es falso. No hay tal. Pujol se ha sacrificado, como padre protector, por sus hijos que no han seguido sus sabios y honestos consejos.

5. Tal es su sacrificio que ha llegado a mancillar en nombre de su padre, de don Florenci, una persona intocable para él.

6. Se traza (aunque no siempre nítidamente) una fuerte línea de demarcación entre don Jordi Pujol i Soley y las actividades de sus hijos (estos sí encausados). El padre no es responsable de las acciones de sus hijos, ninguna de ellas relacionada con su hacer, con su estilo, con su concepción del mundo, con su firme y honesta filosofía nacionalista. Es su línea de demarcación

7. La gran tesis de doña Marta-això-és-una-dona-váyase-a-la-mierda, tesis que sin duda cada día parece tener más adeptos: esto se olvida pronto, en todo habita el olvido más pronto que tarde.. Quedará lo otro, la gran obra de gobierno, de sus gobiernos tan bien representados por Félix Puig, el horrible y reaccionario ex de Interior («Un juez investiga por blanqueo a dos hermanos de un consejero catalán». Jordi Puig, socio de Jordi Pujol Ferrusola, y Oriol Puig, director del Servicio Metereológico de Cataluña que compatibiliza con la administración de cinco empresas privadas. ¡Cinco!)

8. Enmarañar, por supuesto, echando balones fuera y haciendo referencia de nuevo a la perfidia de Madrid, al horrible Montoro, a la Gürtel, a Bárcenas (¡ellos, los de Madrid, sí que roban!), en el viejo asunto de Banca Catalana. Por si vuelven las preguntas y los quisquillosos. ¡Ventilador a todo tratpo!

9. Arrojar a Carlos Jiménez Villarejo, no tanto por el momento a Mena, el otro fiscal del caso, a las tinieblas de la sumisión (no legal) a un Estado que quería atacar a Cataluña en su persona.

10.Los intelectuales orgánicos del pujolismo ya tienen la tesis diseñada (hay más en reserva por si acaso): nos ha fallado ahora (de hecho, se ha sacrificado y nada ha sido probado contra él: ¡es un héroe trágico!) en un asunto menor, pero su gran obra queda en pie: sigue siendo un gran presidente, el gran president de la Generaltat, el gran defensor de Cataluña. ¡Esto es intocable., con esto no se juega, no se puede jugar! Fora els botiflers! Toda narrativa institucional y afín tiene y debe tener este punto como nudo esencial. ¡La obra del ex molt honorable sigue siendo intocable, sigue siendo nuclear en la historia reciente de Cataluña! La veneración persiste y debe persistir.

11. Y, por supuesto, Artur Mas (que se formó de joven en la elitista escuela privada «Aula») pasaba por allí y no lo pudo resistir pero él, personalmente, no tiene nada que ver -¡nada!- con los tejemanejes del clan familiar de su principal referente político. Su amistad con don Jordi Pujol Ferrusola es asunto privado y punto.

Pero no todas las narrativas tienen este sello de sumisión e idolatría al gran venerado, al nunca discutido..

Para empezar vale la pena recoger unos textos de un libro de Gregorio Morán publicado hace un año y medio, en 2013, La decadencia de Cataluña. Merecen una atenta relectura.

El primer fragmento seleccionado, del prólogo del libro:

Si nos miramos en el espejo en el que tantos reflejos nos muestra desde 1995 a 2012, estamos obligados a referirnos a Jordi Pujol, primer President electo de la Generalitat de la Monarquía democrática y auténtico padrino de este país algo mayor que Sicilia pero con claras concomitancias políticas, familiares, gastronómicas y hasta musicales con la isla. Lamentablemente, nuestra literatura contemporánea aquí fue más humilde pero no por ello menos pretenciosa, como corresponde a una lengua que se dobla entre lo doméstico y la subvención institucional.

En estos textos está Jordi Pujol no de un modo omnipresente, pero como ocurre también en Sicilia, hasta cuando se amaga sabemos que alguien está escuchando en su nombre y que alcanzará su oído. Seno una especial atracción hacia la figura de Jordi Pujol, quizá porque, como les ocurre a todos los biógrafos de personajes complejos, representa para mi todo lo que detesto como hombre, como padre, como marido, como político, y n digamos como intelectual, si es que tal pretensión suya tiene validez alguna. Durante muchos años estuve proponiendo a diversas editoriales publicar su biografía y no lo aceptó nadie. Llamativo. Conseguí que me editaran una de un presidente un ejercicio, Adolfo Suárez, no sin dificultades., todo hay que decirlo, pero sobre Pujol no fue posible. Y ahora aunque lo fuera, ni tengo ganas ni interés. Merecería guión cinematográfico o un gran documental, pero una biografía es un género que exige otras condiciones que ya no es fácil que se den. Queda para los que nos siguen.

Un poco más, sé que es un pelín largo, que vale la pena. Morán se sale de nuevo:

[…] En fin, así llegamos al final de este prólogo que es el enlace entre dos historias. ¿Cómo se fue agotando el impulso de una sociedad mecida en la autosatisfacción pujoliana hasta llegar a lo churrigueresco, que no fue otra cosa que el Tripartito imitando a Pujol e incluso superándole? ¡Para que no digan! Cuentan que el día que Lluís Companys declaró el «Estat Català» en 1934, aprovechando la sublevación obrera asturiana, dijo algo así como: «Ahora no dirán que soy poco catalanista».

Le duró el invento unas horas y nadie le salvó del ridículo de no ser por una heroica muerte ante un pelotón de fusilamiento por razones que no tenían ya nada que ver con aquello. La Cataluña de Companys, de Comorera, incluso de Tarradellas, no tiene nada que ver con la Cataluña de Jordi Pujol. Porque aquella perdió la guerra, y ésta no sólo ayudó a ganarla al enemigo, al que voluntariamente sirvió, sino que consiguió manipular la historia para lograr algo inédito: una doble victoria, ganaron la guerra con Franco y luego la democracia con Pujol.

Parodiando a Cambó: «¿Autonomía, Independencia? Cataluña.» Porque Cataluña son ellos.

Un segundo texto, también del libro de Morán (me alejo del GDP pero no de pujolandia), que apunta más que oportunamente hacia una de las características centrales -el transformismo, la liquidación de todo principio poliético- de gran parte de la clase política institucional catalana:

Un día de diciembre de 2010, el dirigente socialista Ferran Mascarell estaba reunido con dos íntimos colaboradores. Preparaban su presentación como candidato a las primarias del PSC de Barcelona que debía competir de CiU para la alcaldía. En pleno estudio de propuestas y maniobras, la secretaria le advierte de que tiene una llamada importante. Se retira de la sala y tras una breve espera, vuelve y les dice a sus promotores de campaña. «Olvidaos de todo esto. Acaba de llamarme el president Mas y soy el nuevo conseller de Cultura de la Generalitat

Hay otro tipo de aproximaciones al GDM, más recientes en este caso, que nada tienen que ver con la anterior. «El caso Pujol ¿perjudica a Cataluña?» de Jordi Oriola Folch [JOF] [3] es un excelente ejemplo de ellas. Una selección de sus observaciones («Madrid» remite siempre a gobierno central), escritas, según parece, desde una opción de izquierda independentista fuertemente nacionalista:

¿Por qué ahora el caso Pujol? «Porqué los servicios secretos catalanes se enteraron que Madrid pretendía destapar el caso Pujol en septiembre. Sabiendo que sería público, era mejor adelantarse y también separarlo de septiembre y noviembre.»

¿Qué pretende el gobierno central, «Madrid»? «Interpretan que el proceso de independencia es cosa de CiU y que el pueblo sigue mesiánicamente al Presidente, ex-Presidente y al gobierno. Pero CDC, UDC y las élites económicas no querían hacer este paso y están constantemente tratando de reconducirlo.»

La alegría colectiva de Cataluña: «Mientras otros países están hundidos moralmente por la crisis, en Cataluña, a pesar de la crisis, hay un estado de alegría colectiva porque nos estamos valorando y optando por sacar adelante una sociedad más justa y donde podamos vivir mejor todos juntos.»

El futuro que se nos abre ante nuestros ojos: «Después de eso, la Constitución catalana deberá ser, de todas las del mundo, una de las que más se dote y trabaje contra la corrupción.»

Agradecimiento al molt ex honorable: «En contraste con tantos otros políticos que han delinquido y lo han negado hasta el final, le tenemos que agradecer a Pujol haberlo reconocido públicamente, no como hizo con Banca Catalana, y permitirnos así de separar su caso del independentismo».

Ya hablarán los juzgados pero hay sospechas: «Ya lo dirán los juzgados, pero todo hace sospechar que hay dinero con otras procedencias. Los paraísos fiscales sirven para esquivar los impuestos, pero también para ocultar la procedencia de ingresos no justificables… ¿Quizás las famosas comisiones del 3% (que parece que realmente eran del 5%…)?»

La bonhomía catalana: «Pese a cierta aparente bonhomía comparando con otras geografías, la realidad es que la sociedad catalana es demasiado clasista, sobre todo en cuanto a su clase alta. Esta «casta» (la palabreja está de moda) socioppvergente, situada en todas las esferas de relevancia del país, además de chupar los recursos y oportunidades fraudulentamente, hacen de tapón al verdadero talento social de este país.

El mejor escenario en siglos: «Deben caer los muros y el proceso independentista -con el aumento de la autoestima por parte del pueblo y con la quebrantamiento del status quo- es el mejor escenario, en siglos, para hacerlo. Nunca como ahora veremos abrirse la ventana de oportunidades para que se plantee cómo queremos vivir y cómo queremos organizarnos socialmente. Esperemos que, todos los que tenemos valores de izquierdas, ¡sepamos estar en nuestro sitio y apretar fortísimo en la dirección correcta!»

Hasta aquí JOF. Se comenta por sí solo. No añado nada. No tendrá dificultades en sacar conclusiones.

Por su parte, el ex vicepresidente de la Generalitat catalana Josep Lluis Carod Rovira ha hecho unas declaraciones en las que considera que, antes de ver «la imagen letal» de la Guardia Civil deteniéndole, Jordi Pujol decidió reconocer públicamente que tenía «una herencia millonaria» en el extranjero. Carod Rovira ha asegurado que el caso Pujol ha sido «un mazazo en medio de la cabeza», porque a todo el mundo -a él también, claro está… ¿y no hizo nada desde la vicepresidencia de la Generalitat?- le habían llegado rumores (¿rumores?) sobre posibles «actividades irregulares, ilícitas y delictivas» de su entorno familiar y pensaban que la actitud del ex president era «mirar hacia otro lado», porque «no había ningún dato concreto». ¿No había ningún dato concreto? ¿Actividades ilícitas del entorno familiar, no del ex intocable?

Carod Rovira ha defendido también que él denunció antes que Pasqual Maragall lo del «tres por ciento». «Alguien muy importante» de CDC le dijo hace años que era «el cinco por ciento». ¿Y quién le habló del 5%? ¿Quién es ese alguien muy importante? ¿El actual president de la Generalitat, el hijo político predilecto del ex molt honorable? ¿Dónde presentó la denuncia el ex vicepresidente independentista?

Para Carod Rovira, «esto no es solo el final político de Pujol», sino que supone «el final de la transición política española en Cataluña, el final de unos políticos incuestionables, de unos métodos utilizados a partir de mayorías absolutas que son absolutamente intocables, que confunden mayoría absoluta con impunidad absoluta, que identifican el país y las instituciones con un partido, con una persona, con una familia, etc». A ver, a ver… Su partido, ERC, que ha apoyado a Pujol y a Mas en dos legislaturas cuanto menos, ¿está incluido o no en ese retrato político de familia? ¿ERC no tiene que ver con la presidencia y actividades del molt ex honorable?

Asimismo, señaló, antes se le llamaba, con connotación positiva, «el Pujol poliédrico (con muchas caras)», algo que en este momento se hace realidad de otra forma, porque parece que «hay un aspecto» de él «que nadie conocía». ¿Qué nadie conocía? ¿Y quién es ese Nadie al que refiere nadie?

También ha recordado don Carod el independentista que si esto se sabía antes, se ha ocultado mientras el ex president «no cuestionaba la integridad territorial» del Estado español. ¿Lo sabían solo los políticos mesetarios y sus clases anexos? ¿Sólo ellos? ¿La culpa de nuevo es Madrid? ¿NO recuerda don Carod lo que pasó con el caso Banca Catalana? ¿NO recuerda el «Obiols, cabró, som una nació!»?

Hay más y muy importante: ¡la querella de la izquierda! ¡Por fin, por fin!

Podemos y Guanyem anunciaron el pasado martes la presentación de una querella contra toda la familia de Jordi Pujol, el cofundador de CiU Carles Sumarroca así como contra Jordi Puig, hermano del Conseller Felip Puig, entre otras personas, además de las empresas adjudicatarias de contratos irregulares, los responsables públicos que los concedieron y los políticos y funcionarios que miraron para otro lado durante tres décadas. Acusan a los Pujol de haber conformado un entramado familiar que ha funcionado como un todo, para beneficiar económicamente a la familia y a su círculo de amigos. Una trama que afecta también a CiU, PP y PSOE y demuestra la corruptocracia incrustada en las instituciones, denuncian.

A esta acusación se han unido también movimientos políticos y sociales como ICV-EUiA y Procés Constituent, y Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), que ya había anunciado que se querellaría contra el ex president por su «gobernanza mafiosa» («mafiosa» no es adjetivo que se me pueda atribuir). ¿Y por qué no se han unido ANC o el Omnium cultural? ¿No tienen nada qué decir?

También se ha sumado el Partido X. Ha iniciado un trabajo sobre la trazabilidad de los flujos de fraude financiero de las empresas de la familia Pujol gracias a un grupo de especialistas liderado por Hervé Falciani. Tienen razones para creer que las cuentas de los Pujol en Andorra son la puerta de salida de un entramado de sociedades Offshore -deslocalizadas en paraísos fiscales- a través del cual se evadieron capitales para expolio masivo y continuado durante tres décadas «y que implica a otros grupos y familias de las élites catalanas, del estado español e internacionales».

La querella sostiene que la familia Pujol constituye un complejo entramado que consentía pagos por adjudicaciones de obras públicas y por favores políticos. Los Pujol hijos se encargaban de la concesión de las licencias y de los informes de impacto ambiental y hasta se desbloquearon informes negativos de Medio Ambiente. En aquella época Oriol Pujol era Secretario General del Departament de Treball, Indústria, Comerç i Turisme de la Generalitat, responsable de la concesión de las licencias, y Artur Mas era Conseller en Cap y mano derecha de Jordi Pujol. La querella acusa a la trama de presuntos delitos contra la Hacienda Pública, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, cohecho, malversación de fondos públicos, prevaricación, falsedad en documento público, y omisión de perseguir delitos. Nada, una tontería de nada.

Se presenta como acusación popular y solicitan que sea la Audiencia Nacional el órgano competente para instruir toda la causa. El motivo: el caso abarca defraudaciones que han causado una grave repercusión en la economía pública y a una generalidad de personas, según argumentan en el escrito. Piden por ello que el juzgado de instrucción 31 de Barcelona -que lleva la querella de Manos Limpias- se inhiba a favor de la Audiencia Nacional.

En la querella se describen varias operaciones presuntamente irregulares. Un ejemplo: Carles Sumarroca y Pere Pujol Ferrusola obtuvieron numerosos contratos de la Generalitat de Catalunya y de empresas públicas. La adjudicación era para la redacción de informes medioambientales. Entre los años 2002 y 2003 la mayoría de los informes necesarios para lograr las licencias de parques eólicos otorgados por la Generalitat fueron elaborados por empresas dirigidas por Pere Pujol y Carles Sumarroca, fundador de CDC y amigo íntimo de Jordi Pujol. ¡Iniciativa emprendedora! También solicitan que se investigue un movimiento societario realizado por Jordi Pujol jr y su exesposa Mercé Gironés que provocó que en cinco días del pasado diciembre ingresaran en cuentas desconocidas más de 15 millones de euros. O también las circunstancias de la venta a una empresa de Oleguer Pujol de los terrenos donde estuvo ubicado el antiguo Cuartel de Valenzuela del Ministerio de Defensa (precio: 15.600.000 Euros). La sociedad de don Oleguer P-F está domiciliada en Melilla y entre sus accionistas figura una empresa luxemburguesa. ¡Son muy cosmopolitas!

La querella de estos movimientos políticos y sociales se extiende a catorce personas con nombres y apellidos y a los responsables de las empresas adjudicatarias, a los funcionarios y políticos que adjudicaron contratos públicos y a quienes conocieron estos delitos y no hicieron nada para perseguirlos. La lista completa: 1. Jordi Pujol i Soley, expresident de la Generalitat de Catalunya; su esposa Marta Ferrusola i Lladós; los siete hijos del matrimonio: Jordi, Marta, Josep, Pere, Oriol, Mireia y Oleguer Pujol Ferrusola. 2. Carles Sumarroca Coixet, cofundador con el GDM de CDC y beneficiario de numerosas concesiones públicas de la Generalitat en construcción, sanidad, cárceles…, así como sus hijos Carles y Jordi Sumarroca Claverol. 3. Mercé Gironés Riera, ex-esposa de Jordi Pujol i Ferrusola. 4.Jordi Puig i Godés, ex-socio de Jordi Pujol Ferrusola y hermano del Conseller de la Generalitat de Catalunya Felip Puig. 5. Los funcionarios públicos y responsables políticos de la Generalitat y de otras administraciones que hayan adjudicado de forma irregular contratos públicos en este caso y cuya responsabilidad delictiva se determine durante la investigación judicial. 6. Las personas responsables de las empresas adjudicatarias de contratos de la Generalitat de Catalunya o de otras administraciones que mantuvieran relación mercantil directa o indirecta con las empresas implicadas en este caso. 7. Las autoridades o funcionarios que conocieron estos delitos y no hicieron nada frente a ellos.

Ya están bien por hoy. ¡Disculpen!

Nos queda la uve del 11S… y la gran pregunta: ¿qué hacemos ese día? El próximo 11 me explico con más detalle.

Sea como sea, ¿qué duda puede haber? ¿La izquierda transformadora no nacionalista puede/debe apoyar una concentración en forma de uve (¿Uve de vergüenza por el caso Pujol-Ferrusola? ¿De vindicación de más justicia social? ¿De valor para seguir junto a y defendiendo a los compañeros/as más desfavorecidos? ¿De vómito ante la infamia e indignidad de los grandes poderes? ¿De variedad lingüística y cultural? ¿De valoración positiva de las aportaciones de otros pueblos y culturas?,…), una concentración, decía, convocada por dos fuerzas independentistas -ANC, Omnium-, de claro y nítido sesgo político, cultural y social, que usan lo que llaman más que incorrectamente «dret a decidir» para ahondar en diferencias, para partir en dos la sociedad catalana, para enmarañar todo lo que pueden y algo más una apuesta independentista que tiene como máximo lema «tras la formación del Estado propio independiente, ¡nuestro sueño!, ya se verá» y promueve dos preguntas enlazadas que obvian, sin más consideraciones, sin problemas de conciencia democrática, la respuesta federal? ¿Qué duda puede haber? Ninguna. La izquierda no nacionalista, la hermanada desde siempre al resto de pueblos de España-Sefarad, no puede, no debe apoyar una manifestación de estas características que pretende romper el común demos trabajador. Pensando también en otro 11S, el de Chile de hace 41 años.

PS: Me olvidaba (y no tenía que haberme olvidado): una recomendación, sin reserva alguna: artículo de Mercè Ibarz en El País de Cataluña del pasado jueves 4 de septiembre, página 2: «Que pague Pujol (y los demás)». http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/09/03/catalunya/1409765431_577106.html (la referencia musical del artículo: http://www.youtube.com/watch?v=q4aG-52w3Ug. L’odi social – Que pagui pujol (álbum completo), buen punk de los años ochenta). No se lo pierdan!

Notas:

[1] Tomado de Rafael Silva, «Clan Pujol-Ferrusola: corrupción en estado puro.» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=189150

[2] Una de las citas que abren Frances Stonor Saunders, La CIA y la guerra fría cultural, Debate, Madrid, 2001.

[3] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=189117

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.