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Se trata de uno de los tramos de playa virgen más extensos del País Valenciano

El Ayuntamiento de Gandía (PP) planea urbanizar la playa de l’Auir

Fuentes: Rebelión

Ubicado entre las playas de Gandía y Xeraco, y la marjal de Xeresa, la playa de l’Auir es posiblemente uno de los tramos de playa virgen más extensos del País Valenciano. El ayuntamiento de Gandía, en manos del PP, no oculta sus proyectos urbanizadores sobre este espacio de singular valor ambiental, a pesar del rechazo […]

Ubicado entre las playas de Gandía y Xeraco, y la marjal de Xeresa, la playa de l’Auir es posiblemente uno de los tramos de playa virgen más extensos del País Valenciano. El ayuntamiento de Gandía, en manos del PP, no oculta sus proyectos urbanizadores sobre este espacio de singular valor ambiental, a pesar del rechazo de vecinos, organizaciones sociales y partidos de izquierda. El empresario y alcalde de esta ciudad turística de unos 80.000 habitantes (que en verano al menos triplica su población), Arturo Torró, declaró que l’Auir es «la joya de la corona» del municipio. Y con sus palabras desencadenó los peores presagios.

L’Auir forma parte de un conjunto de 2 millones de metros cuadrados que incluye una restinga o barrera entre dos áreas de significativo valor: el ecosistema dunar y la zona de marjal. La playa de l’Auir es además la salida natural al mar de las marjales de la Safor, incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Generalitat Valenciana, junto a la desembocadura del río Vaca. La zona está calificada como Lugar de Interés Comunitario (LIC) dentro de la Red Natura 2000 y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). El ayuntamiento reconoce en su página web que la playa «tiene un gran valor ecológico ya que presenta uno de los pocos restos de restinga que quedan en la zona en un estado de conservación aceptable, y que de algún modo ha evitado la presión urbanística».

Excluida la primera línea de 100 metros, los planes urbanísticos del ayuntamiento se concentran en el sector que el Plan General de Gandía, de 1983, califica como «suelo urbanizable residencial de baja densidad». La zona aparece vinculada a intereses muy concretos, los de la empresa Rústicas SA y la familia Cremades-Carceller, de ahí que algunos colectivos ciudadanos hayan planteado la compra o permuta de estos terrenos para protegerlos y restaurarlos.

En noviembre de 2013, el consistorio lanzó un concurso de ideas con el fin de seleccionar los proyectos que deberían «poner en valor» la playa de l’Auir. Se gastó 54.000 euros en cinco premios. No exentas de «retórica» verde, en las bases del concurso figuraban las siguientes condiciones: dos o tres complejos hoteleros, unifamiliares, restaurantes y complejos lúdicos. La iniciativa elegida por una comisión técnica, y premiada con 30.000 euros, fue la de un despacho de la ciudad, Peñín Arquitectos, que presentó un proyecto valorado en unos 200 millones de euros que incluía un moderno hotel de cinco estrellas (de 25 alturas), dos «resorts» de gran tamaño, cafeterías, multicentro de ocio, área comercial, centro hípico, una granja escuela, residencia de ancianos y parque multiaventura. El 42% del área se dedicaría a «parque público».

A los ciudadanos también se les dio la posibilidad de votar el pasado mes de abril entre los proyectos expuestos en la Casa de la Cultura. Eligieron la propuesta «Nathuir», que incluía un complejo con capacidad para 10.000 personas (tres zonas de cámping con infraestructura de madera, zona de ocio, piscinas y dos «spa»). «Se convertirá en uno de los cámpings más importantes en primera línea», destacaba el ayuntamiento en un comunicado de prensa. Pero el referéndum no es vinculante, como aclararon el alcalde y el presidente de la Mesa de Contratación, Víctor Soler: «puede ser un proyecto unificado, una mezcla de los dos o basado en las ideas de las ideas».

La idea de que el cemento llegue la playa de l’Auir no es nueva. Jesús Villaplana y Xavier Ródenas, de la Plataforma pels Pobles de la Safor, explican los antecedentes en el documento «Informe sobre la playa de l’Auir. Una proposta conservacionista i ecologista»: «L’Auir es hoy un resto de este naufragio territorial gestionado de manera suicida; es el único espacio litoral del municipio de Gandía que queda por urbanizar (…). La playa ha quedado recluida víctima de un Plan General de 1983 que le otorgaba una densidad de edificación muy baja (10 viviendas por hectárea) con la intención de promover un sector de lujo que, por razones de búsqueda de rentabilidad económica inmediata nunca llegó».

Según Miguel Miñana, secretario de Comunicación de EUPV-IU de Gandía y miembro de Salvem l’Auir, «el modelo de desarrollo económico, urbanístico y turístico de la ciudad ha consistido en masificar la playa con edificaciones, siguiendo el patrón de sol y playa de Benidorm; a este modelo no han resultado ajenas las presiones de los constructores». Además, «no ha habido voluntad política de proteger los espacios naturales». Si bien el PP obtuvo la mayoría absoluta en Gandía en los comicios municipales de 2011, el PSPV-PSOE comandó el consistorio (con mayoría absoluta o con otros partidos) desde 1983. De hecho, buena parte de los 300 millones de euros de la deuda municipal obedecen a la gestión socialista. Fuentes consultadas aseguran que la única actuación en l’Auir del PSPV-PSOE consistió en una ruta ambiental en el año 1995 con fondos europeos, y una escuela-taller en la zona, que pronto se abandonó.

Sin embargo, los casi cuatro años de gobierno de Arturo Torró han dado mucho de sí. EUPV-IU lo señala como un «Berlusconi local». El actual alcalde vendió en 2008 la empresa Óptica + Visión», cuya propiedad compartía con la empresa de capital riesgo MCH Private Equity, al grupo francés Grandvisión. Pero los negocios no caminan en dirección favorable. Según informó «Valencia Plaza», Torró ha visto cómo se someten a ejecución inmobiliaria algunas de sus naves industriales y solares, después de declarar en concurso de acreedores las sociedades Torró Visión Holding y Mundo Charter Siglo XXI. A la zozobra empresarial, se agrega el problema de los 22,6 millones de euros que el alcalde adquirió en preferentes de Bankia, según «Valencia plaza». En septiembre de 2013, El País informaba del lugar de residencia de Arturo Torró, una vivienda alquilada a la empresa Infilev SL, que compró un solar municipal generador de rentas mensuales por valor de 108.182 euros.

Al primer edil le recibieron en abril los vecinos con carteles y gritos de protesta en la Casa de la Cultura, el día que asistió a la exposición de los proyectos sobre l’Auir. Tuvo que recurrir, incluso, a la escolta policial. Los propósitos del alcalde para la playa virgen se han topado desde primera hora con el rechazo de los vecinos. Tras mostrar Torró sus intenciones, hace aproximadamente un año, se organizó una concentración ciudadana por Internet en la plaza del Ayuntamiento, a la que asistieron entre 200 y 300 personas. De ahí surgió la idea de una asamblea abierta para abordar la operación urbanística y, finalmente, Salvem l’Auir, que canaliza las energías ciudadanas de rechazo a la iniciativa. Salvem se reúne de manera asamblearia cada quince días y se organiza por comisiones. Quienes participan en la asamblea lo hacen a título individual, no en representación de partidos políticos ni organizaciones sociales.

Más de 15.000 personas firmaron contra la urbanización de l’Auir y a favor de la declaración de espacio protegido. El pasado 22 de agosto, unas 3.000 personas, convocadas por Salvem l’Auir, recorrieron la primera línea de la playa de Gandía con la consigna «Per l’Auir, la marjal i el Racó de la Tomba. Defensem la Safor». Los partidos políticos de oposición al PP (PSPV-PSOE, Compromís, Els Verds, EUPV-IU y Esquerra Republicana) han firmado un documento en el que se comprometen a frenar los planes urbanísticos del PP si acceden al poder municipal, y preservar la playa. A l’Auir se trasladó este verano la playa para perros que antes se localizaba entre los tramos de Gandía y Xeraco. También se ha inaugurado en l’Auir un chiringuito con terraza, polémico por la molestia que generan los ruidos, los residuos y el pisoteo de las dunas por parte de los usuarios.

A ello se agregan, según informa el secretario de comunicación de EUPV-IU y miembro de Salvem l’Auir, Miguel Miñana, otras expectativas urbanísticas que planean sobre la ciudad. Como el proyecto turístico que incluye hotel y campo de golf en el «Racó de la Tomba», frente a la Serra Falconera. O la iniciativa de «Parque Acuático» de última generación en la playa de Gandía y la zona limítrofe con la marjal, que el pasado agosto anunció el alcalde acompañado de su promotor y gestor, la empresa WitheWater. Fantasmas del pasado que reaparecen a pesar de la crisis.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.