Recomiendo:
0

¿Qué futuro nos espera?

Fuentes: Diario Progresista

La realidad española actual, determinada por las decisiones tomadas en el pasado, incluido el pasado reciente, esta condicionando de manera muy severa el futuro. Han sido analizadas suficientemente las causas de la grave crisis económica española, derivada en crisis social, a las que no son ajenas la especulación urbanística, incluidas las obras públicas municipales, y […]

La realidad española actual, determinada por las decisiones tomadas en el pasado, incluido el pasado reciente, esta condicionando de manera muy severa el futuro. Han sido analizadas suficientemente las causas de la grave crisis económica española, derivada en crisis social, a las que no son ajenas la especulación urbanística, incluidas las obras públicas municipales, y sus connotaciones y connivencias entre ciertos empresarios con los poderes públicos municipales o autonómicos de su zona.

Los acontecimientos han surgido con extraordinaria rapidez, fin del boom inmobiliario, destrucción de gran parte del tejido industrial, incremento de la tasa de paro, bajada de salarios, disminución de las prestaciones sociales y sanitarias e incremento de la pobreza. Y junto a ello el estallido de un gran numero de casos de corrupción que corroe la confianza en el sistema democrático.

Gran parte de la realidad social en la que convivimos, precariedad laboral, deterioro de la sanidad y de la educación publica o disminución de las prestaciones sociales, tiene su origen en la crisis económica, pero también es el resultado buscado con la aplicación de las políticas neoliberales llevadas a cabo por el gobierno del Partido Popular y son, consecuentemente, el objetivo perseguido por tales políticas. Por consiguiente, aquello que es percibido como un mal para la mayoría de los ciudadanos españoles, no lo es para las elites y muchos ciudadanos que apoyan al partido del gobierno. Se trata pues de una cuestión ideológica.

Una reciente encuesta llevada a cabo por el Instituto para la Sociedad y las Comunicaciones de Vodafone en seis países europeos, y publicada en los periódicos de tirada nacional, muestra que la mayoría de los jóvenes españoles no tienen confianza en su país, no ven posibilidades de encontrar un trabajo acorde con su formación, piensan que su futuro será peor que el de sus padres y un 58% de ellos plantean irse de España. Por el contrario son mayoría quienes, ante esta situación quisieran optar por montar su propio negocio. Estos resultados son cercanos a los obtenidos en Italia, pero muy distantes de los de Alemania, Reino Unido, Holanda y Republica Checa.

Naturalmente estas respuestas están en consonancia con los niveles de paro de los países encuestados. No esta de mas recordar que en España la tasa de paro se sitúa en el 24,5% y en el 53,4% el paro juvenil (hasta 25 años), muy superior a la media de la zona euro (11,5% y 23,2%), cifras por cierto muy preocupantes, lo que viene a confirmar el declive de la economía europea. La canciller Merker ha reconocido que el 90% de los empleos del mundo global se creen fuera de Europa.

¿Qué hacer pues ante esta situación? Parece que las alternativas se encuentran en la Estrategia Europa 2020, un programa para sacar a Europa de la grave crisis que padece basado en una serie de pilares tales como la innovación, la investigación y el desarrollo, la industrialización, el uso de energías renovables, el sistema educativo y la sociedad digital.

A nadie se le escapa que los cambios tecnológicos a los que hemos asistido en las últimas décadas han condicionado nuestra forma de vida, nuestros hábitos e incluso nuestra mentalidad, la sociedad es mas abierta, esta mas comunicada, aunque también es cierto que hemos perdido en privacidad. Pero el futuro que se avecina no es menos prometedor, se desarrollaran y pondrán en marcha muchos de los hallazgos científicos y tecnológicos de las décadas pasadas y aparecerán nuevo materiales, nuevas formas de producción, las fuentes energéticas no serán las mismas y los hábitos volverán a cambiar. Hemos de preguntarnos si estamos preparados para estos nuevos retos, pero, como plantea la EU2020, sin investigación científica, sin desarrollo tecnológico, sin apoyo a la innovación, sin un sistema educativo que se adecue a los nuevos desarrollos tecnológicos no es posible crear un sector industrial sólido y sostenible que nos permita salir de la situación de tendencia al subdesarrollo al que vamos abocado. Recordemos que nuestro porcentaje de inversión en I+D respecto del PIB es del 1,24%, con tendencia a la baja, y muy alejado de los de Alemania 2,94% y 3% del objeto medio de la UE para el 2020 (de aquí a 6 años).

¿Estamos a tiempo para configurar un nuevo proyecto de país? Nunca es tarde. Convencido de que con el actual gobierno del Partido Popular no hay futuro en España para los jóvenes, dado que pretenden convertirla en un país de vacaciones y de deslocalización industrial, el Partido Socialista tiene la obligación, y quizás última oportunidad, de ofrecer una alternativa de futuro esperanzador para las nuevas generaciones. Pero es preciso que como condición previa se pongan en marcha los mecanismos preventivos de disuasión y evitación de la comisión de delitos en las contrataciones publicas, tales como un control riguroso en los procedimientos de adjudicación publica, transparencia y conocimiento publico de los contratos de las distintas administraciones y se elaboren leyes que castiguen de manera severa toda actividad delictiva que suponga un perjuicio para las arcas publicas. No son decisiones difíciles de tomar si existe voluntad de llevarlas a cabo, como tampoco deberían serlo aquellas encaminadas a la agilización de los procesos judiciales y a la dotación de herramientas de persecución de los delitos económicos, y por añadidura facilitara que personas muy validas del ámbito civil se incorporen a la labor comunitaria de sacar al país del atolladero en el que nos encontramos.

Fuente: http://www.diarioprogresista.es/que-futuro-nos-espera-59100.htm