Fue en la memorable noche del 9 al 10 de octubre de 1868, hace 152 años, en el Ingenio La Demajagua en el oriente cubano en que su propietario el Abogado Carlos Manuel de Céspedes da la libertad a los esclavos de su finca y proclama, junto con Juan Aguilera y otros revolucionarios, la Independencia de Cuba.
En el Manifiesto del Grito de Yara se pronunció el “Viva Cuba Libre” declarando que “Cuando un pueblo llega al extremo de degradación y miseria en que nosotros nos vemos, nadie puede reprobarle que eche mano a las armas para salir de un estado tan lleno de oprobio”. Se enarboló la bandera y se juró fidelidad a la nación en ciernes. Con un carácter anticolonialista, antiesclavista se da inicio a la Guerra de los Diez Años que fue la primera de las tres guerras que marcaron buena parte del esfuerzo cubano por lograr su independencia de España. El 20 de octubre en Bayamo se entona La Bayamesa de Pedro Figueredo Cisneros como Himno de Bayamo, luego de la patria cubana.
Tras los objetivos fundamentales de la Guerra de los Diez Años, la lucha por la independencia de Cuba y la abolición de la esclavitud, ello a contracorriente de los otros sectores políticos que abogaban algunos por mantenerse como colonia de España, los que asumieron una actitud reformista en espera de mejores condiciones para sus intereses y los que abogaban por la anexión de Cuba a los Estados Unidos, se da este importante movimiento que posterior al pronunciamiento y a las acciones de Céspedes en Manzanillo, se continuaron en otras zonas, como las de Camagüey, Santiago y Las Villas. Al año siguiente se aprueba la llamada Constitución de Guáimaro con el reconocimiento de la igualdad de todos los cubanos, en 1870 el Presidente de la República de Cuba en Armas, Carlos Manuel de Céspedes decretó la libertad de todos los esclavos. La revolución dio acceso a los altos mandos militares a negros y mulatos. Chile, Bolivia, México y Perú reconocieron a la República de Cuba en Armas.
La Guerra de los Diez Años o Guerra Grande tuvo como ciudad primada a Bayamo, desde cuyos montes se enciende la acción guerrera que se esparce a buena parte del territorio cubano. De ella emerge la nación cubana, la acción heroica y gloriosa de sus luchadores y mártires que le dan un carácter épico que avivó los sentimientos libertarios y soberanos del pueblo cubano. En estas acciones destacan el coraje y la entrega a la lucha de personajes que hoy son glorias de la tierra cubana, como Ignacio Agramonte, Máximo Gómez, Antonio y José Maceo, Calixto García, Guillermo Moncada, Flor Crombet, y Quintin Banderas, entre otros. La Guerra culmina con el llamado Pacto de Zanjón, no lográndose los objetivos de la lucha: la independencia y la libertad de los esclavos. Se destaca la actitud asumida por Antonio Maceo, quien ante esta situación, no aceptaba la paz. Este hecho es conocido como la Protesta de Baraguá.
Entre los años 1879 a 1880 se desarrolló la Guerra Chiquita; luego se presentaron las expediciones de Carlos Agüero entre 1884 y 1885, la de Ramón Bonachea y Ángel Maestre en 1884, la del Plan Gómez – Maceo igualmente en el año 1884, la de Limbano Sánchez de 1885 y otros movimientos. El 2 de octubre de 1884 se encuentran Máximo Gómez, Antonio Maceo y José Martí, creándose en 1892, por propuesta de Martí, el Partido Revolucionario Cubano. El 8 de diciembre de 1894 Martí redactó y firmo un plan de alzamiento, el Plan Fernandina. El 25 de marzo de 1895, José Martí y Máximo Gómez firmaron en República Dominicana el Manifiesto de Montecristi. Martí cae en combate el 19 de mayo de 1895. En 1898, ante el inminente triunfo de los patriotas cubanos, intervienen los estadounidenses derrotando a los españoles y desconociendo la lucha librada por los mambises por la libertad de Cuba.
Wolfgang R. Vicent Vielma. Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí, profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, facilitador de la Misión Rivas de Educación Media.