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Por qué es más necesario que nunca un 1º de mayo

Fuentes: Rebelión

          La clase obrera vamos a celebrar un nuevo 1º de Mayo pero con especiales características. Las dificultades para realizar las manifestaciones de este año van a ser idénticas a las del año anterior ya que la crisis sanitaria sigue siendo un pretexto para que las administraciones prohíban aquellas movilizaciones que consideran amenazadoras a la calma social que pretenden imponer. Unas movilizaciones más necesarias que nunca ya que la pandemia ha afectado, sobre todo, a la clase obrera y los sectores populares tanto en número de contaminados/as como en reducción de empleo, de condiciones laborales y de salarios.

          Esta situación generada por la pandemia ha colocado a la clase obrera en una situación lamentable. Todas las medidas laborales tomadas por el gobierno español están siendo costeadas, finalmente, por el conjunto de la clase trabajadora, mientras la patronal no deja de quejarse invocando ayudas estatales cuando, hasta ahora, aborrecía la intervención estatal en la Economía.

Las medidas laborales en España para reactivar la economía

          -Durante el confinamiento total, se reguló el Permiso Retribuido Recuperable que ha sido utilizado por las empresas para robar, literalmente, días de vacaciones y de descanso al trabajador y trabajadora.

          -Se ha tratado de mostrar el teletrabajo como una medida idónea para mantener la actividad económica y la mejor manera de conciliar la vida laboral y familiar. Nada más lejos de la realidad, el teletrabajo (que tan solo ha sido aplicable al 16% de la clase obrera) ha demostrado que, en el caso de la mujer trabajadora, por ejemplo, ha tenido que compaginar ambas actividades cargándolas con más tareas. La propia regulación legal del trabajo a distancia no es más que un intento de desregulación de las condiciones laborales de la clase obrera para desligar a la empresa de sus responsabilidades contractuales promocionando al emprendedor, al autónomo y, en definitiva, volviendo al trabajo a destajo donde el patrón podrá contratar a diario en la plaza virtual en la que trabajadoras y trabajadores estaremos obligados a mendigar ser contratados.

-Los fondos para pagar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo son extraídos de los Presupuestos Generales del Estado al que la clase trabajadora contribuimos con la mayor parte de las aportaciones. Sin embargo, a la patronal se le ha exonerado de sus pagos a la Seguridad Social con tan solo la promesa de que no despedirán a trabajadores/as en un plazo de 6 meses. A la par, el estado destinó 100 mil millones de euros a avales destinados a las empresas en crisis.

Ingresos del Estado en 2019

IRPF 86.892 millones de euros
IMPUESTO DE SOCIEDADES 23.733 millones de euros
IVA 71.538 millones de euros
IMPUESTOS ESPECIALES 21.380 millones de euros

Fuente: https://www.agenciatributaria.es/AEAT.internet/Inicio/La_Agencia_Tributaria/Memorias_y_estadisticas_tributarias/Estadisticas/Recaudacion_tributaria/Informes_anuales_de_Recaudacion_Tributaria/_Ayuda_Ejercicio_2019/1__Los_ingresos_tributarios_en_2019/1__Los_ingresos_tributarios_en_2019.html

-Los Planes de Recuperación de Europa (140.000 millones de euros) se presentan como la medida estrella salvadora de la crisis económica, cuando en realidad se trata de unos fondos que nos endeudarán con los bancos europeos y que se destinan directamente a las empresas. Y como contrapartida se exige a los asalariados un mayor sacrificio más para reducir aún más el sector público. Un ejemplo de ello está en el ajuste de las Pensiones Públicas o una nueva Reforma Laboral.

-Se ha puesto en el punto de mira a la hostelería como lugar de expansión de la pandemia en vez del transporte público o los centros de trabajo. Se culpa al individuo y se apela a su responsabilidad personal para diluir la responsabilidad de las administraciones en el desmantelamiento de la Sanidad Pública. Trabajadores y trabajadoras pasamos más de 40 horas semanales en nuestro puesto de trabajo y otras 10 en el Transporte Público, pero, sin embargo, se cierra la hostelería y el ocio, no se cierra la actividad económica que se considera esencial. Y si al tiempo de trabajo sumamos los niveles de precariedad, la temporalidad, la falta de prevención en riesgos laborales, el abandono de las Inspecciones de Trabajo, las condiciones del Transporte Público… no podemos más que concluir con que muchas de las medidas adoptadas son solo propaganda.

Ha aumentado el paro, que en el estado español es superior ya a los 4 millones de personas, especialmente entre jóvenes y mujeres, han bajado los salarios, ha disminuido la ya escasa protección social, quedando muy afectados los distintos tipos de Servicios Públicos como la Sanidad, la Educación, las Pensiones, la Dependencia, la Cultura…

          Con la pandemia también ha reflotado el carácter xenófobo del capitalismo. Mientras los países del primer mundo pugnan entre ellos por conseguir millones de dosis para vacunar a su población, al resto del mundo se le relega a la cola de las multinacionales farmacéuticas que, dicho sea de paso, están viendo cómo crecen sus beneficios económicos. Todo ello también consecuencia del abandono estatal de la investigación en I+D en manos de empresas sin escrúpulos que no dudan en hacer negocio de la enfermedad y de la muerte.

          Finalmente, el abandono de la clase obrera por parte de los sindicatos del pacto social ha sido vergonzoso. Tanto CCOO como UGT se han escondido debajo del ala cuando los trabajadores y trabajadoras más los necesitábamos para enfrentar una nueva crisis económica que acabaremos pagando nosotras y nosotros. La historia se repite, también la de estos sindicatos que solo han asomado la cabeza para mendigar una silla en las mesas de negociación. De su silencio y complicidad han conseguido un aumento del 56%… en su propia subvención extraído de los Presupuestos Generales del Estado.

          En definitiva, y en términos macroeconómicos, la crisis económica está siendo pagada por el Estado a la que la clase obrera contribuimos en un mayor porcentaje. De no existir una Reforma Fiscal en los que la patronal esté obligada con más cotizaciones, las crisis cíclicas del sistema le vendrán de perlas para seguir transfiriendo capitales del sector público a sus arcas privadas.

          Son razones más que suficientes para hacer de este 1º de mayo un día reivindicativo en el que la clase obrera tomemos las calles para denunciar a patronal, gobierno y sindicatos que, en nuestro nombre, han decidido una salida a la crisis con nuestras aportaciones económicas al erario público.

Luis Miguel Busto Mauleón. Federación Sindical Mundial