La comunidad autónoma de Cataluña ha puesto en marcha una prueba sobre la renta básica incondicional (RB) en un proyecto piloto a partir de 2023. Alrededor de 5000 personas recibirán una RB sin condiciones.
Sin embargo, el ensayo, que costará entre 80 y 90 millones de euros y es el mayor proyecto piloto de renta básica científica de Europa, solo durará dos años. Eso parece muy poco tiempo para poder determinar los efectos económicos y sociales. ¿Por qué tanta prisa?
Gunther Sosna y Alduin Juan Gazquez entrevistaron para Neue Debatte a Sergi Raventós, jefe de la oficina del proyecto piloto de renta básica, sobre qué nuevos conocimientos esperaban obtener del experimento, hasta qué punto el gobierno autonómico tendrá en cuenta el proyecto y qué influencia tendrán en el proyecto la progresiva desindustrialización y el persistente alto nivel de desempleo juvenil en Cataluña.
ND: Sr. Raventós, la comunidad autónoma de Cataluña pone en marcha un proyecto piloto para la implantación de una renta básica incondicional (RB) a principios de 2023. En el pasado, ya hubo numerosos ensayos, por ejemplo en Namibia o Finlandia, que demostraron que una RB tiene un efecto positivo en el comportamiento social, estimula la economía local y también mejora el estado psicológico de las personas que la reciben. ¿Qué nuevos conocimientos debería aportar la prueba catalana?
Sergi Raventós: Utilizando Cataluña como ejemplo, nos gustaría destacar varios aspectos con el proyecto piloto. En primer lugar, la característica del enfoque universal. La mayoría de los proyectos piloto se han llevado a cabo para grupos de población muy específicos (desempleados, personas sin hogar, etc.). Nos gustaría introducir una renta básica casi universal en Cataluña, puesto que no se tiene en cuenta al 10% más rico de la población.
Además, queremos destacar que se trata de una cantidad básica real en términos de renta, ya que asciende a 800 euros para una persona adulta y 300 euros para los menores de 18 años, cantidades que se corresponden aproximadamente con el umbral de la pobreza en Cataluña.
También queremos analizar algunos efectos de una renta básica que apenas se han estudiado en los países desarrollados: el uso de los servicios públicos, el trabajo de cuidados, el emprendimiento, la cohesión y participación social, los índices de pobreza y desigualdad, la salud, las relaciones e influencias de género …
ND: Un total de 5.000 personas están incluidas en la prueba. De dos municipios seleccionados hay 2500 personas en total y se añadirán otras 2500 personas que viven en Cataluña. Cada uno de ellos recibirá una RB. Los adultos recibirán 800 euros al mes y los menores 300 euros. ¿Qué criterios se utilizaron para seleccionar los municipios y los sujetos de prueba?
Sergi Raventós: Como usted explica, nuestro plan es un doble proyecto piloto: un ensayo controlado aleatorio (ECA) con 2500 sujetos a nivel nacional, donde todos los sujetos recibirán la RB, y un estudio de control sintético en los dos municipios de 1200 a 1440 habitantes, donde todos los habitantes del municipio recibirán la RB.
Este doble estudio piloto tiene la ventaja de permitir sacar conclusiones sobre el impacto de una RB individual a nivel de Cataluña, a través de la aleatoriedad en la selección de los participantes, y al mismo tiempo examinar el efecto de la universalidad, gracias al estudio de control sintético en dos municipios.
Los participantes serán seleccionados al azar y los municipios serán elegidos en base a los datos que por sus índices estadísticos son los más representativos de Cataluña para evaluar y obtener los resultados.
ND: La vida en Cataluña es cara y los ingresos son bajos. En Barcelona, capital de Cataluña y una de las regiones más ricas de España, los barceloneses perciben de media un salario mensual bruto de unos 1.900 euros. En los alrededores es de hasta 300 euros menos. Pero la comida, la vivienda y las tasas escolares suponen una carga enorme para el ya de por sí pequeño monedero. Y los costes aumentan. La tasa de inflación superó el 10% en agosto de 2022 y, por tanto, es más alta de lo que ha sido desde mediados de la década de 1980. ¿Son suficientes los pagos mensuales de 800 o 300 euros previstos en la prueba piloto de la RB?
Sergi Raventós: Es un punto interesante. Está claro que estamos hablando de una renta básica para cubrir el nivel de subsistencia. Nos hemos basado en el umbral de pobreza de Cataluña para decidir finalmente una cantidad básica individual de 800 euros al mes, pero compatible con otras fuentes de ingresos (por ejemplo, procedentes de un empleo). Y esto es incondicional e individual y no por hogar, a diferencia de las rentas existentes para personas pobres, como la Renta Garantizada de Ciudadanía, una prestación que existe en Cataluña, que es de 664 euros para una persona y de 996 euros para dos, 1096 euros para tres… y que es incompatible con el trabajo remunerado y está vinculada a un plan de integración social o laboral.
Dependiendo de la unidad familiar, pueden recibir sus ingresos junto con la RB, y cabe recordar que los menores también recibirán 300 euros. Creemos que habrá cambios significativos, aunque en algunos hogares, por supuesto, serán necesarios otros tipos de apoyo para salir adelante.
ND: La prueba, con un coste de entre 80 y 90 millones de euros, solo durará dos años. Eso parece un plazo bastante corto para lograr efectos significativos que permitan conclusiones vinculantes sobre el impacto de una RB en la sociedad, ¿o hay otras experiencias?
Sergi Raventós: Creo que es el plan de proyecto piloto más ambicioso en cuanto a recursos financieros, número de personas participantes y cantidad de renta básica asignada. No conozco ningún otro proyecto con tal alcance y presupuesto.
Pero también sabemos que se pueden sacar conclusiones importantes al cabo de dos años, como en cualquier proyecto piloto de renta básica que pretenda ser universal. No será posible que algunas personas realicen actividades o proyectos concretos durante la vida del proyecto piloto en sí, pero creemos que tendrá un impacto significativo en muchas otras personas.
Hay muchas experiencias: La de Canadá en los años 70, de Estados Unidos, de India, de Namibia, de Finlandia, de Irán, de Mongolia, de Kenia, de Barcelona, … pero difieren mucho unas de otras, al igual que el número de beneficiarios, los importes, la duración, etc. Nuestro proyecto en Cataluña se centrará en dos elementos que apenas han sido investigados en los países desarrollados: las características de la universalidad y de la suficiencia de la cuantía y esperamos aportar algunos datos significativos.
ND: ¿Qué organismos gubernamentales participan en el experimento y qué organizaciones de la sociedad civil?
Sergi Raventós: Se trata de un proyecto piloto del gobierno, es decir, de la Generalitat de Catalunya. Hay organizaciones de la sociedad civil que forman parte del consejo asesor de la oficina del plan piloto. Hay representantes de la «Taula d’entitats del Tercer Sector Social de Catalunya», que reúne a más de 3.000 organizaciones. En ella se incluyen asociaciones, fundaciones, iniciativas sociales cooperativas y empresas de inserción que trabajan para las personas en todas las etapas de la vida y en todos los ámbitos: La infancia y la familia, los adolescentes y los jóvenes, las personas mayores, los inmigrantes y los refugiados, las personas con discapacidades, trastornos mentales, drogodependencias, con dificultades para entrar en el mercado laboral, las personas sin hogar o la comunidad gitana y muchas otras.
También está el Consell Nacional de la Juventut de Catalunya (CNJC), una plataforma que reúne a casi un centenar de organizaciones juveniles de Cataluña y a los consejos locales de la juventud. También está representado el Col·legi de Treball Social de Catalunya, portavoz y referente profesional y social del colectivo de trabajadores sociales.
Además, hemos querido incluir en el consejo asesor a personas que han investigado sobre la renta básica incondicional, a destacados académicos como catedráticos y profesores de diferentes universidades que han hecho propuestas de financiación, y también a partidarios de los manifiestos de la renta básica de diferentes grupos de población: LGTBI, grupos feministas, personas del sector cultural, del sector social, personas con problemas de salud mental, etc.
ND: El proyecto está financiado por la Generalitat de Cataluña, a la que sin duda se le puede suponer intencionalidad política pero ninguna neutralidad científica. ¿Quién evaluará los datos del proyecto, qué influencia tiene el gobierno en ello y en la posterior publicación de los resultados?
Sergi Raventós: El gobierno, a través de la oficina de planificación del proyecto piloto, compuesta por técnicos y expertos, quiere obtener los resultados más rigurosos posibles científicamente para evaluarlos y sacar conclusiones, por lo cual no ejerce ninguna influencia política al respecto.
La oficina está encargada del diseño y la implementación del proyecto piloto y está prevista una evaluación de impacto, que será realizada por Ivàlua, el Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Públicas, un instituto reconocido y muy respetado, independiente del gobierno y de la oficina.
Para que el diseño sea óptimo para evaluar el proyecto piloto, Ivàlua también nos asesoró a la oficina del plan piloto en cuanto al diseño. Nos interesa ofrecer resultados significativos, y también somos los primeros en decir que no queremos hacer un mal trabajo científico. También contaremos con un comité científico que hará recomendaciones técnicas y científicas y nos asesorará. Estará formado por reconocidos académicos de todo el mundo y otros que han participado en diversos proyectos piloto en todo el mundo.
ND: La desindustrialización avanza en toda Europa. El subempleo y, sobre todo, el desempleo juvenil son problemas permanentes desde hace tiempo. En Cataluña, se encuentra en un nivel catastrófico de alrededor del 30%. En el resto de España, la situación es aún peor. El hecho de que casi dos tercios de los jóvenes de 25 a 29 años sigan viviendo con sus padres porque no pueden construir su existencia propia tampoco es una señal de un futuro halagüeño. ¿El proyecto piloto es también políticamente significativo porque las perspectivas de empleo están empeorando, especialmente para los jóvenes, y hay que encontrar un instrumento para mantener a los jóvenes tranquilos?
Sergi Raventós: Bueno, en el proyecto piloto nos centramos mucho en los jóvenes y por eso también tenemos, como ya se ha dicho, al Consejo Nacional de la Juventud representado en nuestro consejo asesor.
Somos conscientes de que la renta básica es muy importante para muchos jóvenes en varios sentidos: En lo que respecta a la pobreza para mucha gente joven, creemos que puede tener un impacto significativo. Puede ser un instrumento para aumentar la libertad para que puedan seguir estudiando después de la enseñanza obligatoria y no tengan que aceptar necesariamente un trabajo precario en el mercado laboral para sobrevivir. Podremos evaluar si la emancipación de los jóvenes cambia y si la RB les permite vivir fuera del cuidado de sus padres. Y también podremos evaluar si puede reducir la participación de la población laboral en el trabajo precario.
Los jóvenes son uno de los grupos que más pueden beneficiarse de una renta básica. Sin duda, no es casualidad que las encuestas sean muy positivas hacia esta propuesta.
ND: El proyecto piloto catalán tiene una particularidad: el 10 por ciento de las rentas más elevadas, es decir, los ricos, no reciben una RB. ¿Cómo se filtra este grupo? ¿A través de los datos fiscales?
Sergi Raventós: Sí, el proyecto piloto será casi universal y todo el mundo podrá acogerse a él, excepto las personas que superen un determinado umbral de ingresos, como el 10% más rico, o las personas que hayan declarado impuestos sobre el patrimonio.
Los seleccionados recibirán una notificación en que han sido seleccionados y les daremos la oportunidad de participar si lo desean. También tendrán que aceptar proporcionar sus datos fiscales.
La participación se realizará a través de un formulario electrónico, en el que las personas deberán indicar si tienen unos ingresos iguales o inferiores a 45.000 euros brutos como también si han presentado una declaración de patrimonio para poder participar.
ND: Excluir a los ricos de la asignación de la RB, pero incluir a los médicos, farmacéuticos, funcionarios, etc. en la encuesta sobre los efectos de la RB al final del proyecto, dejaría la impresión de que se está ensayando la opción de una sociedad de dos clases neofeudal, en la que se mantiene calmadas a las masas empobrecidas mediante la alimentación antes de que tengan ideas revolucionarias. ¿Por qué los ricos no reciben una RB y qué papel desempeñan en la evaluación cualitativa del proyecto?
Sergi Raventós: Si la renta básica se aplica a nivel de un país o territorio, debe ser una especie de redistribución de la riqueza que vaya de arriba a abajo, desde los que más tienen hasta la gran mayoría de la población. Pero en un plan piloto, no podemos hacer una reforma fiscal, ni subir los impuestos, ni aumentarlos…
Y por eso hemos optado por dársela al mayor número de personas posible y con un enfoque universal, pero excluyendo al 10% más rico de la población, para simular, por así decirlo, que estas personas también tendrían que pagar más impuestos de los que recibirían con la renta básica.
Esto también tiene en cuenta un importante debate que estamos teniendo en nuestras sociedades sobre las grandes desigualdades sociales y económicas que existen y sobre el hecho de que la riqueza se concentra cada vez más en menos personas.
ND: Al margen de cuáles sean los resultados del proyecto piloto. ¿Cree usted que la mencionada desindustrialización y la creciente automatización y digitalización, que expulsa cada vez más a las personas y a su fuerza de trabajo fuera de la producción y del sector servicios y prácticamente atomiza el empleo remunerado a través de los trabajos a tiempo parcial y por horas, permite otra opción que la introducción de la Renta Básica para proporcionar unos ingresos suficientes?
Sergi Raventós: En mi opinión, la justificación de la renta básica es una cuestión de justicia social y de la idea de cómo debe ser una sociedad justa y más libre. Es una cuestión de derechos humanos, de derechos de ciudadanía. Creo que es un buen y gran paso para reducir o eliminar la pobreza y asegurar que todo el mundo tenga derecho a unos ingresos básicos como ciudadano de un país, así como también para aumentar el grado de libertad real de las personas para vivir una vida mejor.
Si bien las motivaciones para la demanda o incluso la necesidad de una renta básica son muchas y variadas, y ciertamente hay gente que se ha acercado o se acerca por la preocupación que generan los efectos de la creciente automatización que está expulsando a las personas del mercado laboral, para mí esta no es la única razón ni la más importante.
De hecho, los argumentos a favor de una renta básica se han planteado desde hace muchos años, y no hay que remontarse a los orígenes con Thomas Paine o Thomas Spence en el siglo XVIII, sino más bien a los años 80 y a autores como Philippe Van Parijs o Guy Standing, es decir, antes del desarrollo de la inteligencia artificial y de la creciente automatización actual.
Fuente: https://neue-debatte.com/2022/11/02/bedingungsloses-grundeinkommen-der-grosse-test-in-katalonien/
Traducido por Jaume Raventós para Sin Permiso