Ecologistas en Acción publica una guía dirigida a profesorado con ideas y propuestas para convertir a los centros educativos en motor de la resiliencia ecosocial.
Las escuelas son pequeños territorios que reúnen cada mañana a personas muy diversas, pequeñas y adultas. Son de los pocos espacios que resisten a la destrucción del tejido comunitario, donde el encuentro físico tiene más valor que el encuentro virtual. Lugares donde se gestionan relaciones, afectos, conocimientos, pero también bienes como el agua, la energía, los alimentos o la tierra donde se juega o se investiga.
Una comunidad resiliente es un sistema social y ecológico que, en condiciones de dificultad, reconstruye nuevas estructuras y relaciones que permiten desarrollar vidas dignas. Por eso la escuela es un espacio-oportunidad para la resiliencia, para proteger o retejer vínculos respetuosos con otras personas y con el territorio vivo.
Enfrentar colectivamente las dificultades de cada niña, de cada familia, del suelo que pisan o el barrio en el que viven, deben ser tareas de la escuela. Las condiciones ecológicas y las sociales están entrelazadas, y por eso planteamos que en los centros educativos se puede aprender sobre la biodiversidad, pero también comer sano, ayudar a enfrentar la pobreza económica o denunciar la privatización de un servicio público.
En esta sencilla guía ofrecemos ideas, algunas muy concretas y otras más genéricas y ambiciosas, que pueden convertir a los centros educativos en motores de la necesaria resiliencia ecosocial. No pretende abarcar todo lo deseable, sino animar a la acción y al reconocimiento de lo que ya hacemos. Sabemos que es difícil poner en práctica muchas de ellas, pero a veces los grandes cambios provienen de ideas que parecían inviables.
Las propuestas se organizan en estos apartados:
1. Espacio ecosocial (la escuela vinculada al medio biofísico).
2. Espacio socioecológico (la escuela como comunidad integradora).
3. Espacio de cultura (la escuela como motor de cambio cultural).
4. Espacio para mirar al futuro (la escuela como generadora de esperanza activa).
5 Rasgos generales de una comunidad educativa resiliente.
El cuidado del medio social y biofísico es una responsabilidad y un derecho de todas las personas. Practicarlo desde los centros educativos puede ser también una fuente de aprendizaje, de disfrute y de esperanza. Frente a aquello que amenaza las vidas de muchas personas, construimos escuelas para la resiliencia.
Fuente: https://www.ecologistasenaccion.org/299832/breve-guia-para-escuelas-resilientes/