Coincidiendo con el recuerdo de aquella Al Nakba los estudiantes denunciaron la actual catástrofe, el exterminio llevado a cabo por la entidad nacionalsionista israelí administrada por Benjamín Netanyahu y un gabinete civil y militar considerado el más extremista dentro de una sociedad que tiene esas características.
Estudiantes de diversas carreras de la Universidad de Chile – considerada el centro de educación superior público más importante del país, en diversos ámbitos del quehacer académico, investigación y el mundo de las artes y la cultura en general – se hicieron presente en la casa central de esta institución junto a diversas organizaciones de apoyo al pueblo palestino.
Esto, con el objetivo, de expresar su apoyo a Palestina, sometido a un proceso de ocupación, colonización y exterminio a manos del régimen israelí. Política llevada a cabo por la entidad sionista, que en los últimos meses ha significado un aumento en asesinatos, heridos y destrucción como no se había visto desde el momento que nació la entidad sionista el año 1948 dando comienzo a lo que se conoce como Al Nakba – la catástrofe – que significó ese año 1948 la expulsión de 750 mil palestinos de sus tierras ancestrales a manos de las milicias extremistas del sionismo, que consolidaron su dominio sobre más del 55% del territorio palestino en ese momento.
Coincidiendo con el recuerdo de aquella Al Nakba los estudiantes denunciaron la actual catástrofe, el exterminio llevado a cabo por la entidad nacionalsionista israelí administrada por Benjamín Netanyahu y un gabinete civil y militar considerado el más extremista dentro de una sociedad que tiene esas características. Las banderas izadas en la casa central de la Universidad de Chile, los lienzos alusivos a los asesinatos cometidos por las tropas SS israelíes – soldados sionistas – se unen a las movilizaciones que estudiantes universitarios, incluso en los países cuyos gobiernos son aliados del ente israelí, llevan a cabo con la instalación de centenares de campamentos en los campus universitarios en Estados Unidos, Francia, Japón, Holanda, España, Australia, entre otros.
Movilizaciones reprimidas fuertemente a la par de los llamados del gobierno extremista israelí a usar la fuerza contra estos estudiantes y aquellos que apoyan el denunciar la política genocida de Netanyahu y los suyos. Los dardos lanzados permanentemente son que estas protestas reflejan el carácter antisemita de las denuncias contra el ente israelí. Una acusación que ya no causa temor alguno y más bien genera risas irónicas frente a este parloteo falso, crónico e hipócrita.
El inicio de la movilización de estudiantes de la Universidad de Chile coincidió con el repudio y la negativa a aceptar la presencia Yuliia Svyrydenko, Primera Viceprimera ministra de Economía de Ucrania, que ya había ido recibida por el canciller chileno Alberto von Klaveren en una muestra evidente del apoyo que el gobierno chileno le da al régimen de Zelenski. La Sra. Svyrydenko ofrecería una charla en el salón de Honor de la casa central de la Universidad de Chile, dada conocer mediante una invitación firmado por la rectora de esta casa de estudios, Sra. Rosa Devés, y el embajador del régimen kievita en Chile, Yurii Diudin. Dicho llamado señalaba expresamente:
“Prof. Rosa Devés Alessandri, Rectora de la Universidad de Chile, y Excmo. Sr. Yurii Diudin, Embajador de Ucrania en Chile, le saludan y tienen el agrado de invitarle a la Charla Magistral de la Excelentísima Sra. Yuliia Svyrydenko, Primera Viceprimera ministra – ministra de Economía de Ucrania. En la ocasión, la Primera Viceprimera ministra de Ucrania dictará la conferencia «Fórmula de Paz del presidente Zelensky para lograr la paz de manera sostenible y duradera en Ucrania». Este acto se realizará el miércoles 15 de mayo de 2024 a las 17:00 horas en el Salón de Honor de la casa central de la U. De Chile”. Recordemos que el régimen ucraniano administrado por Volodimir Zelenski es sostén político, diplomático e incluso militar del ente sionista, unidos ambos por ideas, apoyos y prácticas definidas como propias del nazismo. La acción estudiantil obligó a suspender esta conferencia en la masividad que querían otorgarle y destinada a lavar la cara del gobierno ucraniano, que actúa como punta de lanza y testaferro de los intereses de Estados unidos y la OTAN en Europa oriental. La charla se tuvo que hacer con un mínimo de asistentes en la rectoría de la universidad.
Destacamos la conducta estudiantil en la denominada Casa de Bello (en honor al fundador y primer rector de esta universidad, el venezolano Andrés Bello el año 1842). Siempre es positivo sumarse a aquello que se ha mostrado hace varias semanas como un camino referencial, necesario, justo y sobre todo un imperativo de humanidad. Dicho esto, es necesario también dar cuenta que la institución, la Universidad de Chile, a mi entender, está al debe en materia de tomar decisiones que la sitúen en la senda correcta de defensa de los derechos humanos, más allá de elementos propios y obligatorios de un centro de educación superior. Me refiero a establecerse, en forma clara, evidente y en voz alta, como un polo de defensa de los derechos humanos más allá de tener cátedras o departamentos bajo ese rótulo. Es indudable que alzar la voz por Palestina es estar en el lado de la justicia, por la autodeterminación de los pueblos y la defensa de los derechos humanos
Se requiere que esta universidad en su conjunto sea parte del pensamiento mundial en áreas en las cuales no se puede guardar silencio bajo el marco de lo “políticamente correcto”. Su estatuto (1) en el actual marco de defensa de los derechos humanos debe responder, no sólo a los “requerimientos de la Nación, constituyéndose como reserva intelectual caracterizada por una conciencia social, crítica y éticamente responsable, y reconociendo como parte de su misión la atención de los problemas y necesidades del país. Con ese fin, se obliga al más completo conocimiento de la realidad nacional…”, y efectivamente debe ayudar a la “formación de una ciudadanía inspirada en valores democráticos, procurando el resguardo y enriquecimiento del acervo cultural nacional y universal”. Los derechos humanos son universales y hoy, en especial en Palestina se violan en todas las formas que nos podamos imaginar.
Desde las más altas autoridades de la universidad se debe hacer carne aquello que establece su cuerpo normativo: “la formación de personas con sentido ético, cívico y de solidaridad social”, solidaridad universal, comprometida, promotora de la libertad de expresión, y que no coarte lo que puede generar presiones desde el mundo empresarial, político, gubernamental. La Universidad de Chile tiene un deber de alzar la voz con fuerza, sin temor frente a los grupos de presión que, soterradamente, ejercen su despreciable conducta destinada a acallar las voces discrepantes. Creo que a la voz de los estudiantes se debe sumar en forma clara, alta y sin titubeos, la voz hasta ahora tibia y hasta ausente de sus autoridades con relación al exterminio cometido contra el pueblo palestino y a la necesidad de tomar medidas concretas.
Pruebas al canto: La Universidad de Chile posee un senado universitario, conformado por 37 miembros de sus diversos estamentos, cuya presidencia está en manos de la rectora Sra. Rosa Devés. Un senado que se supone representa a sus 31.700 estudiantes y 11.700 trabajadores en sus más disímiles funciones. Un Senado que se visualizó con una deuda enorme, pues ha sido escasamente actor en el repudio a los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. ¿Por qué? Este cuerpo universitario evidencia un divorcio con la realidad mundial, pues hace unos días se emitió una declaración pública donde sólo diez senadores en activo de un total de 37 senadores (menos de un tercio) firmaron una carta junto a ex senadores universitarios, para hacer exigencias mínimas frente a un régimen genocida. Un comunicado claramente más positivo, que aquel emitido en el mes de enero pasado (2) que tendría que haber enrojecido a sus miembros, frente a la presentación de un supuesto equilibrio entre el pueblo palestino y su opresor y genocida. ¿Qué pasa con los otros 27? Sin dudas, la libertad de expresión es un derecho indiscutible, pero el derecho a la vida es un derecho superior y debe manifestarse sin ambages el repudio frente al asesinato de 35 mil palestinos – 16 mil de ellos niños-, 90 mil heridos, 10 mil palestinos bajo los escombros de viviendas, escuelas, mezquitas, hospitales destruidos en la Franja de Gaza por el ejército invasor.
Junto a esta interrogante, surge inevitablemente aquella relacionada con respecto a su máxima autoridad, la rectora Sra. Rosa Devés, que permita conocer cuál es su opinión y línea de acción frente a los crímenes que estremecen nuestra conciencia. Y que si queremos centrarlo en su relación con lo académico, lo universitario, con aquello que debería ser parte de la preocupación de esta universidad, es que en la Franja de Gaza, no sólo se han destruido decenas de mezquitas, iglesias cristianas, monumentos históricos , patrimonio de la humanidad, sino también escuelas, centros deportivos, carreteras, viviendas y centros de educación superior incluidas las universidades. Un mundo de la educación que ha quedado completamente paralizado. 12 instituciones de educación superior en Gaza han sido dañadas o destruidas, interrumpiendo por completo la educación universitaria.
El Euro-Med Human Rights Monitor, centro independiente con sede en Ginebra, sostuvo que el ente infanticida israelí destruyó sistemáticamente todas las universidades de Gaza por etapas. La primera etapa incluyó el bombardeo de las universidades Islámica y Al-Azhar. La Universidad de Israa, ubicada en el sur de la ciudad de Gaza, fue demolida por las fuerzas israelíes, como se desprende de un video publicado por los medios israelíes el 17 de enero. Las autoridades universitarias dijeron que Israel ocupó y utilizó el campus como base militar y centro de detención durante meses antes de destruirla piedra sobre piedra. Además, el ejército israelí ha matado a 94 profesores universitarios, afirmó Euro-Med Human Rights Monitor. El observador consideró la destrucción israelí de escuelas como una “destrucción intencional de propiedades culturales e históricas palestinas” (3)
Ningún estudiante de la Franja de Gaza ha podido asistir a la escuela desde el 6 de noviembre de 2023, cuando el Ministerio de Educación suspendió el año escolar 2023-2024 debido a la agresión israelí, que ha provocado ataques indiscriminados contra zonas residenciales, incluidas oficinas y escuelas. Al 7 de octubre del año 2023 Gaza tenía 625 mil alumnos y más de 22 mil 500 profesores. Se calcula, según cifras entregadas por el Ministerio de Educación de palestina, que para fines de enero del 2024 – no se conocen cifras más actualizadas – se habían asesinado 4.500 estudiantes y ocho mil heridos además del asesinato de 250 académicos y administrativos -, números que indudablemente se han multiplicado tomando en cuenta que el promedio de asesinatos diarios, hasta ahora, se sitúa en torno a los 160 palestinos. Eso en la Franja de Gaza, pues en la Cisjordania ocupada han cambiado sus escuela y universidades a un modelo de aprendizaje electrónico con clases en línea a medida que las redadas y la violencia de los colonos han aumentado significativamente desde el 7 de octubre del 2023. Esto incluye 55 escuelas ubicadas en la “zona de separación” de Cisjordania, un área separada del resto de la Cisjordania ocupada por el muro de segregación construido por el régimen ocupante israelí.
Autoridades de la Universidad de Chile, y extensible al conjunto de la educación en Chile, ¿Alguna declaración se podrá hacer sobre esto?
SegundoPaso ConoSur
2. Declaración pública sobre el conflicto Israel y Palestina
Ante la gravísima situación humanitaria que se vive en Palestina, el Senado Universitario declara que: Reafirma su irrestricta vocación de compromiso con la promoción, protección y defensa de los derechos humanos, que son universales.
Se suma a las declaraciones formuladas por líderes y organismos internacionales exhortando al cumplimiento de todas las resoluciones de la ONU sobre la existencia de dos Estados.
Condena todo tipo de ataque a la población civil, especialmente los perpetrados contra niños y niñas.
Condena toda clase de ataque terrorista, como atentados, asesinatos y secuestros.
Invita al diálogo y la búsqueda de la paz en la región.
Llama a la urgente liberación de los rehenes, al inmediato y definitivo cese del fuego y ataques desde todas las partes, y a que las autoridades del Estado de Israel y organismos internacionales garanticen el acceso y entrega de ayuda humanitaria a los civiles.
Reafirmamos nuestra convicción de que la educación, el diálogo y el respeto mutuo son fundamentales para construir un mundo en el que la paz y la justicia prevalezcan. Asimismo, hacemos un llamado a la solidaridad y a la comprensión entre las diversas comunidades que conforman nuestra universidad particularmente aquellas afectadas más directamente por este conflicto a fin de que como colectivo logremos generar espacios seguros para el debate amplio y la convivencia de todas y todos los miembros de la comunidad universitaria con independencia de sus orígenes y ascendencia.