Las dos mayores partidas suponen casi 300 millones de euros en ropa y más de 227 en vehículos.
Casi 300 millones de euros en ropa y más de 227 en vehículos. Son las dos mayores partidas del gasto militar extra que se ha aprobado en los cinco consejos de ministros del actual curso político. Excepto en el primero (del 3 de septiembre), en todos los demás ha habido un incremento del dinero destinado a defensa. El total es de 985,3 millones.
No es algo novedoso. De hecho, en las siete primeras reuniones del Gobierno después de que Pedro Sánchez fuera investido (el 16 de noviembre de 2023), el gasto en militarismo aumentó en 4.232,57 millones de euros.
A diferencia de aquella ocasión, en la que el montante más cuantioso salió del Ministerio de Industria, en este caso, la inmensa mayoría del dinero parte de la cartera de Defensa.
La ‘vuelta al cole’
Hasta el momento, el mayor gasto militar extraordinario (297,5 millones de euros a través de un acuerdo marco de dos años de duración) se autorizó en el Consejo de Ministros del 10 de septiembre para “la adquisición de prendas de uniformidad, coordinación, almacenamiento, preparación, distribución y logística inversa de las peticiones de los suministros”, explicaron en la referencia del Consejo.
Su finalidad, agregaron en ese texto resumen, “es asegurar que las Fuerzas Armadas dispongan de los artículos y prendas incluidos en el equipo básico, el equipo de combate y la uniformidad de trabajo, necesarios para el ejercicio de sus funciones”.
Un buque multipropósito y varios vehículos pesados
La segunda mayor partida es la que corresponde a vehículos (227,8 millones de euros). Destaca (en el Consejo del 17 de septiembre) la adquisición de “vehículos pesados específicos para transporte de carga, así como su mantenimiento integral, con el fin de incrementar el rendimiento logístico en las actividades de abastecimiento, mantenimiento y transporte”, como detallan en la referencia.
La citada compra se hizo a través de otro acuerdo marco (en este caso, a cuatro años) y por un importe de 203,8 millones de euros.
El otro gasto para vehículos se ratificó el 10 de septiembre. Esta vez fue un contrato de 24 millones de euros para que la Armada adquiriera un buque multipropósito con capacidad de remolque de altura clase Carnota.
Casi 150 millones de euros en armas
El dinero destinado a defensa (por encima del oficialmente asignado en los Presupuestos Generales del Estado también ha crecido con la compra de armas. En concreto, en 149,2 millones de euros.
La principal adquisición –aprobada el 10 de septiembre– fue de munición para las Fuerzas Armadas del calibre 7,62 x 51 milímetros. Se certificó con otro acuerdo marco (para cuatro años) por un importe total de 92,1 millones de euros.
En la misma fecha se rubricó otro acuerdo (con duración de tres años) para la “compra de visores de combate y magnificador de tres aumentos”, detallan en la referencia. Con esta operación se sumaron otros 24 millones de euros al gasto en defensa.
Y la última adquisición de armas se oficializó el 17 de septiembre, por 33 millones de euros. El concepto del acuerdo marco (a cuatro años), según el resumen oficial, es “para la adquisición granadas de mano que garantiza la operatividad de las unidades tanto en actividades de instrucción y adiestramiento como en el desarrollo de las ‘Operaciones de Mantenimiento de Paz’ y completa la reserva de munición de Fuerza Conjunta y la Reserva del Ejército”.
Mantenimiento, tecnología, administración y alimentación
Para llegar a esa cantidad total de 985,3 millones de euros de gasto militar extra, hay que sumar lo destinado a tecnología (120,2 millones de euros), mantenimiento (95,5 millones), alimentación (58 millones) y administración (37 millones).
En el último Consejo de Ministros, el que se celebró el pasado 1 de octubre, se autorizó un gasto total de 195,3 millones de euros. La mayor partida (de 100,2 millones) corresponde a la compra de tecnología, en concreto, de monoculares de visión nocturna. Se rubricó con un acuerdo marco a cuatro años.