El magnicidio por sistema
Israel es un país de unos 10 millones de habitantes, y poco más de 22.000 km2.Irán tiene cerca de 90 millones de habitantes y más de 1. 600.000 de km2; por ello a los sionistas de Netanyahu les resulta casi imposible invadir al país persa por tierra, ni tampoco cualquier otra nación que sea de las dimensiones de Irán o mayor. Entre otra cosas, es por eso por lo que Israel nunca se planteó invadir a otras naciones no dóciles al sionismo. En ocasiones el imperio sionista-USA [1] tampoco llegó a practicar una invasión de este tipo. Históricamente, EE. UU. ha estado continuamente realizando asesinatos magnicidas o decapitación, sin previo aviso, de gobiernos de las naciones no sumisas, que además suelen ser objeto de su codicia. Esto es lo que está intentando Netanyahu, pregonando ya descaradamente, y a gritos, que hay que matar al presidente de Irán Alí Jamenei.
Es posible citar ejemplos de los asesinatos-magnicidas de influencia Sionista-USA. Citaré sólo los más destacados de Oriente Medio y Próximo:
Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto, presuntamente envenenado en 1970 con digitalina por EE. UU., por cometer el pecado insumiso de nacionalizar el Canal de Suez. Es curioso que a la muerte de Nasser le sucediera Anwar el-Sadat, que formó un Gobierno títere de intensa inclinación a la sumisión al imperio sionista-USA.
Sadam Husein, presidente de la República de Irak, fue ahorcado por el imperio en 2003, pese a haber sido en algún tiempo sumiso colaborador de los EE. UU. Pero fue asesinado por no considerarlo suficientemente sumiso, porque Irak tiene grandes reservas petroleras y porque posee una importante situación geoestratégica, para la insistente expansión de la OTAN hacia la frontera rusa.
Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, fue presuntamente envenenado con uranio enriquecido en 2004, el motivo parece ser que fue el que aspirara a que su país alcanzara el rango de Estado Palestino soberano e independiente del sionismo.
Muamar Gadafi presidente de la República de Libia, fue manifiestamente asesinado a tiros por la calle en 2011, pues cometió, entre otras acciones insoportables para el imperio Sionista-USA., el gran delito de intentar sustituir el dólar por una moneda panafricana.
Qassem Soleimani líder de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, resultó asesinado el 3 de enero de 2020. El asesinato fue ordenado por el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Se realizó en Bagdad, Irak, por un ataque con drones estadounidenses.
Bashar al-Ásad, presidente de Siria, sufrió un golpe (“democrático”) de Estado en 2024, después del cual fue nombrado presidente en funciones Ibrahim al-Hadid, el cual había sido acusado, por EE. UU., de pertenecer a una organización terrorista. Sin embargo, ahora resultaba ser más democrático que Ásad, quien tuvo que huir a Rusia porque su vida estaba amenazada.
El ataque del viernes 13 de junio de 2025
El ataque de la madrugada del viernes 13 de junio fue efectuado por sorpresa, murieron buena pare de la cúpula dirigente y científica del país persa. Acabó con los jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Mohamad Hosein Baqeri, y con el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Hossein Salamí. Y también murieron seis científicos nucleares iraníes. Pero Irán respondió (¡respondió!, no fue el que atacó) al ataque alevoso, y sin aviso, de Israel.
Ya es tradicional en el imperio Sionista-USA esta sistemática de los magnicidios; pero en este caso, como en casi todos, solo consiguió generar unos países destrozados, Palestina, Irán e Israel. Esta idea del magnicidio obsesiona a Netanyahu que quiere llevarlo a cabo con el asesinato de Ali Jamenei, nuevo presidente de Irán. Pero su legendaria prepotencia genocida y su “flamante e invencible” Domo de Hierro, han sido sorprendidos por la alta tecnología militar de Irán y todos estamos viendo sorprendidos que, desde la tierra persa, al fin, está llegando un castigo justo y merecido ante el insistente genocidio de Gaza y Palestina y la insoportable arrogancia israelí.
Aunque se está dando el caso de que cada vez se ve más claro que Israel, es más débil de lo que se cree Netanyahu, pues: es un país unas diez veces más chico que su adversario del note, su cúpula de hierro no es en absoluto tan invencible como pregonaban los sionistas, ya solo cuenta con la EE. UU, OTAN, dos potencias militares en declive y se le están multiplicando los adversarios. Por el contrario, Irán no esta tan sola como Israel, pues se le están multiplicando las adhesiones.
Está bastante claro que hoy Irán ya ha aventajado a Israel en la tecnología militar de la ciberguerra. Además, el G-7, que representa el poderío económico del “democrático” de Occidente, en ningún momento hizo un llamamiento, en consonancia con las leyes internacionales defendidas por la ONU, para que parara urgentemente el holocausto que viene cometiendo el verdadero jefe de Occidente que es claramente Israel. Y recientemente, en su última reunión del G-7, que vino a coincidir el ataque del 13 de junio, esta organización globalista, y sin pensárselo dos veces se puso del lado del sionismo, declarando que Occidente debía apoyar decididamente al sionismo y a su “legitimo” “derecho a defenderse” (sic.). Y todo, aunque la intención del ataque sorpresa israelí era llegar a destrozar las tres centrales nucleares persas, aunque ello supusiera un nuevo Chernóbil, mejor dicho, tres chernóbiles, y el peligro del inicio de una Tercera Guerra Mundial con altas probabilidades de apocalipsis nuclear.
Parece ser que todo Occidente está obligado a obedecer las ideas mesiánicas del líder sionista, que solo predica dos alternativas: “o conseguir la Tierra Prometida (para el pueblo judío elegido)” o el Apocalipsis. De hecho, los bíblicos sionistas consideran aceptable el Apocalipsis porque es un pasaje sagrado de la Biblia, esto es de lo más peligroso para toda la humanidad. Las oligarquías sionistas consideran que los que no forman parte de esta oligarquía prácticamente no existen, y en todo caso deben dejar de existir, algo que puede conseguirse a base sistemáticos genocidios, como los realizados en del siglo XIX por EEUU, Argentina (cuyo símbolo de héroe genocida era Martin fierro, en Argentina quedaron pocos indígenas y es algo de lo que se habla poco), en el siglo XX el Holocausto de la Alemania nazi en la Segunda guerra Mundial, en el siglo XXI el genocidio de Bolsonaro, y los sucesivos genocidios de los sucesivos gobiernos sionistas de entre los siglos XX y XXI, sobre todo el actual de Netanyahu. Y, sin embargo, que todo Occidente esté admitiendo y siguiendo religiosamente estas ideas “democráticas” mesiánicas del sionismo resulta infinitamente peligroso.
Por si fueran pocas todas esta maldades, infamias, crueldades e hipocresía de Occidente, resulta que la ONU está al descarado servicio de esta ignominia de Occidente. Se da el caso de que, en el caso del inesperado ataque del 13 de junio, que en las Naciones Unidas sólo hubo reprimendas y condenas para la victima que era Irán, y para el agresor sionista genocida solo se pronunció en su defensa porque tenía “derecho a defenderse”. ¿Defenderse de quién?, ¿de los miles de niños palestinos moribundos del genocidio sionista? ¿De un país como Irán que firmó en1970 el TNP y que no tiene armas nucleares como sí que las tiene Israel?
Y es que desde hace tiempo el Mossad y los gobiernos sionistas resultan ser una máquina de destruir hospitales, para que el genocidio sea más rápido, matar a niños y civiles y de atacar a muchos países que tienen riqueza de recursos naturales, que puedan ser futuros competidores del imperio y/o que tengan una posición geoestratégica. En resumen, una política imperial y colonialista. Y en todo esto los gobiernos de los países europeos no son más que una comparsa sumisa a las órdenes estrictas del imperio Sionista-USA.
¿Quienes son Netanyahu y los sionistas?
Entre otras cualidades podemos destacar estas: que es un intenso y constante genocida, terrorista de Estado que no firma los Tratados de no Proliferación Nuclear (en lo sucesivo TNP) pese a tener ramas nucleares de destrucción masiva, ser represor, arrogante, prepotente y que tiene la convicción de que la “Sagrada Biblia” justifica todas sus fechorías, genocidios y el apocalipsis, … Y en Occidente, salvo casos aislados, no solo no le critica, sino que critica precisamente a sus víctimas.
Tratados de No Proliferación Nuclear (TNP)
En cuanto al TNP, tenemos que fue suscrito en 1968 por un importante número de países y que obliga a: Los países poseedores de armas nucleares se comprometen a no traspasar a nadie armas nucleares ni ayudar a ningún Estado a fabricarlas ni a adquirirlas. El TNP entró en vigor en 1970. Y el 11 de mayo de 1995 se amplió su vigencia indefinidamente. Un total de 190 partes se adhirieron a él. Hoy De los 9 Estados poseedores de armas nucleares, solo están en el TNP cuatro: Federación de Rusia (que ya estaba cuando era la URSS), Inglaterra, Francia y China. Pero no están en este tratado (a pesar de tener armas nucleares): EE. UU. e Israel (ambos con armas nucleares desde hace más de 40 años); y además India, Pakistán y Corea del Norte.
EE. UU. en agosto de 2019 (con el primer mandato de Trump), se salió del tratado. Entonces, EE. UU. e Israel que, incumpliendo la legalidad, no están en el tratado de no proliferación y pese a que sí que tienen armas nucleares, están obsesionados a acusar a Irán de tener armas nucleares, cuando ni las tienen, ni están fuera del TNP. Pero a consecuencia del brutal ataque de Israel a Irán, el 13 de junio, el país persa, a través del portavoz del ministro de exteriores de Irán, Esmail Baghaei, confirmó el 16 de junio de 2025 que el parlamento de su país está preparando la documentación necesaria para abandonar el TNP que Teherán ratificó en 1970. Incluso el parlamente Iraní ha votado mayoritariamente a favor de salirse del TNP. Por su parte el discurso del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, durante el acto conmemorativo del fallecimiento del ayatolá Jomeini, hacía presagiar que iba a llegar lo que sí que paso: el golpe de guerra del 13 de junio de 2025.
Y podríamos preguntarnos: ¿Quié provee armas a Israel? La respuesta es fácil: es desde hace mucho EE. UU. con gran diferencia, y más aún desde los ataques del 7 de oct.- 2023, de Hamás y de la brutal y desproporcionada respuesta de Israel con el inicio de un genocidio arrasador. Como respuesta a ello, (Según comentaba elDiario.es el 14-jun-2025), el senador independiente Bernie Sanders hizo una propuesta para bloquear ventas por miles de millones en armas a Israel, pero fue rechazada por el Senado. Además, desde los gobiernos de Europa, la UE y EE. UU. e incluso desde la ONU se piden insistentemente que se trate a Israel como a una víctima con “derecho a defenderse”.
En cuanto al Gobierno español, en estos finales de junio sigue sin cesar la compraventa de armas con Israel mientras persiste la limpieza étnica en Gaza. Pedro Sánchez, se limitó para comentar el ataque de 13 de junio (para lavarse la cara) a poner en su cuenta de X: “Atroz. Triste. Inaceptable”.
Pero, en una investigación de Progressive International, Palestinian Youth Movement y American Friends Service Committee, determina que más de 60.000 piezas de armamento salieron de España entre enero de 2024 y febrero de 2025. Esto es algo contradictorio con el anuncio reciente de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que aseguró que España había suspendido todos los contratos de adquisición de armamento israelí.
El ataque a las tres plantas iranies de enriquecimiento de uranio
Trump, que estaba dubitativo, anunció el 21 de junio que lo de que EE. UU. interviniera directamente en la guerra de Irán-Israel con un ataque a los tres centros iraníes de enriquecimiento de uranio no lo tenía muy claro y que se iba a tomar una semana para pensárselo. Pero inesperadamente cambió de parecer y a las pocas horas de su anuncio, emprendió el arriesgadísimo ataque a las tres instalaciones iraníes, sin detenerse a considerar que con ello podía generar tres desastres como el de Chernóbil, pero en este caso fue intencionado y sin guardar la menor consideración a los criminales y masivos efectos radiactivos. Además, emprendió este terrorífico ataque sin permiso del Congreso de los EE. UU., sin el permiso obligatorio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, fuera de TNP y violando los principios de la Carta de la ONU.
Se da la circunstancia de que estas violaciones las vienen repitiendo, sobre todo USA e Israel de forma recurrente. Por ello que se ve claro que las Naciones Unidas solo son un florero en mano del imperio Sionista-USA. Menos mal que, según ha confirmado Rafael Grossi, director de la Organización Internacional de la Energía Atómica, no se ha observado ningún indicio de aumento de la reactividad después del bombardeo USA. Es decir, que Trump no ha conseguido ningún resultado considerable con el ataque (“a dios gracias”), no consiguió hacerles ningún daño considerable, pues de lo contrario, insensatamente, USA hubiera producido tres desastres como el de Chernóbil. Pero solo logró hacer el ridículo una vez más y que se pusieran en contra de él una gran porción de la opinión pública mundial. Lo más relevante del caso es que ambas partes en litigio ya no sólo son Irán e Israel, sino que, a causa de este desproporcional y peligrosísimo ataque, ya comienzan a aumentar los implicados en esta guerra. Por un lado EE. UU., G.B. y la OTAN, pero con algunos recelos Francia, Alemania, Italia y Canadá. Y como contrapartes aparecen: Irán, Rusia, China, Turquía, Paquistán, las milicias Chiitas de siria, la milicia chií de Hezbolá y Yemen, la resistencia de Irak y tal vez Egipto. Así, que en contra de lo que parece, es posible que esté más sola y débil Israel que Irán.
Otro “gran triunfo” de Trump, fue su ataque a las tres instalaciones, fue conseguir enfadar a los congresistas iraníes y que votaran a favor del cierre del estrecho de Ormuz, por el que pasa el 20% de petróleo que se consume en el mundo. Y es que América ya no es “lo primero”, tal y como no se cansa de proclamar Trump. Prueba de ello es que Netanyahu, y el mesiánico lobby sionista, fueron quienes obligaron a Trump a meterse en el ataque de las tres instalaciones, algo que el presidente de EEUU no quería Hacer y luego se presentó como enfadado con Netanyahu, pero principalmente era miedo a que las dos superpotencias Rusia y China pudieran atacara los EE. UU.
Irreparables daños a la economía global
Además, el que exista la guerra contra Irán perjudica seriamente a los países europeos, pues en los ataques en los que Israel está viendo cómo se destruyen sus mejores refinerías de petróleo, como la gigantesca de Nafada Tad. Y estos ataques ya han hecho disminuir la producción de petróleo de Israel en un 60%. Esta es una cuestión que además de dificultar la energía para el ejército israelí, repercute seriamente en la economía de países clientes de Europa. En cualquier caso, es de lamentar esta peligrosísima escalada, que parece que apunta a una Tercera Guerra Mundial que puede ser nuclear y apocalíptica.
Nota:
[1] Se da el caso de un extremo poder sionista en el Congreso de los EE.UU. Un síntoma de ello es nada menos que 80 co0ngresistas tienen doble nacionalidad USA-israelí. Pero tal vez incluso más fuerte que esto sea que hacia un 90% de los medios de comunicación occidentales son propiedad de megacorporaciones sionistas, esto es muy grave porque el poder mediático tiene más fuerza que el mejor de los ejércitos.
Julio García Camarero es doctor en Geografía por la Universidad de Valencia, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, exfuncionario del Departamento de Ecología del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias y miembro fundador de la primera asociación ecologista de Valencia, AVIAT
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