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Así se forja un estereotipo machista & Violencias contra las mujeres

Mala, manipuladora, calculadora: ¿por qué Juana Rivas cae mal?

Fuentes: www.articulo14.es

El estereotipo de mujer malvada, mentirosa y manipuladora está muy presente en el imaginario colectivo. Un estudio analizó el tratamiento del caso de la madre protectora en los medios de comunicación en 2017. ¿Hemos mejorado?


¿Se han preguntado qué opinión tienen de Juana Rivas?¿Saben por qué? La madre protectora de Granada ha vuelto a saltar a las televisiones estos días. Conocemos su cara, su voz y su caso desde hace casi ocho años, pero ¿qué sensaciones despierta?

Los medios de comunicación son los principales responsables de la opinión pública, crean, literalmente, opinión. El tratamiento mediático influye en la percepción social y cómo se informó de sus circunstancias en 2017 y, las formas y maneras en las que se ha contado este nuevo episodio estos días, quizá está relacionado en lo que la ciudadanía piensa de Juana Rivas. Pero no solo.

Las mujeres son malas, manipulan y denuncian falsamente

Miguel Lorente, médico forense y exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, y que conoce de cerca el caso, cree que existe animadversión hacia ella: “Es lo típico, lo social, lo cultural, al final. Si no contáramos con el estereotipo de quelas mujeres son malas, que manipulan, que denuncian falsamente no podría estar ocurriendo todo esto”, apunta.

“La imagen de Juana Rivas, al margen de quienes podemos conocer circunstancias y entender la situación que viven las mujeres maltratadas y la manipulación a través de los hijos e hijas, es que es una mala madre. Una madre que secuestró a sus hijos durante un mes para quitárselos al padre maravilloso y todo eso es lo que queda. La gente no conoce el caso de Juana Rivas“.

“No conoce que no es verdad que no haya podido ver a su hijo, sino que no ha querido venir, que cuando  Arcuri se negaba a entregar los hijos a Juana, que se negó muchas veces durante varios meses, antes de 2017, Juana iba allí, hablaba con él, lo convencía después de varias semanas y se los traía. Juana podía haberlo denunciado igual por sustracción de menores, pero nunca lo hizo”, insiste.

Una mala madre que busca hacer daño al padre

“Todo esto está ahí, se integra dentro de esa imagen de madre mala, perversa, manipuladora que busca hacerle daño al padre y que incluso se ha dicho que la denuncia y condena de 2009 también fue una denuncia falsa, que él tuvo que asumir para minimizar todo eso”, asegura.

Ana Bernal-Triviñoprofesora de la Universitat Oberta de Catalunya y experta en violencia de género, conoce el poder de la prensa para moldear pensamiento. En 2017 realizó un estudio para analizar el tratamiento de los medios del casoJuana RivasPara ello hizo un análisis cualitativo de noticias y artículos con alta repercusión en Twitter entre el 1 de agosto y el 3 de septiembre de 2017. La idea era desentrañar cómo los medios construyeron el relato en torno a Juana Rivas y Arcuri.

Titulares que banalizan la violencia de género

De esos días son estos titulares que la investigación analiza:

“Juana Rivas juega al escondite con la justicia”, donde se utiliza un lenguaje infantil, que culpabiliza y trivializa una situación de violencia de género.

“Juana Rivas vs Francesco Arcuri: ¿’vida de esclava’ o ‘de fiesta’ sin parar?”, en este caso se plantea una falsa dicotomía que cuestiona el testimonio de Juana y ridiculiza su relato. Rivas fue presentada como “mala madre”, “secuestradora” o “calculadora”.

“Cuando Juana y Francesco eran felices”, junto con el tuit promocional que decía: “Reconstruimos las vivencias más idílicas de la pareja”. Arcuri había sido condenado por violencia de género, pero esta idea contribuye a limpiar la imagen del agresor y a poner en duda la denuncia de Juana Rivas.

“Los últimos días de Juana Rivas en Carloforte”. En el contenido se incluyen frases de vecinos como: “Es completamente falso que le pegase. Es la persona más pacífica que conozco.” Lo que refuerza el relato de Arcuri y desacredita el testimonio de Rivas. Además, se ignoró o minimizó su condición de víctima de violencia y la de sus hijos mientras Arcuri fue retratado como “pacífico” y “equilibrado”, omitiendo su condena por malos tratos.

Comparaciones cinematográficas o metáforas de guerra

El estudio señala también el sensacionalismo y la banalización que impregnan la mayoría de las informaciones con comparaciones cinematográficas o metáforas de guerra (“batalla judicial”, “culebrón”) para tratar un proceso doloroso en el que estaban implicadas, como partes, dos niños  menoresde edad, en ese momento.

También critica la utilización de fuentes no autorizadas en las piezas como opiniones de vecinos sin relevancia legal ni conocimiento íntimo del caso, así como rumores y especulaciones como base de las noticias.

De la investigación se desprende que la descripción de Juana Rivas se reduce a una mujer mala madre de sus hijos, calculadora y fría, además de negar su condición de víctima, y en contraposición la figura de Arcuri se muestra como una persona equilibrada, responsable, pacífica y alejada de cualquier aspecto o indicio de violencia.

La importancia y la ausencia de contexto

Juana Rivas es la cara visible, pero representa un patrón que se repite en España y que afecta a miles de mujeres y sus hijos e hijas. En aquellas informaciones es evidente la ausencia de contexto para explicar un problema estructural que no solo afectaba y afecta a Rivas. 

Así por ejemplo, el estudio señala la reducción del concepto de maltrato al daño físico y la ausencia o normalización del maltrato ambiental (ruptura de objetos o golpes en elementos), así como del proceso del daño psicológico. No se menciona la violencia institucional, judicial o simbólica. Se ignoran las cifras globales de violencia de género y el marco legal español e internacional (Convenio de Estambul, Ley 1/2004).

Las conclusiones de la investigación no dejan lugar a dudas: los medios, al incumplir las recomendaciones éticas y legales, contribuyeron a ejercer violencia mediática, una forma de violencia simbólica que revictimiza a mujeres y a sus hijas e hijos, naturaliza la violencia de género y desinforma a la sociedad. Esto ocurre por el uso de estereotipos, el sensacionalismo y la falta de enfoque de género.

Ocho años después,  ¿hemos mejorado las informaciones? Bernal-Triviño opina que no. “Estamos viviendo otra vez el resurgimiento de la desinformación y la mala praxis en cuanto al caso Juana Rivas. En aquel contexto inicial estábamos en un momento de auge del movimiento feminista y ahora estamos en un momento reaccionario contra el movimiento feminista“, recuerda.

La desinformación navega por el desconocimiento

“Es una situación que se dilata tanto en el tiempo, la gente termina por confundir parte del proceso. Si normalmente es complicado comprender toda la jerga jurídica y además cómo se desarrollan este tipo de procesos, pues imaginamos que en el caso de Juana todavía es mucho más complicado. Cuando hay un proceso civil por un lado, un proceso de acusación por maltrato, por otro con un juicio pendiente,  cuando hay otro hermano que también está hablando, dos legislaciones diferentes entre Italia y España, por lo tanto en esos desconocimientos es en los que navega más esa desinformación“, señala.

“A veces por algunos canales de forma intencionada porque conocen perfectamente cuál es el contexto y lo que ocurre siempre en el caso de Juana Rivas es que no se da el contexto suficiente y el contexto verdadero. La clave del caso está en esto, en el contexto y en ese contexto tiene una función primordial la especialización de la violencia de género en la información ¿Qué ocurre? Pues que la mayoría no la afronta de esa perspectiva, ni siquiera quienes tienen la especialización de cubrir tribunales. Se pierden en lo que son las dinámicas y las herramientas de las víctimas de violencia de género“, alerta.

Una manifestante sostiene una pancarta sobre Juana Rivas

“Y aquí tenemos un añadido, ya no estamos hablando de una víctima mujer, estamos hablando de víctimas de infancia. Y todavía hay un mayor desconocimiento sobre las capacidades, herramientas y cómo se maneja la violencia psicológica y física en contra de los menores“.

“Hay un odio más enfervorizado”

Al final, hay como un campo de desconocimiento enorme de cómo opera la violencia de género, de cómo opera la violencia vicaria, de cómo opera el maltrato hacia la infancia, de cómo operan las instancias jurídicas, sobre todo en Italia que no existen unidades específicas de violencia de género, no existen como tenemos aquí equipos psicosociales. Allí se da mucho poder a, por ejemplo, los informes de parte”, indica Berna-Triviño.

Estoy viendo como hay un odio más enfervorizado, vuelven a surgir los clásicos de Juana Rivas: que está loca, que es una madre que manipula la mente de sus hijos son hacer constar que si Francisco Arcuri se va a enfrentar un juicio en septiembre, no es por culpa de Juana Rivas“, concluye.


Fuente:https://www.articulo14.es/violencia-contra-las-mujeres/por-que-juana-rivas-cae-mal-20250726.html