El pasado 15 de agosto de 2015 Lula da Silva animó al gobierno de EE.UU. a poner fin al bloqueo a la isla de Cuba con estas palabras: «Estados Unidos hizo una guerra [estaba refiriéndose al bloqueo], perdió. Acepten que perdieron y dejen a los cubanos vivir en paz». en este contexto, la autora hace un recorrido por la estrecha relación y lazos que unen a Brasil -y su actual presidente- y Cuba.
Tiene la prensa cubana, registrada en sus memorias, una anécdota de amor entre un hombre y un pueblo, que no es el suyo, pero lo lleva en el lado izquierdo del pecho, allí donde se guardan los sentimientos más hondos y las certezas más firmes.
Es ese hombre «un humilde obrero de la industria metalúrgica que se destacaba por su inteligencia y prestigio entre los sindicatos, en la gran nación que emergía de las tinieblas de la dictadura militar impuesta por el imperio yanqui, en la década del 60». Así lo describió Fidel, quien, con visión clara, lo supo líder en el cual depositar esperanzas.
Y así fue. «El obrero metalúrgico» se convirtió «en un estadista destacado y prestigioso, cuya voz se escucha con respeto en todas las reuniones internacionales».
En septiembre de 2023, Luiz Inácio Lula da Silva visitó Cuba, a menos de un año de haber iniciado su tercer mandato presidencial en Brasil. Tras concluir su encuentro con el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la prensa lo interpeló:
«¿Qué lugar ocupa Cuba en su corazón?», le preguntaron. «Muy grande. Para mí Cuba es muy importante –y prosiguió-, amamos la Revolución (…) y es (la de Brasil y Cuba) una relación muy fraterna (…) aquí aprendí a respetar el liderazgo de Fidel. Él fue un gran modelo de hombre, un estadista, y por eso mi relación con Cuba es muy grande».
En esa oportunidad, el fundador y presidente honorario del Partido de los Trabajadores lamentó que el Gobierno anterior al suyo rompiese las relaciones diplomáticas con la nación caribeña, y tratase a la Isla «como si fuera un país enemigo». «Nosotros aprendimos y tenemos mucho que aprender de Cuba -aseguró entonces-, y lo más importante es que seamos dos países hermanos. Juntos, vamos a ser muy fuertes».
Razón tenía, pues ambas naciones fraguaron un vínculo irrompible que no pudo disolver Jair Bolsonaro cuando atacó irrespetuosamente al programa Más Médicos. También el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, en su más reciente dardo contra la Mayor de las Antillas, intentó arrancar de cuajo esa unión. Sus medidas contra varios funcionarios del Gobierno de Brasil, por la implicación con Más Médicos, no es si no una respuesta a la fuerza que representa en el continente esa relación binacional.
Los hechos más recientes nos recuerdan que fue Lula, a sabiendas de que «el mundo necesita voces que hablen en nombre de lo correcto, lo justo y lo sensato», quien, en junio pasado, en la inauguración de la Cumbre Brasil-Caribe, condenó el bloqueo a Cuba. Ya lo había hecho en abril, en la novena Cumbre de líderes de la CELAC, al alertar sobre la reactivación de antiguas injerencias.
«Cuba ha sido un defensor de una gobernanza global más justa. Brasil está en contra de cualquier medida coercitiva unilateral. Rechazamos la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo», afirmó en la Cumbre del G77 más China, en 2023.
En 2021, en una entrevista concedida al canal Once de México, se declaró admirador de la Revolución Cubana, y reconoció la posibilidad de superación económica si fuese eliminado el bloqueo. Mientras que, en 2014, fue uno de los primeros en pedir el término de las sanciones, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU.
De esa manera, no resulta extraño que, ante la nueva amenaza de Marco Rubio, las palabras de Lula fuesen tan precisas. El mandatario se (nos) sabe del lado de los que edifican caminos por el bien común. «Nuestra relación con Cuba es una relación de respeto, a un pueblo que está siendo víctima de un bloqueo hace 70 años. Hoy están pasando necesidades, por un bloqueo que no hay ninguna razón. EE.UU. hizo una guerra y perdió, acepten que perdieron y dejen a los cubanos vivir en paz, dejen a los cubanos vivir su vida, no quieran mandar en el mundo».
Fuente: https://www.granma.cu/mundo/2025-08-26/lula-una-voz-en-nombre-de-lo-justo-26-08-2025-00-08-21