Es notorio el sesgo antigubernamental de la medida tomada por la administración Trump, argumentando que en Colombia el cultivo de coca y la producción de cocaína han aumentado a récords históricos bajo el mandato del presidente Gustavo Petro, “y sus intentos fallidos de buscar acuerdos con grupos narcoterroristas solo exacerbaron la crisis”; refiriéndose a la política de búsqueda “de la paz” y no en esfuerzos centrados en el fin del conflicto armado interno, que diferenciamos. Al valorar Estados Unidos “el servicio y el sacrificio de sus dedicados servidores públicos en todos los niveles de gobierno”, demuestra el contenido político de la decisión en contra del gobierno central y lo “recae únicamente en su liderazgo político” … Exige que el gobierno de Colombia tome medidas más agresivas para erradicar la coca y reducir la producción y el tráfico de cocaína. Es decir, impone las condiciones de cómo debe ser la política interna de sometimiento de las bandas narcotraficantes y de la solución política al conflicto armado interno. La otra condición para revisar la desertificación a Colombia se centra en “responsabilizar a quienes producen, trafican y se benefician de la producción de cocaína” y en esto radica, precisamente, el carácter de poder político que controla la dirección del país, expresado en las fuerzas de derecha detentador del poder político y sus nexos con el narcotráfico. Los amigos de la derecha colombiana, ellos sí vinculados con el narcotráfico
Los resultados y estadísticas demuestran que, durante el actual gobierno progresista-liberal, a diferencia de los gobiernos de 20 años anteriores, incluido el del expresidente innombrable y condenado, aumentó considerablemente, en miles de toneladas, el decomiso de estupefacientes y en particular la cocaína. Por ende, la tal descertificación se da cuando el conjunto de circunstancias exteriores apunta a una agresiva e intervencionista medida militar del imperio en el mar Caribe, dirigiendo los misiles-injustificadamente- hacia la República Bolivariana de Venezuela, que encuentra en el gobierno colombiano al mas firme defensor de la integridad y la soberanía de la patria de Bolívar.
Según las autoridades norteamericanas la descertificación parcial no implica sanciones y se mantiene la asistencia al país. «Se considerará cambiar esta designación si el gobierno de Colombia toma medidas más agresivas para erradicar la coca y reducir la producción y el tráfico de cocaína, así como para responsabilizar a quienes producen, trafican y se benefician de la producción de cocaína», concluye la misiva norteamericana. Tal como lo anotado, es un aparte más de intervención en política interna del país y que por ser unilateral no refleja la exigencia de conductas reciprocas en relación a lo interno de los EEUU.
El presidente Gustavo Petro venía resaltando incautaciones de toneladas significativas de cocaína e incluso abrió la puerta para retomar el uso del glifosato como herramienta de amenaza, con el fin de aligerar el ambiente y mantener la certificación. Nada de esta actitud movediza valió, imponiéndose la autarquía y la solución política interna a los conflictos diversos colombianos.
La certificación es un mecanismo unilateral tomado por el gobierno de EEUU, en coordinación con el Departamento de Estado (Marcos Rubio), Departamento de Justicia (DEA, FBI) y Sección de asuntos de narcóticos. Evalúa la cooperación en la erradicación de cultivos y la lucha contra el narcotráfico de países productores o de tránsito de drogas.
Implicaciones de la descertificación:1. La suspensión de la ayuda económica y militar proporcionada por EE.UU. Por tratarse de una descertifican parcial, esa suspensión resulta relativa.2. Dificultades para acceder a la financiación de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, por negativa de EE. UU que tiene en ellos poder de voto. 3. La imposición de restricciones a la venta, compra o transferencia de equipamiento militar. Que se traduce en imposición a un país vasallo y puede concluir en respuesta de abastecimiento por si mismo y con otras fuentes, por parte de Colombia.4. Sanciones comerciales, como el aumento de los aranceles actualmente en vigor y efectos en inversiones, turismo etc. 4. La descertificación tendrá repercusiones profundas en la cooperación bilateral, el comercio, el turismo y la inversión. 5.“el impacto más inmediato sería la suspensión de asistencia estadounidense clave para inteligencia, operaciones aéreas y ayuda humanitaria, debilitando a las Fuerzas Armadas y a la Policía.
Pese a lo anterior, no todo está perdido; imponiéndose la conducta de continuidad en las políticas antidrogas en Colombia con la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. La búsqueda del sometimiento a la justicia por parte de las organizaciones armadas de narco paramilitares y el impulso de una política integral de búsqueda definitiva al fin del conflicto armado interno, expresado en su existencia y el reconocimiento de status político a las diversas fuerzas insurgentes que califican como tales en el país.
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