A desalambrar, a desalambrar, que la tierra es nuestra.
Si Blas Infante y otros republicanos andalucistas de izquierda levantaran la cabeza…
No caigamos en un falso debate, en una cortina de humo engañosa. El problema de Andalucía no es denominarse nación, nacionalidad, realidad nacional o cualquier otra denominación. Los andaluces no necesitamos apellidos para definirnos. Los andaluces, como dice la letra de nuestro himno, queremos ser libres, por nosotros mismos, por España y la Humanidad. Y por ello, una vez más, tendremos que «levantarnos, para pedir tierra y libertad».
Los andaluces, al menos mayoritariamente, nos sentimos muy a gusto con esa bipolaridad de andaluz y español. Y cuando en algún momento puntual no fue así es porque los caciques, los eternos caciques, intentaron patrimonializar el concepto España, como sinónimo de «aquí están mis cojones y esto es lo que hay» y ante esto, nos rebelamos y logramos una autonomía, al menos en los papeles, equiparable a las «históricas», Cataluña, Euskadi y Galicia.
Lo que necesitamos los andaluces es la garantía de un trabajo estable, una vivienda digna, una educación laica, de calidad y gratuita, la sanidad integral y una reforma agraria que resuelva, de una vez, el problema de la tierra y el agua, entendidas como bienes sociales y no privativos de los caciques y duquesas, por muy «hija predilecta» que alguna sea, según el Presidente de la Junta y del PSOE, don Manuel Chávez.
Además de lo dicho anteriormente, es vital, profundizar en la democracia. Exigir la limitación de los cargos públicos. Que tanto los Diputados Autonómicos como los altos cargos de confianza, solo pudieran repetir dos legislaturas, u ocho años, posibilitando así la rotación en los cargos públicos, evitando el distanciamiento con la ciudadanía.
Pero nada de esto recoge la propuesta estatutaria concensuada por «el tripartito andaluz»: PSOE-PP-IU. Como escribía en mi anterior artículo «Bueno para el PP, bueno para IU«, de mal en peor.
Libertad, Igualdad y Fraternidad.
* Francisco Vega, es miembro de la Comisión Ejecutiva Federal de Izquierda Republicana y de la CE de IR-Andalucía, el histórico partido fundado por Manuel Azaña, Presidente de la II República española.