El Congreso ha aprobado la tramitación de una proposición de ley, impulsada por el Parlamento Vasco, para crear un fondo de compensación para las víctimas del amianto. Una reclamación que los afectados en Euskadi llevan años planteando. Asviamie (Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi) está satisfecha, como señala su portavoz, Jesús Uzkudun, porque se […]
El Congreso ha aprobado la tramitación de una proposición de ley, impulsada por el Parlamento Vasco, para crear un fondo de compensación para las víctimas del amianto. Una reclamación que los afectados en Euskadi llevan años planteando. Asviamie (Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi) está satisfecha, como señala su portavoz, Jesús Uzkudun, porque se ha dado un paso más en su largo camino de reivindicaciones, que se han sumado a las de otras entidades y sindicatos, como UGT que ayer valoró la decisión tomada en Madrid.
-Han pasado más de dos años desde que la Cámara vasca tomó la decisión de llevar a Madrid la proposición. ¿Qué supone que su reclamación empiece a tener recorrido legislativo?
-En principio la valoración es muy positiva. Genera ilusión y esperanza que casi todos los portavoces parlamentarios hablaran de la necesidad de reconocimiento del daño a los trabajadores que nos hemos contaminado con amianto y también a las mujeres que se han contaminado por lavar la ropa de trabajo de sus maridos. Evidentemente, vamos a estar vigilantes para que el fondo tenga unos recursos suficientes. Queremos acabar, y espero que esto ayude, con la ocultación de cientos de contaminados que están catalogados como enfermos comunes, bien porque muchos médicos no quieren dar la comunicación de sospecha o la gente simplemente no sabe adónde acudir.
-El PP es el único grupo que se abstuvo en la votación.
-Me temía que votase en contra, así que también es positivo. En Euskadi se posicionaron a favor.
-¿Por qué ahora, después de tantos años de reclamaciones?
-Creemos que ha habido cierta presión de las empresas en positivo. Desde hace un tiempo venimos apostando por implicarlas porque, al final, nosotros sufriremos en los juzgados, pero ellas también van a pagar las consecuencias y en algún momento les resultará insoportable.
-¿Cuál es el siguiente paso?
-Ahí está el problema. Por ejemplo, si hay unas elecciones anticipadas todo puede quedarse en agua de borrajas. Ahora mismo, el Gobierno lo que tiene que hacer es asumir la votación, empezar a asignar recursos y poner el fondo en marcha. ¡A ver si podemos celebrarlo en 2018!
-¿Tienen calculado con qué cantidad debería dotarse ese fondo?
-Para todo el Estado no lo sé. CC OO hizo un cálculo para Euskadi que era de unos 20.000 euros al año. El fondo no va a cerrar las puertas a las vías judiciales, habrá gente que seguirá por ese camino, pero la sanidad se ahorraría mucho dinero solo con el reconocimiento como enfermedad laboral. La atención a los casos calificados como comunes la pagamos con nuestros impuestos. Hay que tener cuidado porque en algún país se ha creado el fondo, pero luego se ha levantado un muro al reconocer los casos de forma individual. El presupuesto dependerá del número de enfermos que se declaren. Ahora hay una desigualdad enorme porque, por ejemplo, trabajadores del sector del acero que estuvieron en la reconversión en los años 80 y 90 están cobrando de una entidad que creó el Ministerio de Industria para gestionar los fondos de promoción de empleo, y que ahora está pagando todas las indemnizaciones que están saliendo. Instituciones públicas están pagando a operarios de la siderurgia, mientras que a otros se les da una patada en el culo.
-¿Desde Asviamie van a seguir aconsejando la vía judicial?
-De momento vamos a seguir por ahí. Una vez que se cree el fondo y haya recursos… será diferente. Tendremos que reflexionar. Ahora, a medio plazo, nos estamos planteando otro reto. El Consejo Económico y Social de Europa aprobó hace algo más de un año la erradicación del amianto instalado, que es un riesgo para generaciones futuras. Solo Polonia ha aprobado un presupuesto para ello. Parece que aquí no ha pasado nada, pero es una catástrofe.
-Se han quejado en varias ocasiones de que hay jueces especialmente duros con ustedes.
-Sí, en concreto el del Juzgado de lo Social número 4 de San Sebastián, que ha señalado que no se puede acreditar el origen de la enfermedad. Afortunadamente, en los recursos presentados, el Tribunal Superior de Justicia nos ha dado la razón. Tenemos dos casos en el Supremo que… parece que esperan que nos olvidemos porque van a durar como mínimo cinco años. Algo terrible para personas con esta enfermedad.
-¿Siguen llegando nuevos casos?
-Cada vez más. Estamos esperando resoluciones de dos casos de CAF y otro de unos talleres de Tolosa. Están aumentado de forma exponencial.
-¿Cuántos fallecimientos tiene registrados este año en Euskadi?
-Dieciséis, pero seguro que hay más porque esa cifra es de los que estaban controlados por nuestra asociación. Luego están aquellos que no se han calificado como enfermedad por la contaminación por amianto.
-¿Cuándo cree que concluirá ese crecimiento exponencial?
-Durante quince años va a seguir aumentando. A 31 de diciembre del año pasado el Gobierno Vasco tenía registradas 7.468 personas para la vigilancia sanitaria tras haber estado expuestos al amianto. Para final de este año vamos a superar los 8.000.
-¿Después de tanto trabajo, cómo se siente personalmente tras la aprobación del martes?
-Si hace quince años me dicen que íbamos a llegar a este momento me hubiera reído, pero la persistencia va dando frutos.
-Me imagino que cuando recibieron la noticia se acordarían de aquellos que han fallecido.
-Puf, puf… Hay cantidad de gente, que ha ido muriendo… puf. Ahora tenemos la pena de que nos encontramos con muchas viudas que vienen a contarnos que su marido murió posiblemente por culpa del amianto, pero les tenemos que responder que ya se han pasado todos los plazos para reclamar, y eso también es duro.
-¿La culpa de esa situación es de la desinformación y del ocultamiento que denuncian?
-Sí. Hace poco me contó un enfermo que preguntó al médico si su problema podría estar causado por el amianto y el doctor le dijo: ‘No digas tonterías. Eso del amianto es pura política y no tiene nada que ver con esto’.
Fuente: http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/jesus-uzkudun-portavoz-20171012004025-ntvo.html