Tuvo que ponerse seria la crisis, para que finalmente las autoridades políticas y económicas abrieran el banderín para el fomento y legalización de la actividad privada con más de 2 000 nuevas oportunidades. Y ojalá sea un proceso marcado por las facilidades y no el excesivo control burocrático que sigue haciendo de las suyas en plan zancadilla o entorpecedor.
En paralelo, y como complemento, tendrán que llegar las PYMES a la realidad de hoy y abandonar la letra impresa.
Nada nuevo y mucho menos novedoso. Los clásicos del marxismo y los pocos que con mirada oblicua han seguido su camino, siempre han dejado por sentado aquello de “los principales medios de producción” en manos del Estado y lo demás para la gestión privada que lejos de demeritar al socialismo, lo enaltece y fortalece.
Aunque comprobado está que tal sector “tecepé” (Trabajador por Cuenta Propia), según la nomenclatura, no es el ombligo de la economía -y si me equivoco que venga la corrección de alguien mucho más entendido en estos menesteres de los números- no es menos cierto, como decía un amigo especialista con ideas de izquierda, que la pequeña empresa privada era algo así como la sangre que movía una economía local.
Poco más de cien modalidades han quedado excluidas de la nueva etapa. No por gusto ni caprichos son aquellas que tienen algún cordón umbilical con el mercado negro u otras de alto interés estratégico o para la seguridad de la nación.
Dejaríamos de ser cubanos si no protestáramos por todo o al menos sacar una opinión por debajo de la manga. No transcurrieron 48 horas de la nueva buena, y ya los “protestantes” comenzaron con sus pareceres. Palo porque boga, palo porque no boga. El del bicitaxi que sí, que le parece formidable, pero que si los precios topados o que en dónde se podrán adquirir los repuestos.
Medida tan amplia, como casi todas las emitidas últimamente, requerirán de corregirse sobre la marcha porque es de dudar un minucioso estudio previo y una profunda consulta popular. La propia vida lo ha demostrado. No hay de otra. Como decía el poeta, hay que hacer camino al andar. De cualquier forma, se trata de un importante avance y una derrota para quienes lo privado le causa terror pánico, adicción a sobrenombres y males estomacales.
Fuente: https://progresosemanal.us/20210210/a-grandes-dificultades-oportunas-soluciones/