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A la huelga general el 14 de noviembre

Fuentes: Rebelión

Independientemente de los matices, de las críticas que se puedan hacer a los dirigentes sindicales e incluso de la efectividad de la huelga el día 14 de noviembre deberíamos paralizar el país. Aunque solo sea para decir un NO contundente a la manera como el gobierno de Rajoy gestiona la crisis. Todos los trabajadores, los […]

Independientemente de los matices, de las críticas que se puedan hacer a los dirigentes sindicales e incluso de la efectividad de la huelga el día 14 de noviembre deberíamos paralizar el país. Aunque solo sea para decir un NO contundente a la manera como el gobierno de Rajoy gestiona la crisis. Todos los trabajadores, los autónomos, incluso los pequeños empresarios tendríamos que participar. Y todos juntos, con los parados, con las amas de casa, con los estudiantes salir a la calle en manifestación.

Estamos en un desastre sin precedentes que cada vez va a peor. Más paro, peores condiciones de trabajo, más desprotección social, recortes en sanidad y en educación. La desigualdad social aumenta de manera abismal. Los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres. Las clases medias están en proceso de eliminación.

¿Quién es el responsable de la crisis? Son todos los que han potenciado y se han beneficiado del modelo neocaciquil que se ha desarrollado en el franquismo y el postfranquismo. Los banqueros, los especuladores, los constructores han ido creando esta burbuja inmobiliaria que ha hecho que una crisis global acompañara nuestra propia crisis nacional. En este contexto las multinacionales, que han tenido unas condiciones muy ventajosas, abandonan el país cuando las cosas no les van tan bien. Todo esto en un contexto de privatización de las empresas públicas rentables, vendidas a precio de saldo (Telefónica, REPSOL, Endesa). Con una banca pública privatizada (Argentaria). Con un Banco de España que permite todos los desmanes. Con unas Cajas de ahorros controladas por burocracias políticas (y sindicales) que han permitido su desmantelamiento social, los despilfarros más grandes (los absurdos megaproyectos que todos conocemos) y su propia ruina (que ahora pagamos todos). Con un sistema fiscal que permite la evasión fiscal legal de los ricos (SICAV, eliminación del impuesto de los grandes patrimonios y herencias). Con reformas laborales que van eliminando los derechos de los trabajadores. Con unas desgravaciones que permiten que las empresas coticen mucho menos que los trabajadores, que la privatización de las pensiones y la burbuja inmobiliaria sea estimulada. Con una nula voluntad política de luchar contra el fraude fiscal. Con infinitos privilegios para la Corona, la Iglesia y el Ejército.

¿Responsables? Empezó Felipe González, lo afianzó y profundizó José Mª Aznar. Mientras José Luis zapatero negaba la crisis, las combatió finalmente con medidas erráticas hasta abrir la salida neoliberal que ha continuado Rajoy. ¡Que no nos expliquen cuentos! Ni el PSOE ni el PP ni CiU ni el PNV. También elementos de IU, de CCOO y de UGT deberían explicarnos muchas complicidades.

Pero ahora hay que exigir el final de esta política neoliberal suicida de la austeridad. Que hagan algo. Que luchen contra el fraude fiscal, que hagan pagar a los ricos, que eleiminen los privilegios de la Iglesia-Corona-Ejército y de los propios políticos profesionales. Que traten a las empresas como nos tratan a los trabajadores. Así pueden entrar mucho dinero y priorizar en lo esencial, que es un crecimiento sostenibles y la universalidad de los derechos sociales.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.