La Boda Real en España ha provocado una saturación excepcional en los medios convencionales. Ahí tenemos a la televisión pública y el resto de las grandes cadenas dedicando reportajes, por ejemplo, a las imágenes de los pollos palentinos que se comerán los invitados o las prácticas de recorrido por la alfombra roja de los nietos […]
La Boda Real en España ha provocado una saturación excepcional en los medios convencionales. Ahí tenemos a la televisión pública y el resto de las grandes cadenas dedicando reportajes, por ejemplo, a las imágenes de los pollos palentinos que se comerán los invitados o las prácticas de recorrido por la alfombra roja de los nietos de los reyes que llevan dos días andando por ellas. También recogen testimonios, como las entrevistas a humildes y sumisos aldeanos que dedican las horas libres que les dejan sus jornadas de trabajo por las que cobran 500 euros mensuales, a ensayar corales como regalo de bodas, mantillas bordadas, quesos artesanos y todo tipo de pseudodiezmos medievales. Y por supuesto, la enjoyada señora de Miami que declara ante el micrófono haber venido expresamente a Madrid a ser testigo de un enlace histórico.
Y así, mientras toda esa sinfonía mediática monárquica y monocorde invade el panorama «informativo» nos ayudan a olvidar que alguien está aprobando la máxima ley que nos gobernará en Europa, la Constitución Europa. Trámite irrelevante comparado con la trascendencia de las imágenes de los pollos palentinos que engullirán a nuestra salud los invitados o la penúltima recepción o misa -la diferencia es irrelevante- de los novios.
Pero, como en los principios de los cuentos de Asterix, «un lugar poblado por irreductibles antimonárquicos resiste todavía y siempre a la borrachera matrimonial», internet.
Laminados de los grandes medios, prohibidos para manifestarse en las calles del centro de Madrid, desalojados con sus mesas informativas de la Puerta del Sol, el espacio virtual tiene más de reflejo de la realidad que las empalagosas crónicas televisivas.
En la red se encuentra, por ejemplo, la Unidad Cívica por la República http://www.nodo50.org/unidadcivicaporlarepublica/ quienes además de recoger informaciones, artículos de opinión y agenda de actos, nos presentan su Manifiesto por la III República Española y su Declaración de Unidad Cívica por la República ante la boda de Felipen de Borbón y Letizia Ortiz
La sección de España del periódico electrónico Rebelión http://www.rebelion.org/spain.htm en su sección Monarquía versus República también informa diligentemente de todos los textos monárquicamente incorrectos y, por tanto, desaparecidos de cualquier medio digno del beneplácito gubernamental. Y por supuesto de las convocatorias del Movimiento Popular contra la Boda Real para los días 21 y 22. Interesante su lista de enlaces republicanos en: http://www.rebelion.org/spain/031107enlaces.htm
Otros portales, como Nodo 50 disponen de un buscador a través del cual podemos acceder a todos los textos relacionados con la boda real y la república http://nodo50.net/
En La Haine encontramos un animado debate sobre la república, muy oportuno en estas fechas http://www.lahaine.org/b2/articulo.php?p=2949&more=1&c=1
Hemos querido echar una mirada a los partidos políticos republicanos. Ni en Izquierda Unida www.izquierda-unida.es ni en Izquierda Republicana http://www.izqrepublicana.es/elpartido/elecciones.htm , integrada esta última al menos electoralmente en la primera, existe la más mínima referencia a la boda. Tampoco en Esquerra Republicana de Cataluña http://www.esquerra.org . Eso sí, cuando no participan del pastel institucional, por ejemplo en Izquierda Comunera http://www.nodo50.org/izco/ , recuperan el espíritu díscolo para informar de las convocatorias «antiboda».
Y por último, los múltiples chats, weblogs y páginas personales donde propios y extraños, nacionales y extranjeros, lanzan sus indignaciones tan bien silenciadas fuera de internet. Y es que, ante la mordaza monárquica, como diría Bogart, siempre nos quedará internet.