Querida abuela: Este año cumplirías 75 años, tus hijos te echan mucho de menos y se acuerdan de ti a todas horas, sus ojos se llenan de lágrimas cada vez que pronunciamos tu nombre o recuerdan los años que pasaron junto a ti. Tus compañeros, muchos de ellos fallecidos, rememoran las hazañas vividas a tu […]
Querida abuela:
Este año cumplirías 75 años, tus hijos te echan mucho de menos y se acuerdan de ti a todas horas, sus ojos se llenan de lágrimas cada vez que pronunciamos tu nombre o recuerdan los años que pasaron junto a ti.
Tus compañeros, muchos de ellos fallecidos, rememoran las hazañas vividas a tu lado, el esfuerzo que llevaron a cabo para mantener vivo tu espíritu. Nosotros tus nietos, tuvimos la desgracia de no conocerte, pero te tenemos un gran respeto y albergamos la esperanza que un día vuelvas a reunirte con nosotros.
Unos escuchamos atentos mientras otros recuerdan aquel 18 de Julio cuando los viles asesinos entraron en tu casa, por la espalda y comenzaron a asestarte puñaladas una tras otra. También nos cuentan la forma heroica en que te defendiste, como decía el poeta «con uñas, con pies, con codos, con empujones, con dientes, panza arriba, arisca, recta».
Tienes que saber que tus «Libres Enseñanzas» permanecen tal cual las dejaste y que tus compañeros te fueron fieles mucho después de tu muerte, sufrieron represión y muerte por acudir en tu auxilio, por defender los ideales que les inculcaste. Los que sobrevivieron a la noche fascista, hoy reciben orgullosos los reconocimientos que tus familiares les brindamos, cada vez que mencionamos tu nombre, en sus miradas cansadas por el paso de los años observamos un brillo intenso, que por unos momentos les hace recobrar las fuerzas que la edad les va quitando poco a poco. Les preguntamos si llegado el caso volverían a estar a tu lado y su «¡POR SUPUESTO!» retumba alto y claro sobre la faz de la tierra.
Las autoridades todavía no se deciden abiertamente a esclarecer tu asesinato. Todos sabemos quiénes te asesinaron, pero aún no han pagado sus culpas, ni siquiera han sido condenados. El cabecilla fascista y muchos de sus colaboradores han muerto, muchos otros siguen vivos, cobrando sus pensiones u ocupando altos cargos públicos. Sus hijos y nietos están muy bien colocados, tienen empleos estables, cargos importantes, ganado dinero a costa de los trabajadores, ya sabes la misma historia de siempre; al igual que sus padres y abuelos continúan queriendo quitarnos nuestros derechos, pero gracias a ti hemos aprendido a defenderlos.
Evidentemente, nosotros no cobramos la «Herencia» material que nos corresponde, sólo disponemos de tus Valores, sin embargo tu asesino antes de morir nombró un «Heredero Universal», que ahora se sienta en su sillón, dicen que es muy campechano, atento y cercano, algunos llegan a decir que «es muy republicano», no te enfades abuela, la sociedad actual vive del amarillento y rosado mundo de lo que llaman «corazón», el «Heredero» y su familia lo saben y participan gustosos, como un arma más para perpetuarse.
Sabemos que te asesinaron en el principio de tu gran carrera hacia la Libertad y la Justicia Social, pero Nosotros continuamos tu lucha y continuaremos mientras nos queden fuerzas, para convencer a la Sociedad de que «Otro Mundo es posible», que «Todos» absolutamente «Todos» tenemos los mismos «Derechos y Deberes» y que «Nadie» nos arrebatará derechos, por el mero hecho de haber nacido en una determinada «familia».
Esperamos que el germen que estamos custodiando dé pronto sus frutos y que tu futura Bisnieta nos devuelva la Alegría y la Ilusión que te arrebataron, por cierto ya sabemos que será niña y como homenaje hacia ti le pondremos tu nombre: REPÚBLICA ESPAÑOLA.
Se despide con Cariño, Respeto y Admiración,
Tu nieto.
¡SALÚ Y REPÚBLICA ABUELA!