A Miami te fuiste un día, / vendiste tu libertad, / tu vergüenza y tu alegría, / ¡yo se que te pesará! (versos del poema «¡Ay, qué tristeza que tengo!», del gran Nicolás Guillén, poeta Nacional de Cuba)
Con el triunfo electoral de Evo Morales, los nazis de Santa Cruz intentaron nuevamente llevar a la esclavitud al pueblo boliviano. De la mano del imperialismo llegaron los asesinatos de mujeres y hombres del trabajo. El pueblo acabó venciendo. Pero desde el reducto nazi se continúa empleando todos los medios contra el Gobierno de Bolivia así como contra los restantes gobiernos populares de Latinoamérica, y entre esos se encuentra Cuba.
La campaña anticubana en las redes sociales tiene su caja de resonancia en Bolivia con un personaje contrarrevolucionario cubano incrustado en la ultraderecha golpista santacruceña. Su nombres es Magdiel Jorge Castro, actúa en los medios LGTBI y es licenciado por la Universidad de La Habana en microbiologia. En 2019 sus vínculos con el sector anexionista en Miami le hicieron sitio en la granja de gusanos imperialistas, desde allí fue a Perú y más tarde, por vía ilegal entró en Bolivia, y como no podía ser de otra manera se recogió en los círculos nazis de Santa Cruz de la Sierra. El gobierno boliviano de Luis Arce, defensor de la soberanía, triunfante en las elecciones de 2020 otorgó beneficios a los emigrantes que ilegalmente vivían en el país en el 2021, mediante el Decreto Supremo 4576, beneficios de los que se aprovechó el contrarrevolucionario Magdiel Jorge Castro, obteniendo un permiso de residencia temporal por dos años.
Desde el nido de la ultraderecha, junto con los golpistas que asesinaron e hirieron a la clase trabajadora y quisieron matar a Evo Morales y ahora se oponen a Luis Arce, actúa como principal calumniador y difusor de falsedades de todo tipo contra Cuba, y en connivencia con el programa golpista que promueve Washington, recibe apoyo de grupos reaccionarios como la Fundación Libertad o la Atlas Network, sumadas a la camarilla de golpistas que revuelven en Bolivia y a sus acólitos de la ultraderecha de Miami, un conjunto de fuerzas definidos por sus crímenes a lo largo de la Historia.
Tras éste recorrido el personaje, a pesar de su juventud, no es ningún primerizo en la repugnante misión de utilizar la hipocresía, la mentira, como arma política en la red social Twitter, tratando de manipular a la opinión pública con una falsa imagen de ingobernabilidad en la mayor de las Antillas e incitar a la desobediencia civil, siguiendo al pie de la letra las instrucciones del Manual de lucha no violenta en el que ha sido adiestrado.
A Miami te fuiste un día, / vendiste tu libertad, / tu vergüenza y tu alegría, / ¡yo se que te pesará!, dejó escrito el maestro Nicolás Guillen, pues sumarse a los que promueven el imperio es de una gran pobreza humana. Utilizando el territorio boliviano como base operacional para sus constantes agresiones en las redes sociales contra la isla, se empleó el año pasado en la campaña anticubana del desaparecido grupo subversivo Archipiélago, grupo reaccionario que lideraba el dramaturgo Yunior García Aguilera de ridículo aterrizaje en Madrid, personaje con quien mantuvo en Cuba una estrecha relación, no solo por la comunión de sentimientos, ideas y accionar contrarrevolucionario, sino que, siendo los dos naturales de Holguin, se residenciaron en La Habana acrecentando su contacto. Es entonces cuando Jorge Castro se dedica a tiempo completo a hacer la campaña en Twirrer para promover la marcha pacífica antigubernamental que anunciaba el teatrero García Aguilera para aquel 15 de noviembre, día de burla a sus seguidores que él mismo promovió con su sorpresiva aparición en el aeropuerto de La Habana, tras negociar escondidamente su documentación con la embajada española, para subir al avión que le llevaría a Madrid. El autoproclamado rey de la protesta resultó un busca vidas que dejó en ridículo, descolocó y hundió en la frustración a los contrarrevolucionarios de dentro y fuera de la isla.
A raíz de ese sonado ridículo, Jorge Castro, aunque decidió separarse del desastroso Archipiélago, se ha mantenido atareado en su empeño de incendiar la red social Twitter con un discurso inflado de odio y mentiras en el que constántemente llama a la insurrección. Su propósito es que se produzca un estallido social en la isla que justifique ante la opinión pública una intervención militar norteamericana como demandan, sin el menor escrúpulo, sus socios de la extrema derecha cubana – americana en su nido de Miami.
Como denunció Gustavo Vega en su artículo publicado el pasado mes de julio en el periódico argentino Página 12 titulado ¿La campaña 2.0 por el 11 de julio llegará a las calles de Cuba?, éste contrarrevolucionario cubano es cercano al Comité Pro Cívico de Santa Cruz, que constituye el núcleo duro de la derecha golpista santacruceña, y que como se conoce tiene como brazo operativo a la Unión Juvenil Cruceñista, calificada por la Federación Internacional de Derechos Humanos como un grupo paramilitar fascista.
Aunque Jorge Castro insiste en mentir, al poco tiempo de llegar a Santa Cruz se unió a la ONG Ríos de pie, que es financiada por la CiA a través de la Freedom House para servirle de tapadera en sus acciones injerencistas en Bolivia y que, como se ha denunciado en algunos medios, ésta pseudo ONG se empleó activamente en las movilizaciones de la clase media boliviana contra el gobierno de Evo Morales.
Que diga si es cierto o no que participó como bombero voluntario de esa organización en los incendios de la Chiquitania, que como se conoce fueron parte del proceso de desetabilización para dar el golpe de Estado contra el Presidente Evo al que convirtieron en blanco de sus ataques y responsabilizaron con ese suceso. Que diga si es cierto o no que esa falsa ONG aprovechó para colocar en Twitter, con su asesoramiento, los hastag Boliviaunida y Evofraude, que permitieron difundir la matriz de opinión que las elecciones bolivianas serían fraudulentas, siguiendo la pauta trazada por la Casa Blanca con la complicidad de la OEA.
La dirigente de esta organización Jhanisse Daza Vaca, conocida por sus vínculos con la extrema derecha cubano americana, no solo promovió el golpe de Estado contra Evo, sino que también lo defendió en su discurso ante los representantes de la OEA, confirmando su papel como operadora política al servicio de Washington, función para la que fue entrenada en universidades estadounidenses y adiestrada en el Manual de Lucha no Violenta en la Harvard Kennedy School, donde cursó el programa titulado Movimientos no Violentos para el progreso social, al que asistieron archiconocidos integrantes de la derecha golpista venezolana como Carlos Vecchio y Leopoldo López. Veremos ahora si Jorge Castro también es capaz de negar que visita con frecuencia el Comité Cívico que se encuentra cercano al Cristo Redentor en la Avenida Monseñor Rivero, exactamente en la calle Cañada Strongest número 70, de Santa Cruz de la Sierra, lugar donde se reúne con la derecha cruceña como parte de un equipo de comunicadores que tienen como tarea diseñar para las redes sociales las líneas de ataque contra el Gobierno del Presidente Arce.
Pero las relaciones de éste tuitero contrarrevolucionario ya trascienden las fronteras bolivianas, son conocidos sus vínculos con el joven argentino Agustín Antonetti, coordinador del grupo joven de la derechista Fundación Libertad, una ONG argentina también utilizada por la CIA para atacar a los procesos populares, canalizar fondos para los movimientos de derecha o los sectores golpistas y construir agendas públicas contrarias a los intereses de la mayoría.
Antonetti es un operador político y activo participante en las campañas de bulos y bots en redes sociales, especialmente Twitter, no solo contra Cuba sino también contra los procesos de izquierda en América Latina, especialmente los bolivianos Evo Morales y Luis Arce, el Venezolano Nicolás Maduro y el mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Y como si ello no fuera suficiente, Jorge Castro mantiene discretas conexiones con el prófugo de la justicia boliviana Hugo Antonio Acha Melgar, acusado de ser el principal financista de una red de terroristas conformada por neonazis húngaros y croatas que en abril de 2009 planeaban asesinar a Evo Morales y a otros dirigentes de ese país.
El prófugo Acha Melgar ha sido denunciado por su vinculación a la CIA y a la Inteligencia Militar Boliviana. Desde su llegada a Estados Unidos pasó a formar parte como investigador, del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS, según sus siglas en inglés), cuya nómina la integran ex oficiales y analistas de inteligencia y su misión fundamental es diseñar y poner en marcha planes desestabilizadores contra Venezuela y Cuba, y especialmente contra el actual Gobierno Boliviano y el MAS – IPSP, para lo que cuenta con el financiamiento y apoyo político de los senadores norteamericanos Ted Cruz y Marco Rubio.
Como Dios los cría y el diablo los junta, el tal señor Acha Melgar también es un asalariado de la llamada Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), ya ven que personaje, perteneciente a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), organización de la extrema derecha cubano americana vinculada desde sus inicios a acciones terroristas contra la Isla Soberana, participando de forma activa en acciones de difamación contra las Brigadas Médicas Cubanas, y en las que éste tuitero contrarrevolucionario cubano también participa lanzando desde Bolivia sus dardos venenosos de mentiras a las redes sociales, siguiendo las órdenes de Washington y sus socios de la ultraderecha cubano – americana de Miami.
A Miami te fuiste un día, / vendiste tu libertad, / tu vergüenza y tu alegría, / ¡yo se que te pesará!
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