EDAD: 62 AÑOSNACIONALIDAD: ESTADOUNIDENSEFORMACIÓN: ESTUDIOS ISLÁMICOSTRAYECTORIA: TRABAJÓ 19 AÑOS EN EL ALTO COMISIONADO DE LA ONU PARA LOS REFUGIADOS En sus 23 años de experiencia con refugiados de todo el mundo, Karez Koning Abuzayd ha podido contemplar los devastadores efectos de una guerra en la población que se ve obligada a abandonar sus hogares. Desde […]
EDAD: 62 AÑOS
NACIONALIDAD: ESTADOUNIDENSE
FORMACIÓN: ESTUDIOS ISLÁMICOS
TRAYECTORIA: TRABAJÓ 19 AÑOS EN EL ALTO COMISIONADO DE LA ONU PARA LOS REFUGIADOS
En sus 23 años de experiencia con refugiados de todo el mundo, Karez Koning Abuzayd ha podido contemplar los devastadores efectos de una guerra en la población que se ve obligada a abandonar sus hogares. Desde el 2000, Abuzayd, que participó en el diálogo del Fòrum Conflictos: prevención, resolución y reconciliación, se dedica, como comsionada general adjunta de la UNRWA, la agencia encargada de los refugiados palestinos, a mejorar las condiciones de vida de millones de desplazados por el conflicto de Oriente Próximo.
-¿Cuántos refugiados ha generado el conflicto palestino-israelí?
–En total, 4,1 millones de refugiados, repartidos principalmente en el Líbano, Siria, Jordania, Gaza y Cisjordania. Es el mayor problema de refugiados que existe en el mundo. Y el que se ha prolongado más. La asistencia a los refugiados no cesa de deteriorarse.
–¿Hasta qué punto la comunidad internacional está concienciada respecto al problema?
–El conflicto palestino-israelí ocupa las portadas de los diarios, pero los estados que pueden influir en su evolución, en particular EEUU, que no es neutral, no dan suficientes pasos para llevar a ambos bandos a la mesa de negociación. Y el problema de los refugiados dura ya 56 años.
–¿Cuáles son las condiciones en las que viven?
–Alrededor de una tercera parte viven en campos de refugiados. Cerca de un 6% (un cuarto de millón) de ellos entra en la categoría de refugiados que viven en condiciones especialmente duras. Debemos alimentar a un 80% de ellos. Sus condiciones varían dependiendo del lugar en el que residen. En Jordania tienen acceso a la nacionalidad, en Siria están bien tratados, mientras que en el Líbano deben residir en campos y en condiciones miserables. Por razones históricas y para no alterar el delicado equilibrio demográfico del país, allí nunca obtendrán la nacionalidad.
–¿Cómo se financian ustedes?
–Recibimos dinero de nuestros donantes y en ocasiones, lanzamos llamamientos de emergencia para cubrir necesidades temporales especiales. Nuestro principal donante es EEUU, y España aporta unos tres millones de euros, aunque está por debajo de sus posibilidades. Su país podría aportar entre ocho y 10 millones de euros.
–La oficina que ustedes abrirán en España es la primera sede que inauguran fuera de Oriente Próximo. ¿Por qué España?
–España es uno de los países en los que existe mayor interés por el problema palestino. Aquí trabajaremos en colaboración con el ACNUR (el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados). La oficina principal que abriremos en España se instalará en septiembre en Madrid, y se inaugurarán oficinas satélite en Barcelona, Sevilla, Vitoria y Pamplona.
–El problema de los refugiados constituye uno de los principales escollos para desbloquear el proceso de paz. Israel teme el regreso de millones de palestinos.
–Una vez que se reconozca el derecho de los refugiados a regresar, muchos de ellos preferirán recibir compensaciones por las propiedades perdidas que regresar a Israel. Si se produjera un acuerdo de paz, los refugiados en Gaza y Cisjordania obtendrían la nacionalidad palestina. Creo que el problema de los refugiados debe ser resuelto al principio y no posponerse. Hay que mostrar a los afectados que la cuestión puede ser resuelta.