A raiz de las detenciones de una veintena de dirigentes abertzales representantes de Batasuna el 3 de Octubre pasado, el quincenal Diagonal propuso a la redaccion de eutsi.org reaccionar mediante una entrevista ante tamano atropello a una salida negociada y pacifica al conflicto vasco y a los fundamentos democraticos tan cacareados por otro lado por […]
A raiz de las detenciones de una veintena de dirigentes abertzales representantes de Batasuna el 3 de Octubre pasado, el quincenal Diagonal propuso a la redaccion de eutsi.org reaccionar mediante una entrevista ante tamano atropello a una salida negociada y pacifica al conflicto vasco y a los fundamentos democraticos tan cacareados por otro lado por el estado español. Reproducimos a continuacion en su version completa esta entrevista que aparece ligeramente recortada por motivos de espacio en su version definitiva publicada en el Diagonal que salio a la calle el 18 de octubre y saludamos de paso la labor que desempeña desde Madrid el colectivo de Diagonal en su quehacer contrainformativo.
DIAGONAL: ¿Cómo valoráis estas detenciones y encarcelamientos? ¿Qué contexto se abre tras las mismas?
Resulta preocupante el aparente desinterés de la sociedad vasca ante la situación, que responde por un lado al estado de excepción impuesto (que sin duda dificulta una respuesta en la calle con la conculcación del derecho de manifestación) y por otro al progresivo alejamiento de la sociedad vasca de la política. Los motivos de este segundo motivo son complejos, pero podemos apuntar al vanguardismo de ETA como uno de ellos, además, claro, de la inercia conservadora y disgregadora del sistema imperante. También hay que decir que el desinterés no se da sólo en los sectores cercanos a la Izquierda Abertzale, sino también en el campo del nacionalismo español y sus variantes partidarias principales; en ese sentido tampoco es previsible que veamos grandes movilizaciones contra ETA.
¿Queda algo de un proceso de paz, escenario de ‘superación del conflicto’?
Tratando de ser positivos se podría decir que en el camino se aprende de los errores, y ciertamente esta es la vez en que más se ha avanzado en un proceso negociador. Ahora mismo, sin embargo, la coyuntura política hace difícil continuar ese proceso. En todo caso, nos parece importante que se alcen voces que, en estos momentos de crisis, sigan apoyando una solución negociada al conflicto. También la implicación internacional ha sido esta vez mayor que en otras ocasiones, y ese puede ser también un factor favorable, a despecho de la euforia antiterrorista y autoritaria que se extiende por Europa, muy especialmente en uno de los actores del proceso como es Francia. También habría que preguntarse que tipo de proceso se podría reabrir; nosotras impulsamos poner el centro del debate en la calle y no en los despachos, para construir un proceso desde abajo y a la izquierda que conduzca, no a un reparto de cromos entre poderes contrapuestos, sino a un proceso de liberación social e identitario en clave popular.
Cómo reaccionar ¿Hay que hacer algo? ¿El que?
Utilizando una analogía con el juego del mus, pensamos que lo más interesante como movimientos o colectivos sociales es: jugar a pequeña. Es decir tratar de reconstruir-deconstruir-trasformar las redes comunitarias de resistencia y vida autónoma. Incidir en temas como la lucha contra las grandes infraestructuras, contra la precariedad, por la creación de espacios de comunicación propios… desde la autonomía de los movimientos. Sólo un pueblo autoorganizado y consciente será capaz de liberarse de las cadenas que le impiden desarrollarse como comunidad de iguales. Por lo demás, es imprescindible también denunciar los ataques de los gobiernos de cualquier color, como las detenciones que nos ocupan, pero también el cierre de Gaztetxes o la imposición del TAV por parte de ayuntamientos y gobiernillos del PNV entre otros. A partir de esas bases tal vez se puedan aplicar vías como la desobediencia civil (una estrategia que difícilmente admite dirigismos) para, algún día, poder jugar a grande.