Unos 150 activistas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Valencia, Alicante y Murcia se concentraron ayer frente a la sucursal del BBVA en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, para protestar contra la política de desahucios que mantiene esta entidad financiera. Durante una hora y treinta minutos, y detrás de una […]
Unos 150 activistas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Valencia, Alicante y Murcia se concentraron ayer frente a la sucursal del BBVA en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, para protestar contra la política de desahucios que mantiene esta entidad financiera. Durante una hora y treinta minutos, y detrás de una pancarta con la leyenda «Liga BBVA, desahucia como la que más» (en referencia al patrocinio de la liga de fútbol), los concentrados denunciaron que el banco «continúa quitándonos nuestras casas y las de las personas que nos avalaron». Un cordón de siete agentes y dos furgones de la Policía Nacional custodiaron la sede bancaria.
En un comunicado hecho público durante la protesta, titulado «BBVA se queda con nuestras viviendas y persigue avalistas», la plataforma antidesahucios criticó que la entidad financiera exija deudas de por vida, se niegue a un plan de pagos asequible para «liberar» a las familias, inste a la ejecución de desahucios y procedimientos judiciales, y además no informe de la venta o cesión de hipotecas a «fondos buitre». En consecuencia, la PAH pidió una negociación con la entidad financiera, que permita resolver la situación de las familias afectadas. Secundaron esta propuesta los grupos antidesahucios presentes en la concentración, que procedían de Valencia, Paterna, Burjassot, Denia, Sagunto, Murcia, Yecla, El Palmar-Murcia, Alicante, Elche, Torrevieja y Aspe, entre otras ciudades.
Una representación de la PAH mantuvo un breve encuentro con empleados del BBVA en la sucursal de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, en la que se presentaron las reivindicaciones de la plataforma y una relación de 50 personas afectadas. «Nos han dicho que van a abrir una nueva vía de negociación, pero sin cambiar los criterios», afirmó uno de los portavoces de PAH-Valencia, José Luis González, tras comunicar al banco las demandas de la PAH. «Le hemos dicho al BBVA que incluso la legislación estatal y europea en materia de desahucios caminan por delante de esta entidad, que no concede daciones en pago «totales», condonaciones de la deuda ni alquileres sociales, y vende los préstamos hipotecarios a terceras entidades sin que los afectados lo sepan». González aseguró que si «en un plazo de tiempo» no se perciben cambios, «volveremos a decirle al BBVA que las vidas de las personas están por delante de los intereses bancarios». El portavoz de la PAH se refirió, incluso, a la posibilidad de una movilización contra esta entidad financiera a escala estatal.
Tras el Banco de Santander, el BBVA fue la corporación bancaria con mayores beneficios en el primer semestre de 2015, al alcanzar los 2.759 millones de euros, un 107,7% más que en el mismo periodo de 2014, debido sobre todo a la venta de su participación en el banco chino CNCB, la incorporación de Catalunya Banc y la evolución de los tipos de cambio. Además, el presidente del BBVA, Francisco González, recibió en 2014 unos emolumentos de 5,4 millones de euros (3,7 millones en metálico y 1,7 millones en acciones), lo que supone un incremento de 275.000 euros respecto a 2013. El Consejo de Administración de la entidad bancaria ganó en 2014 la suma de 18,29 millones de euros, un 21% más que el año anterior.
En la concentración frente a céntrica sucursal del BBVA en Valencia, ha participado Encarna Rodríguez, pensionista de 53 años, vecina del municipio de La Pobla de Vallbona (Valencia), con una incapacidad del 55% y una minusvalía del 38%. Vive con 700 euros mensuales. En diciembre de 2009 ya no podía continuar pagando la hipoteca suscrita por valor de 100.000 euros (y de la que ha pagado 77.000), al quedarse sin empleo, por lo que refinanció el préstamo, dos veces, que había suscrito con CatalunyaCaixa (entidad adquirida por el BBVA en 2015); en febrero de 2014 dejó finalmente de pagar la cuota del préstamo hipotecario. Encarna Rodríguez explica que el principal de la hipoteca y una de las dos refinanciaciones o «carencias» firmadas con CatalunyaCaixa fueron vendidas por esta entidad a «Anticipa», gestora inmobiliaria del fondo de inversión Blackstone. «No me dan ninguna explicación de por qué se ha producido esa venta», detalla. La opacidad en la transferencia de una parte del préstamo hipotecario a «terceras» entidades es uno de los principales reclamos de las personas afectadas.
María Teresa Munuera, de 56 años, se ha desplazado a la concentración desde Aljucer (Murcia). También tuvo que refinanciar el préstamo con el BBVA para adquirir una vivienda en julio de 2012. En noviembre de 2014 el banco cedió el préstamo a «Iberia Inversiones II», con sede en Dublín, sociedad que actualmente le reclama 15.000 euros. En resumen, «por el préstamo que firmamos cuatro personas le hemos de pagar actualmente 119.000 euros al BBVA y 15.000 euros a un fondo buitre», explica. Dejó de pagar la hipoteca, asegura, cuando ella y su marido perdieron el empleo. Cuenta que el banco les lleva «peloteando» y «tomándonos el pelo» durante tres años. «Negociamos con el empleado de una sucursal del BBVA en Murcia, que o no está, o nos deriva a la central del banco en Valencia». Además, el BBVA les ofreció por correo electrónico la dación en pago «total» (saldar la deuda con la entrega de la vivienda), a lo que la afectada contestó afirmativamente, pero «ya no hemos vuelto a saber nada». Continúa esperando respuesta. Dado que la oferta partió del negociador de la entidad financiera en el contexto de un «encierro» con otros afectados, María Teresa Munuera sospecha que se trató de una maniobra de distracción.
Situado en un grupo al final de la concentración, el sacerdote Joaquín Sánchez, miembro de la PAH de Murcia y del colectivo «En el nombre de Dios basta ya de desahucios a las familias» acumula seis imputaciones por la ocupación de diferentes sucursales del BBVA en Murcia. Todavía no ha recibido ninguna notificación convocándole a juicio. «El BBVA es un banco que no quiere negociar con nadie y, por otro lado, se sitúa en una posición de arrogancia; no aceptan condonaciones de la deuda, ni alquileres sociales ni daciones en pago», explica el cura. «Nunca dan marcha atrás», además, «controlan a los gobiernos: son un poder fáctico». José María Domínguez, de 60 años, uno de los coordinadores del grupo de afectados por el BBVA en Valencia, añade que esta corporación «busca los puntos y las comas, se agarra a todo lo que puede para no hacer concesiones; en los casos donde hay avalistas (familiares o allegados que han ofrecido una garantía para el pago de la hipoteca) resulta imposible conseguir que cedan».
Los medios de comunicación han informado esta semana del compromiso manifestado por los directores territoriales del BBVA y Caixabanc ante el alcalde de Valencia, Joan Ribó, para no ejecutar desahucios en esta ciudad. De este modo se sumaban a un anuncio similar del Banco de Sabadell para la capital valenciana. El pasado mes de junio el presidente del BBVA, Francisco González, ofreció apoyo a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para resolver el problema de los desahucios en la capital. Si la primera edil de Madrid «me pide algo razonable, intentaré ayudarla», afirmó González en declaraciones a Onda Cero recogidas por la Agencia Efe.
Sin embargo, un centenar de activistas de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas y la Crisis (PAHC) de Sabadell ocuparon el 5 de octubre la oficina del BBVA en el barrio de Torre-romeu, con el fin de declarar a esta entidad financiera «enemiga pública de la ciudad». Un 63% de los desahucios que han llegado a la PAHC vallesana desde enero de 2015, informa la plataforma en un comunicado, corresponden a inmuebles de entidades financieras; de este porcentaje, un 78% son responsabilidad directa del BBVA. Esta entidad es, según la PAHC, uno de los pocos bancos que continúa desahuciando sin ofrecer alternativas «a las decenas de familias a las que desaloja cada semana». «Se cierran en banda a cualquier tipo de negociación», añade la nota informativa. Por otro lado, más de 30 plataformas antidesahucios ocuparon 55 sucursales del BBVA en diferentes ciudades del estado español en marzo de 2014. El objetivo era señalar a esta corporación financiera como una de las que promueve mayor número de desahucios.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.