En un informe de 40 páginas titulado “Una mancha sobre las y los líderes mundiales y el G20 en Arabia Saudita: la vergonzosa detención y tortura de las mujeres saudíes”, Helena Kennedy describe la violencia utilizada por los interrogadores contra las activistas encarceladas, algunas de las cuales fueron “colgadas del techo” y “torturadas con descargas eléctricas”. Varias […]
En un informe de 40 páginas titulado “Una mancha sobre las y los líderes mundiales y el G20 en Arabia Saudita: la vergonzosa detención y tortura de las mujeres saudíes”, Helena Kennedy describe la violencia utilizada por los interrogadores contra las activistas encarceladas, algunas de las cuales fueron “colgadas del techo” y “torturadas con descargas eléctricas”.
Varias activistas famosas están ahora encarceladas en Arabia Saudita, incluidas Loujain al-Hathloul, Aziza al-Yousef, Eman al-Nafjan, Nouf Abdelaziz, Mayaa al-Zahrani, Hatoon al-Fassi, Samar Badawi, Nassema al-Sadah y Amal al-Harbi.1
Según el informe de la abogada Helena Kennedy, miembro laborista de la Cámara de los Lores y una de las activistas más dinámicas del Reino Unido, las presas fueron “obligadas a ver pornografía frente a sus interrogadores”, “obligadas a tener relaciones sexuales [con sus carceleros] y besarles”.
“Al menos una fuente informó que Aïda al-Ghamdi [madre del disidente Abdallah al-Ghamdi exiliado en Londres] fue obligada a ver pornografía y varias fuentes informaron que Loujain al-Hathloul y Eman al-Nafjan habían sido obligada a besar y realizar otros actos sexuales con los interrogadores ”.
“Amenazadas de violación”
Las presas también fueron “amenazadas con violarlas”, según el mismo informe.
El informe precisa que los interrogatorios fueron supervisados por Saoud al-Qahtani , miembro del círculo íntimo del príncipe heredero Mohammed bin Salman , acusado de haber orquestado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi .
Haciendo eco del desmembramiento del periodista disidente en el consulado saudí en Estambul, se dice que Saud al-Qahtani le dijo a una de las prisioneras: “Haré con vosotras lo que quiera, luego os disolveré y echaré por el WC”.
Una de las activistas afirmó que sus sesiones de interrogatorio fueron supervisadas por el hermano menor del príncipe heredero, Khalid bin Salman, embajador saudí en Washington de 2017 a 2019.
Este último habría presumido ante las presas: “¿Sabes quién soy? Soy el príncipe Khalid bin Salman, soy el embajador en los Estados Unidos y puedo hacer lo que quiera con vosotras”.
Las prisioneras fueron trasladadas a menudo entre la prisión de Dahaban, cerca de Jeddah, a un “centro de detención no oficial”, según el informe.
La abogada y activista Helena Kennedy pidió un boicot a la cumbre del G20 organizada por Arabia Saudita el 21 de noviembre a menos que las activistas sauditas sean liberadas.
A principios de este mes, el embajador saudí en el Reino Unido dijo que las activistas podrían recibir indulgencia y ser liberadas antes de la cumbre virtual del G20, pero las y los activistas de derechos humanos rechazaron sus comentarios y dijeron que era ” truco mediático ”.
A principios de noviembre, Human Rights Watch pidió a los países miembros del G20 que “presionen a Arabia Saudita para que libere a todas las personas detenidas ilegalmente y acepten la rendición de cuentas por los abusos infligidos” antes de la cumbre.
Campaña contra el G20 saudí
HRW lanzó su campaña # G20SaudiArabia para la ocasión, “instando a las y los líderes del G20 a responsabilizar a sus anfitriones saudíes por sus violaciones de derechos humanos, después de haberles enviado cartas con la misma solicitud en julio y agosto”.
El 5 de noviembre, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer pidió la “liberación inmediata” de la activista Loujain al-Hathloul, que se encuentra en huelga de hambre desde el 26 de octubre, alarmado por el deterioro de su estado de salud.
En un comunicado, el comité de la ONU, un organismo compuesto por expertos independientes, pidió la liberación inmediata de al-Hathloul y todas las demás mujeres activistas detenidas.
Loujain al-Hathloul inició su huelga de hambre el 26 de octubre y el deterioro de su estado de salud es “profundamente alarmante”, según estos expertos.
El comité dijo que estaba “seriamente preocupado por la información reciente sobre las condiciones de la detención prolongada de la Sra. Al-Hathloul, incluidos los informes de que no se le permite tener contacto regular con su familia”.
Loujain al-Hathloul, de 31 años, ha hecho campaña durante mucho tiempo por el derecho de las mujeres sauditas a conducir y por el fin de la tutela que pone a las mujeres a merced total del hombre.
Fue arrestada junto con otras activistas en mayo de 2018, poco antes de que se levantara la prohibición de conducir a las mujeres sauditas.
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur