Ayer lunes activistas de Greenpeace en zodiac pintaron el mensaje «España contamina» en el casco de un barco de suministro de combustible (gabarra) mientras realizaba una operación de bunkering o repostaje junto al Parque Natural del Estrecho, en Algeciras. Con ello, Greenpeace denuncia que este tipo de prácticas son habituales en el fondeadero C del […]
Ayer lunes activistas de Greenpeace en zodiac pintaron el mensaje «España contamina» en el casco de un barco de suministro de combustible (gabarra) mientras realizaba una operación de bunkering o repostaje junto al Parque Natural del Estrecho, en Algeciras. Con ello, Greenpeace denuncia que este tipo de prácticas son habituales en el fondeadero C del Puerto de Algeciras, pese a que suponen un gran riesgo de vertidos o derrames de combustible contaminante en este espacio natural protegido. (1)
Parte del fondeadero C está dentro del Parque Natural (2) y en este espacio se realizan frecuentemente operaciones de suministro de combustible a los barcos fondeados (bunkering), con la contaminación crónica que esto provoca y los riesgos de accidente que conlleva.
Varias empresas españolas están implicadas en el negocio del bunkering en el Puerto de Algeciras, principalmente Cepsa y Repsol YPF. Estas dos empresas utilizan gabarras para trasladar el combustible desde sus instalaciones y suministrarlo a barcos que se encuentran fondeados tanto en las cercanías como dentro del propio Parque.
«Empresas como Cepsa y Repsol se están enriqueciendo a costa de poner en riesgo los valores naturales de la bahía. Resulta incomprensible que se estén permitiendo prácticas contaminantes y peligrosas en una zona protegida y sus alrededores. Desde Greenpeace nos preguntamos qué le preocupa más a España, si proteger este espacio o el lucro de algunas empresa», ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace.
Greenpeace pide a España que lleve a cabo una protección efectiva de sus espacios naturales de cara al Foro Tripartito. En esta reunión, que tendrá lugar la próxima semana entre Reino Unido, Gibraltar y España, se tratarán temas relacionados con la bahía, entre ellos la protección ambiental. (3)
«Cada administración debe asumir su responsabilidad. España tiene que dejar de echar balones fuera. Si existe voluntad real de proteger el Parque Natural habría que eliminar esta zona de fondeo», añade del Río.
Hace unas semanas varias ONG del Campo de Gibraltar de ambos lados de la frontera, entre las que se encuentra Greenpeace, presentaron un documento de demandas al Foro. En el documento los ecologistas denuncian que la salud de los ciudadanos y el medio ambiente son los que pagan las consecuencias de los desacuerdos, décadas de dejadez y falta de cooperación entre Gibraltar y España; y piden que, de cara al próximo encuentro del Foro de Diálogo Tripartito, se alcancen acuerdos reales que subsanen esta situación límite.
NOTAS:
(1) En 2007 en el puerto de Algeciras se repostaron 2.282.280 toneladas, en 2008 el incremento fue del 4,8%. En el primer cuatrimestre de 2009, con un crecimiento del 22%, ya se han repostado 795.515 toneladas de combustible. Pero no parece ser suficiente, y el puerto ampliará en los próximos años las terminales para aumentar el negocio.
(2) En el Parque Natural del Estrecho destacan los hábitats rocosos con presencia de algunos tan destacados como las comunidades de roca mesolitoral, comunidades de algas fotófilas sobre sustrato duro o especies altamente amenazadas como la lapa gigante (Patella ferruginea) catalogada como en Peligro de Extinción en el Catálogo Nacional y Andaluz.
(3) Este foro engloba a España, Gibraltar y Reino Unido y tiene entre sus objetivos crear sinergias y coordinar las actuaciones en el entorno del Estrecho de Gibraltar. El próximo encuentro se celebrará, previsiblemente, el 21 de julio.
Enlaces documentación:
Informe El negocio del bunkering en la bahía de Algeciras
www.greenpeace.org/espana/reports/090710
Mapa del bunkering en la bahía de Algeciras
www.greenpeace.org/espana/photosvideos/photos/mapa-del-bunkering-en-la-bah-a