Traducido para Rebelión por Ramon Bofarull
Dicen que la Ilustración ha traído los valores de la libertad política, la justicia social y el cosmopolitismo; sin entrar en el debate teórico, querría concretarlos en la práctica, actualizarlos, materializarlos.
Hoy y aquí, la Ilustración, o el valor de la libertad política que dicen que han abierto las Ilustraciones, exige que en el País Vasco todos los proyectos políticos pueden defenderse y materializarse en igualdad de condiciones: ya dentro de España, en el marco de las actuales autonomías o en un marco federal, ya la opción de separarse de ella y constituir un estado vasco independiente; pero esta última la impide esa Constitución española que tienen como sagrada los poderes fácticos, como vimos con mucha claridad con el plan Ibarretxe, sin ir más lejos.
Hoy y aquí, además, la Ley de partidos hecha expresamente para ilegalizar a Batasuna, obliga a ésta a condenar a ETA. Si Kant viviera, diría que no se puede obligar a hacer eso a nadie, y mucho menos a un partido político, que no se debe invadir la conciencia de nadie, que hacer eso es de todo punto inmoral. En nombre del cosmopolitismo, diría que carece de valores y conciencia morales de tipo alguno quien dice aquí que la vida y los derechos humanos son sagrados, al tiempo que, como ha hecho la Unión Europea con Zapatero a la cabeza, hace como si no viera, calla y mira hacia otro lado cuando Israel asesina cruelmente a no sé cuántos activistas indefensos en aguas internacionales. Diría que eso no tiene nada que ver con la libertad política ni con la Ilustración, sino que es oscurantismo.
Kant diría lo mismo al leer el informe que dicen que se le olvidó al guardia civil chapucero. Que no es ninguna victoria de las luces, sino de la oscuridad, que haya grupos de guardias civiles entrenados para aplicar prácticas crueles e ilegales para hacer que los detenidos firmen declaraciones en que asumen las acciones que les imputan. Diría que eso no es ilustración, que carece de relación con la libertad política y con el respeto y la dignidad que se debe al ser humano, aunque esté preso – y precisamente por eso, porque está desprotegido .
En lo tocante a la justicia social, hoy y aquí, según los datos del Banif, filial del grupo Santander, dejando de lado la riqueza de los propietarios de bienes inmuebles, quienes tienen un patrimonio financiero de más de 300.000 euros en el País Vasco Sur son 35.829. Seguramente Kant pensaría que la mejor ilustración sería dar un par de vueltas a la cabeza para hacer a esos ciudadanos adinerados más solidarios con el resto. ¿Que estableciendo una carga fiscal del 5 o del 10% existe el riesgo de que se vayan al extranjero? Pues, como se ha hecho aquí con tantos políticos independentistas, que se les imponga a ellos también la prohibición de salir del país, por poner en grave riesgo de empobrecimiento a nuestro país. En lugar de pensar cómo quitar dinero a los bien controlados salarios públicos y cómo diseñar el modo de facilitar el despido de los trabajadores, pensar cómo hacer más solidarios a esos 35.829 ricos; cómo gravar los beneficios que han obtenido el Banco Santander y el BBVA durante el primer trimestre de este año, cómo distribuir mejor la renta y como hacer más solidarios a los grandes accionistas con sus conciudadanos; exprimirse el cerebro en estas cuestiones y no en estériles pseudodebates teóricos.
¿Qué decir del cosmopolitismo? En vista de las medidas impuestas por las grandes potencias, con el gran imperio a la cabeza, en Irak, Afganistán y Gaza y para impedir la entrada a Gaza, no se puede decir que se dé allí a esos bellos valores – libertad política, justicia social y cosmopolitismo – contenido ilustrado alguno, sino muy oscurantista y muy alejado también de un cosmopolitismo equilibrado basado en el respeto político y cultural a quienes se consideran a sí mismos ciudadanos de un país concreto.
Hoy y aquí, lamentablemente, estamos lejos de la libertad política – de la libertad política que exige también la desaparición de la organización armada vasca y, si puede haber mayor obstáculo, de los poderes fácticos españoles – ; estamos lejos de la justicia social – riqueza mal distribuida, en manos de las multinacionales – y del cosmopolitismo deseable – bajo el dominio principalmente de los EEUU y de sus satélites europeos. La Ilustración consiste en marcar caminos viables, y no en prédicas estériles.
Pako Sudupe es escritor
Berria, 24 de junio de 2010
Fuente: http://paperekoa.berria.info/iritzia/2010-06-24/005/008/ilustrazioaren_balioak_gaurkotzen.htm