(La Habana) Por toda la isla corren bolas (comentarios) más rápidas que un auto Fórmula Uno. La desaparición de la libreta de racionamiento y la aparición de una sola moneda compiten por el primer lugar en esta carrera. Los comentarios vienen calzados con la inevitable apostilla de «me lo dijo una buena fuente». En este […]
(La Habana) Por toda la isla corren bolas (comentarios) más rápidas que un auto Fórmula Uno. La desaparición de la libreta de racionamiento y la aparición de una sola moneda compiten por el primer lugar en esta carrera. Los comentarios vienen calzados con la inevitable apostilla de «me lo dijo una buena fuente». En este momento la libreta de racionamiento, creada el 13 de marzo de 1962, parece estar en la punta de la competición.
«Ahora la papa y los chícharos están por la libre, pero a precios más altos», dice Juana Hernández (68 años, jubilada).
Cierto, recientemente ambos productos fueron excluidos de la libreta de racionamiento. Ahora se venden en el mercado libre. El chícharo a 3,50 pesos (moneda nacional) la libra cuando en el sistema racionado costaba 0.16 pesos la libra, y la papa a 1 peso la libra (en la libreta costaba entre 0.30/0.40 centavos la libra).
«Dicen que el arroz también habrá que comprarlo por la libre… ya usted sabe», añade Juana, que «con los doscientos y pico de pesos de retiro (jubilación) no sé que voy a hacer… tendré que inventar más».
¿Más?, pregunto. Y sí, «porque muchas cosas hay que comprarlas en pesos convertibles» (CUC). Me recita una lista de productos que incluye jabón, papel higiénico, aceite para cocinar «porque el que dan por la libreta (de racionamiento) no alcanza».
Como Juana hay decenas de miles de cubanos inquietos ante la amenaza que significaría la desaparición de la libreta de abastecimientos, cuyos productos y cantidades solamente cubren para unos doce días, aporta el 32% de las kilocalorías diarias, cuesta a la economía 948 millones de dólares y el 60% de la misma esta subsidiada, según dijo en la Universidad de La Habana el ministro de Economía, Marino Murillo el pasado 23 de octubre.
Subsidios, gastos innecesarios, reducción y racionalidad en las inversiones forman parte de las medidas que el gobierno ha tomado en los últimos meses debido a que la economía cubana se encuentra situada entre la crisis económica mundial e interna, caracterizada ésta última por una baja productividad y una gran falta de liquidez en moneda dura, y la necesidad de realizar reformas estructurales. Durante los años 2007 y 2008 se registró una desaceleración de los ritmos de crecimiento económico y todo indica que será más significativa en el año que ya finaliza. Tan es así que el plan económico de este año tuvo que ser reajustado en términos de recortes en acápites importantes cuyo resumen numérico significa que el Producto Interno Bruto (PIB) alcanzará, según los más optimistas, cuando más 1,2%, y según los pesimistas un -0,9%. Ambas cifran significan afectaciones al bienestar de la mayoría de la población.
Pero el disparo de arrancada de esta bola antecede a la actual coyuntura y se ubica en un momento en el que las autoridades mencionaron su posible desaparición como parte de un proceso de normalización. Sin embargo, dado el desbalance actual entre el salario nominal, que en 2008 fue 414 pesos moneda nacional y el salario real, 45 pesos (datos del economista Pavel Vidal), esta aspiración no debería significar la eliminación de los subsidios asociados a la libreta, sino un cambio de la forma en que estos son asignados.
Pienso, especulo, que en más de una ocasión el mundo académico y las autoridades debe de haber coincidido en que el sistema de distribución racionado de alimentos, desde hace un tiempo dejó de cumplir con la función trazada en su momento de creación. ¿Por qué digo esto?
- Actualmente subsidia a quien lo necesita y a quienes no lo necesitan, no logrando el efecto de equidad inicialmente previsto y alcanzado en la etapa inicial de su creación. Además, esa forma de distribución no incentiva el crecimiento de la productividad, e incluso hay quienes se acomodan a ella y el resto de sus necesidades las «resuelve» «inventado», término que encubre todo tipo de operaciones en el mercado ilegal, que se nutre de los recursos del Estado.
- Como forma de distribución no ofrece alternativas al consumidor, el cual esta precisado a adquirir los alimentos en un lugar fijo y no existe un surtido sobre el cual pueda seleccionar, pues carece de opciones.
- Las cantidades y el surtido actual (ver cuadro nº 1) distan bastante del surtido y la cantidad de productos que inicialmente se ofertaban en la libreta de abastecimiento en el momento de su implementación (13 de marzo 1962, ver cuadro nº 2).
- Si los alimentos distribuidos por la vía del racionamiento solamente cubren entre 10-12 días al mes, es fácil colegir que la libreta no constituye fuente determinante en el consumo total de alimentos.
Dadas las urgencias económicas por las que atraviesa el país quizás lo más sano respecto a la libreta de racionamiento sería no continuar subsidiando productos, sino directamente a las familias de menores ingresos. De esta forma, la eliminación de la libreta de abastecimientos llevaría a un aumento del fondo per cápita de subsidio asignado.
Soy de la opinión de que hay que ir eliminando la libreta de racionamiento, pero no abruptamente. Tampoco mediante la elevación de los precios de los productos que se liberen, como ha ocurrido en el caso del chícharo, que aumentó 22 veces, y el de la papa en 3,3 veces pues no se puede perder de vista la elevada brecha entre el salario nominal y el real.
La respuesta final a libreta sí, libreta no, pasa inevitablemente por la puesta en vigor de un nuevo modelo económico socialista, que transforme las relaciones de producción incrementando a éstas y a la productividad de manera tal que aumente las ofertas y favorezca la reducción de los precios al consumidor.
En resumen: al final o al principio hay que realizar cambios de fondo.
Cuadro nº 1 Entrega mensual de alimentos por persona sistema racionado (libreta) 2009.
Alimentos |
U.M. |
Entrega mensual/persona |
Frijoles negros o rojos |
Onzas |
10 |
Arroz (a 0.25 pesos la libra) |
libras |
5 |
Arroz (a 0.90 pesos la libra) |
Libras |
2 |
Pastas alimenticias |
gramos |
500 |
Aceite vegetal |
libra |
0.5 |
Azúcar blanca |
libra |
3 |
Azúcar cruda |
Libra |
2 |
Pollo |
Libra |
1 |
Pescado |
onzas |
11 |
Picadillo (carne molida) |
libra |
0.5 |
Huevos ( a 0.15 pesos) |
Uno |
5 |
Huevos (a 0.90 pesos) |
Uno |
5 |
Pan de 80 gramos |
uno |
30 |
Sal |
gramos |
174 |
Café (paquete de 4 onzas 5.00pesos) |
Onzas |
4 |
Fuente: Tomado directamente de la tabla de distribución en los mercados minoristas del MINCIN junio 2009.
Cuadro nº. 2 Listado de Productos Racionados 13 de marzo 1962
Producto |
U.M. |
Cantidad por persona |
Periodo |
En el territorio Nacional |
|||
Grasas comestibles, aceite o manteca de puerco |
Lb |
2 |
mensual |
Arroz |
Lb |
6 |
mensual |
Frijoles de cualquier clase |
Lb |
13 1/2 |
En lo próximos nueve meses, con una distribución mensual |
Regulados en la Gran Habana (municipios)* y otras Ciudades** |
|||
Pastilla de jabón de lavar |
Uno |
1 |
Al mes |
Pastilla de jabón de baño |
Uno |
1 |
Al mes |
Paquete mediano de detergente*** |
Uno |
1 |
Al mes |
Tubo grande de pasta dental, cada dos personas**** |
Uno |
1/2 |
Al mes |
Artículos regulados exclusivamente para la Gran Habana |
|||
Carne de res |
Lb |
3/4 |
A la semana |
Pollo |
Lb |
2 |
Al mes |
Pescado de escama, limpio y en ruedas |
Lb |
1/2 |
Cada quince días |
Huevos |
Uno |
5 |
Al mes |
Leche (niño que no haya cumplido 7 años) |
Litro |
1 |
diario |
Leche (por cada 5 personas mayor de 7 años) ***** |
Litro |
1 |
diario |
Viandas |
Lb |
3 1/2 |
A la semana |
Malanga adicional por cada niño menor de 7 años |
Lb |
2 |
Semanal |
Mantequilla |
Lb |
1/2 |
Al mes |
* Municipios: Guanabacoa, Regla, Marianao, Santiago de la Vegas y Santa maría del Rosario
** Pinar del Rio, Artemisa, San Antonio de los Baños, Bauta, Guines, Cárdenas, Matanzas, Colon, Santa Clara, Sagua La Grande, Cienfuegos, Sancti Spiritus, Caibarien, Trinidad, Camaguey, Ciego de Ávila, Florida, Morón, Santiago de Cuba, Holguín, Victoria de Las Tunas, Bayazo, Manzanillo, Guantánamo y Palma Soriano:
*** o Uno grande cada dos persona al mes
**** o un tubo gigante cada cuatro personas
***** o un equivalente a 6 latas de leche condensada o evaporada al mes
Fuente: Periódico Revolución 13 de Marzo 1962, Junta Nacional para la Distribución de los Abastecimientos
Manuel Alberto Ramy es corresponsal de Radio Progreso Alternativa en La Habana y editor de la versión en español de Progreso Weekly/Semanal.