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¿Afectado por la reforma y rabiosa contra los sindicatos?

Fuentes: Rebelión

  Parece que hay un cierto consenso en nuestro país en contra de CCOO y UGT. Al mismo tiempo, los políticos institucionales, los medios de comunicación y la patronal invisibilizan otras opciones sindicales que no sean estos dos. E intentan hacernos razonar: «Los sindicatos son CCOO y UGT. CCOO y UGT son un asco. Por […]

  Parece que hay un cierto consenso en nuestro país en contra de CCOO y UGT. Al mismo tiempo, los políticos institucionales, los medios de comunicación y la patronal invisibilizan otras opciones sindicales que no sean estos dos. E intentan hacernos razonar: «Los sindicatos son CCOO y UGT. CCOO y UGT son un asco. Por tanto los sindicatos son un asco».

Esta entrada no pretende negar que CCOO y UGT sean un asco. Pueden tener algunos militantes muy válidos, pero su burocratización, su verticalidad y su cúpula sindical llevan a las situaciones que conocemos. Tampoco parecen aceptables los argumentos del tipo «sí, son un asco… pero es lo que hay», o «sí… pero hay que apoyarles o será la catástrofe», o «sí… pero mejor que nos defiendan ellos a que no nos defienda ninguno». La resignación no nos servirá para nada. La resignación y el fatalismo no van a llenar las calles el 29M ni van a parar una reforma laboral. Nuestra energía no puede venir de la resignación sino de la rabia.

A mí me parece que de hecho CCOO y UGT son parte del problema. Llevan años y años, desde antes de que naciéramos muchos de nosotrxs, pactando retrocesos en derechos sociales. Precarizándonos. Se llevan dinero de los EREs, firman EREs sin intentar resistirles (¡más del 90% de los EREs se pactan, sin intentarlos resistir!), y sistemáticamente muestran su buena voluntar para negociar, negociar, negociar migajas a cambio de aceptar todas las reformas laborales que nos precarizan más y más. En la reforma actual fueron excluidos contra su voluntad, la reforma anterior (que abrió la puerta a ésta) sí que la pudieron pactar. Todo a cambio de presupuestos millonarios, de haberse convertido en una institución más del Estado, una prolongación del Estado que lo mismo gestiona un curso para parados que pacta un ERE o se embolsa grandes cantidades en asesoramiento jurídico a gente desesperada a la que acaban de echar. Este par me recuerda al par compuesto por el PPSOE, una misma cosa dividida en dos para permitir la alternancia y dar así sensación de diversidad: corbata azul o roja, cambio de siglas, marketing similar. Seguro que si fueran uno solo -como en realidad son- andaríamos mucho más escandalizados de tener prácticamente un «partido único y sindicato vertical». No es exactamente así: a veces las mismas empresas crean su propio sindicato donde obligan a afiliarse a sus trabajadores, y eso sí es exactamente sindicalismo vertical como en el franquismo. Pero CCOO-UGT digamos que no cumple en la práctica un papel muy diferente.  

El sindicalismo no tiene por qué ser así necesariamente; siempre han existido sindicatos combativos. En el estado español, hace menos de un siglo el sindicato CNT llegó a ser el más grande, con millones de afiliados entre los jornaleros y trabajadores pobres de Andalucía, Cataluña y otras regiones. Hoy en día siguen existiendo sindicatos combativos que no aceptan los EREs y tratan de resistir antes que pactar; los más representativos en afiliados son CGT, SAT, Solidaridad Obrera, CoBas… Algunos no aceptan subvenciones aunque se presentan a las elecciones sindicales como un medio más de lucha. También hay sindicatos sectoriales que son combativos, o al menos muchísimo más combativos que CCOO-UGT. Esta realidad es ignorada e invisibilizada por los medios de comunicación y por los políticos institucionales porque echar pestes de los sindicatos CCOO y UGT y mostrar a éstos como los únicos existentes es la manera de acabar con la misma idea del sindicalismo. Casi llega a parecer un pecado pensar en la posibilidad del disenso. Intentan presentar como una irresponsabilidad el mero hecho de oponerse: el trabajador modelo que tienen en mente ni se plantea informarse sobre las razones de la movilización del 29 de marzo, que no sería más que una herramienta de los sindicatos no se sabe muy bien para qué.

CCOO y UGT no son grandes amantes de las huelgas. Hacen esta huelga porque no les queda otra opción, sin ilusión ni ganas, sólo para no caer todavía más en el descrédito apoyando la reforma laboral más nociva desde el final de la dictadura franquista. Vamos, hacen la huelga un poco por obligación . Ante esto, podemos entrar en el juego de los políticos institucionales, los medios de desinformación y la patronal y decir «no voy a la movilización que beneficia a estos dos». De este modo nos borramos a nosotrxs mismxs como sujeto. Nos convertimos en un cero: ni siquiera nosotrxs mismxs nos tomamos en cuenta, no existimos, somos despreciables. Podemos, también, pensar en nuestros intereses como personas afectadas por la reforma laboral y tratar de aprovechar la situación. Reconociendo que el sindicalismo es una realidad mucho más amplia que un par de organizaciones que le sirven de extensión al Estado. Aprovechando la oportunidad de la huelga convocada el 29M para oponernos, aunque si hacer huelga te va a hundir también puedes movilizarte de otras maneras o en otras fechas. En suma, me parece que lo importante es que pensemos lo que vamos a hacer en función de nosotrxs mismxs, de lo que a nosotrxs nos interesa, y no en función de un par de sindicatos traidores.

Quizás también podemos aprovechar para analizar qué tipo de sindicalismo queremos los jóvenes que estamos desempleadxs o en trabajos precarios y mal pagados. Por ejemplo, uno que luche por repartir el trabajo y no por los salarios de un grupito privilegiado; que intente mejorar las condiciones laborales porque no se puede tener jornadas de dieciséis o veinticuatro horas seguidas, pagadas mayormente en negro; un sindicalismo que sea horizontal y combativo, en el que no hablen por nosotrxs. Son ideas sueltas, pero todxs podemos aportar para construir esto que necesitamos.

Si el 29 de marzo puedes ir a manifestarte, te invito a venir a las manifestaciones convocadas por los sindicatos alternativos y apoyadas por el movimiento 15M. En Madrid será por la tarde. Copio aquí debajo el cartel. ¡¡¡Nos vemos en la calle!!!

Blog de la autora: http://tenemosderechoatrabajar.blogspot.com.es/2012/03/afectado-por-la-reforma-y-rabiosa.html