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Félix de Azúa y la memoria histórica

Agnosia

Fuentes: Rebelión

Félix de Azúa es muy libre de explayarse -faltaría más- acerca de la mala memoria mostrada por «la izquierda» en relación a algunos de los episodios más ominosos de su pasado histórico. El problema -uno de los problemas- es que lo haga sirviéndose de procedimientos tan zafios como los registrables en un reciente artículo publicado […]

Félix de Azúa es muy libre de explayarse -faltaría más- acerca de la mala memoria mostrada por «la izquierda» en relación a algunos de los episodios más ominosos de su pasado histórico. El problema -uno de los problemas- es que lo haga sirviéndose de procedimientos tan zafios como los registrables en un reciente artículo publicado en El País (20-II). Cierto que los estándares de rigor y de veracidad vienen siendo sometidos desde hace no pocos años a maltrato sistemático por parte de una pléyade de intelectuales -y de profesores universitarios metidos a periodistas-, a lo que parece convencidos de que hacer notar la ausencia de color en un dibujo en blanco y negro constituye el no va más de la agudeza crítica.1 Allende fronteras, semejantes frivolidades pueden dar lugar a celebración mediática, como sucede en Francia, por ejemplo, con el inenarrable Bernard-Henri Lévy. Entre nosotros, con posibilidades más enjutas, tan sólo se puede aspirar vagamente a ello.

El artículo al que me refiero lleva por título «A favor de la memoria histórica». Viniendo de quien viene y conteniendo lo que contiene, no es título inocente: el lector va a valorar de inmediato el guiño que se le hace desde el détournement de una expresión -memoria histórica- utilizada comúnmente en un sentido muy preciso. Bajo tal título se acoge un ejercicio de resentido menosprecio dirigido contra «la izquierda», la intelectual en particular, sin matices ni distingos. Naturalmente, salvados quedan de la condena los nombres más conocidos del santoral anti-estalinista tradicional, utilizados una vez más sin atender a las trayectorias individuales de cada uno de ellos, muy distintas en recorrido y finalidad, aspecto que Azúa ignora interesadamente. El «todo vale» le hace colocar -siguiendo en ello a tantos otros- a Serge junto a Koetsler, a Orwell junto a Kolakowski… Ciertamente, está lejos de innovar en la materia, pese a que, en ocasiones, añada un toque personal destinado a despertar en el lector, como en el caso del título comentado, asociaciones mentales que algunos estimarán ingeniosas y otros, como el que suscribe estas líneas, francamente repugnantes2.

Digamos para concluir que Tony Judt no es en modo alguno responsable de la desdichada broma de que ha sido víctima en esta ocasión. Azúa toma pie en uno de los últimos libros de Judt (Sobre el olvidado siglo XX) para elaborar un alegato muy poco imaginativo contra «la izquierda», alegato que se sitúa en los antípodas del quehacer intelectual de este historiador británico, quien por cierto siempre se ha mostrado muy crítico respecto del sectarismo doctrinal anti-izquierdista de los neocon. No creo que fuera muy del agrado de Judt conocer que, al socaire de su propio nombre, un redivivo Irving Kristol autóctono ha violentado hasta tan penoso extremo el contenido de una de sus obras.

NOTAS

* Agnosia: Falta de imaginación

1.- Tomo la expresión de G.E.M. de Ste. Croix: «¿Por qué fueron perseguidos los primeros cristianos?», en M.I. Finley, Estudios sobre historia antigua, Madrid, Akal, 1981, p. 271.

2.- En los pasos siguientes puede advertirse que la ambigüedad del articulista viene dispuesta de tal forma que siempre cabe la posibilidad de atribuir a una eventual mala fe interpretativa lo que no ha sido producto por su parte de una deliberada intención. Escribe Azúa: «Sigue siendo uno de los más dañinos errores de la izquierda no aceptar que entre un nazi negacionista y un estalinista actual no hay diferencia moral, por mucho que el segundo pertenezca al círculo de la tradición cristiana (y haya tanto sacristán comunista) y el primero al de la pagana (y por eso ahí abunda el fanático de la Madre Patria).» Sin comentarios.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.