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CIEMAT planea verter 50.000 litros de agua radiactiva al alcantarillado

Agua radiactiva en Madrid

Fuentes: Rojo y Negro.Info

Ante las sospechas de que el CIEMAT (antigua Junta de Energía Nuclear) esté falseando los inventarios radiológicos realizados en el marco del Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del CIEMAT (PIMIC), cuyo último escándalo ha sido el descubrimiento de plutonio en la zona deportiva y recreativa infantil del CIEMAT, Greenpeace va a solicitar […]

Ante las sospechas de que el CIEMAT (antigua Junta de Energía Nuclear) esté falseando los inventarios radiológicos realizados en el marco del Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del CIEMAT (PIMIC), cuyo último escándalo ha sido el descubrimiento de plutonio en la zona deportiva y recreativa infantil del CIEMAT, Greenpeace va a solicitar la paralización cautelar del PIMIC, sumándose así a las peticiones de la Coordinadora de Colectivos Afectados por el PIMIC, que han hecho esta reclamación a la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid.

Greenpeace solicitará una investigación rigurosa del inventario radiológico de las instalaciones del CIEMAT en el marco del PIMIC, ya que éste es la base fundamental para poder elaborar las medidas de seguridad a los trabajadores, la población y el medio ambiente, para determinar los radios de acción en caso de emergencia ante un posible accidente en el marco de las operaciones del PIMIC, para establecer la necesidad de un plan de emergencia exterior….

Las fuentes consultadas por Greenpeace en relación a los últimos sucesos en el CIEMAT señalan que los datos inducen a pensar que el inventario radiológico que el CIEMAT está realizando en el marco del PIMIC está reflejando niveles de radiación que están por debajo de los reales (incluso en dos órdenes de magnitud), lo que implica que las medidas de seguridad resultantes se establecen a la baja, dejando en una situación de riesgo a una importante cantidad de madrileños que viven en los alrededores de estas instalaciones de investigación nuclear situadas en el corazón de Madrid.

Este sería, según los datos que tiene Greenpeace, también la situación que se estaría dando en relación al descubrimiento de plutonio en la zona deportiva y recreativa infantil del CIEMAT. Para Greenpeace, el CIEMAT y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) están minimizando el nivel de radiactividad resultante, ofreciendo medias estadísticas que muestran valores muy bajos, y no informando de los niveles de radiactividad significativamente más elevados que aparecen en determinados puntos de esos mismos terrenos.

Greenpeace dirigió un escrito al CSN nada más conocerse el escándalo del plutonio recabando información veraz y precisa sobre el origen de este plutonio, cuándo se produjo esa contaminación, los niveles reales de radiactividad, qué efecto ha podido tener esta contaminación desde su origen en los trabajadores, el público y el medio ambiente, entre otras cuestiones.

Además Greenpeace, recaba al CSN explicación sobre qué tipo de medidas ha tomado y si existen más zonas contaminadas dentro del CIEMAT en zonas no controladas que puedan afectar al personal o al público, como todo parece indicar.

Sobre el origen de ese plutonio, por la información de que dispone Greenpeace pudiera deberse a los enterramientos de materiales radiactivos que se hicieron en el CIEMAT en 1971 en el transcurso de la llamada Operación Tajo. En 1970, se produjo en la Junta de Energía Nuclear (ahora CIEMAT) un accidente en la planta de reelaboración de combustible nuclear gastado CIES por el cual se produjo un importante vertido de agua altamente radiactiva (que contenía plutonio) directamente al alcantarillado, que pasó por las instalaciones de la depuradora de La China, contaminó también el río Manzanares, el Jarama y el Tajo, detectándose incluso en su desembocadura en Lisboa.

La recogida de cosechas y tierras contaminadas, que se hizo en secreto en los meses posteriores, en la denominada Operación Tajo, supuso el enterramiento de importantes cantidades de residuos radiactivos en las instalaciones del CIEMAT, probablemente también en lo que es ahora la zona deportiva, si bien posteriormente se llevaron parte de ello, de forma clandestina, a la mina de uranio de La Haba (Badajoz), ya clausurada.

Otra probabilidad, sin poder excluir la conjunción de ésta con la anterior, es que el plutonio proceda de la tierra contaminada con plutonio que se trajo al CIEMAT durante años desde la zona de Palomares (Almería), la cual quedó contaminada por este material a causa de la caída accidental de varias bombas atómicas de los Estados Unidos en 1966. En el marco del Proyecto Indalo, se analizaron esas tierras con el fin de separar el plutonio que contenían por métodos de centrifugación, etc. Nadie sabe qué se hizo en el CIEMAT con ese plutonio y esas tierras contaminadas una vez concluyó el proyecto.

«El CIEMAT y el CSN han estando ocultando sistemáticamente información en estos últimos años sobre el alto nivel de contaminación radiactiva del CIEMAT, que ahora inevitablemente está saliendo a la luz. Por el bien de la salud de los trabajadores del CIEMAT y de todos los madrileños, deben empezar a decir toda la verdad», declaró Carlos Bravo, portavoz de Greenpeace en temas nucleares.

Otro problema que está generando el CIEMAT debido a la ejecución del PIMIC es el vertido a la red de alcantarillado municipal de agua radiactiva procedente de la piscina de refrigeración del antiguo reactor nuclear experimental JEN-1. El CIEMAT tiene previsto verter próximamente 50.000 litros. Esta agua radiactiva desemboca en la depuradora de La China. Las aguas recicladas en La China se usan para el riego de parques, jardines y calles en la ciudad de Madrid, afectando potencialmente a millones de personas, en caso de aporten radiactividad. Por ello, Greenpeace ha exigido a las autoridades que se lleve a cabo una análisis radiológico exhaustivo de las instalaciones de dicha depuradora.

Greenpeace ha podido conocer además que la representación sindical de CGT de los trabajadores de la depuradora de La China (tras conocerse la enfermedad de un trabajador de la plantilla cuya dolencia, según los informes médicos, estaría en relación con la exposición a radiaciones ionizantes) ya solicitó en 2004 la realización de una caracterización radiológica de la instalación, la colocación de medidores de radiactividad y un reconocimiento médico de toda la plantilla potencialmente afectada, sin que ninguna de esas medidas haya sido adoptada desde entonces. Es más, según la información recibida por Greenpeace, la empresa que gestiona la depuradora procedió a despedir a un miembro de dicha sección sindical, precisamente por solicitar dichas medidas. El trabajador ha ganado su pleito con la empresa y su despido a sido declarado nulo.

Hasta el momento, según comunican a Greenpeace los trabajadores de la depuradora de La China, ni el CIEMAT (que depende del Ministerio de Educación y Ciencia) ni el Ayuntamiento de Madrid han procedido a la instalación de medidores de radiactividad, argumentando cada una de estas entidades que es la otra quien debe instalarlos. «La Administración local y central debe dejarse de rifirafes y ponerse de acuerdo para instalar esos medidores y poder asegurar la protección radiológica de los ciudadanos de Madrid y de los trabajadores de La China», añadió Bravo.