1ª. «Nuestro sistema educativo es un sistema de calidad». Soy profesor interino de Filosofía y he tenido la suerte de dar asignaturas como Latín, Historia o Lengua. El año pasado la Comunidad de Madrid depositó en mí toda su confianza para que fuera profesor de Música. No sé si esto se hace para fomentar la […]
1ª. «Nuestro sistema educativo es un sistema de calidad». Soy profesor interino de Filosofía y he tenido la suerte de dar asignaturas como Latín, Historia o Lengua. El año pasado la Comunidad de Madrid depositó en mí toda su confianza para que fuera profesor de Música. No sé si esto se hace para fomentar la formación del profesorado, si es así, mi más sincera enhorabuena. Con gran interés espero las novedades curriculares: es posible y probable que no dentro de mucho tengan a bien que imparta «Corte y confección». Por si ese día llega, he comenzado a tricotar.
2ª. «La Comunidad de Madrid incorpora medidas de ayuda a la movilidad». Vivo en Hortaleza y desde que estoy en el cuerpo de funcionarios interinos (5 años) he estado en La Cabrera, Collado Villalba, Alcalá de Henares, Móstoles y Villarejo de Salvanés. Sí, soy todo un hombre de mundo. Quiero pensar también aquí que la Comunidad de Madrid se preocupa para que tengamos un conocimiento importante de Geografía Física y Humana (por si algún día también tenemos que impartir la asignatura). Creo que sólo me falta Madridejos y Wisconsin para que la Comunidad pueda pagar el tapeo del «Día de la movilidad» con mis impuestos de gasolina. Lo lamentable es que no soy una excepción. Los profesores son trasladados sin tener en cuenta sus preferencias, justificándose todo, para colmo, con una mentira llamada «necesidades del sistema».
3ª. «Educación para la ciudadanía es una asignatura que no debe ofertar un Estado». Esta asignatura ya se impartía con el nombre de «Ética» años atrás. Las diferencias entre una y otra son realmente insustanciales. Es curioso que muchos se quejen de la «educación moral» de los ciudadanos; no obstante, ¿qué es lo que ha hecho la Santísima Madre Iglesia en nuestro suelo desde la Edad Media?, ¿qué es lo que se hace en los colegios religiosos en la actualidad? El PSOE ha posibilitado que esta asignatura se convierta en un arma política; ¿cómo?: al cambiarla el nombre. Para colmo, se la ha descafeinado, se la ha convertido en una «maría», en un potingue «light»: se pretende cambiar a niños en ciudadanos dando una hora a la semana. Dicen que la «Esperanza» es lo último que se pierde; ciertamente, pero también los antiguos griegos nos avisan de que ésta se encontraba en aquella maligna jarra custodiada por Pandora.
Alfonso Moraleja Juárez es profesor interino de filosofía en la Comunidad de Madrid y director de la publicación » Cuaderno Gris » de Filosofía en la Universidad Autónoma