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El sí de cada no

Al ritmo oscuro de la batucada

Fuentes: Diagonal

Columna publicada en la edición en papel del número 185 de DIAGONAL.

A las seis hay manifestación, parece que va a llover, tienes frío y ya estuviste en la del jueves y otras anteriores. Podrías no ir, en las pantallas ves que el mundo sigue, distintas voces dan cuenta de sus tareas y aunque recuerdan la manifestación también prosiguen su actividad porque no siempre coinciden los tiempos, los lugares, lo que planificamos.

Si no vas otras irán por ti y otro día tú irás por ellos, hay niñas que recoger, trabajos a medias, hace viento. Son demasiadas batallas, demasiados días en la calle, pero en lugar de pensar «¿y si no vas?» lo que te preguntas es «¿y si no van? ¿ Y si nadie va?».Un golpe de algo más fuerte que la tristeza te sobrecoge al imaginarlo.

En 18 de marzo de 1871 estalló la insurrección de la Comuna de París. «Marx, que en septiembre de 1870 había calificado la insurrección de locura, en abril de 1871, al ver el carácter popular y de masas del movimiento, lo trata con la máxima atención de quien participa en los grandes acontecimientos que marcan un paso adelante en el histórico movimiento revolucionario mundial». Lo cuenta Lenin en su introducción a las cartas de Marx a Kugelmann. «Los canallas burgueses de Versalles -escribe Marx en una de esas cartas- plantearon a los parisienses la alternativa: aceptar el reto de la lucha o entregarse sin luchar».

Miras la pantalla y ves que alguien pide materiales con que protegerse de la lluvia en la concentración de la plaza Celenque, son personas afectadas por la hipoteca que rodean Bankia porque en este momento han decidido no entregarse sin luchar.

Piensas que puedes retuitear el mensaje, otros lo harán pero habrá quien salga de su casa con paraguas y capas de lluvia, grandes plásticos para una carpa, termos de caldo y café.

Recuerdas a Brecht escribiendo sobre un refugio nocturno: «La nieve destinada a algunos hombres cae en la calle. Pero con eso no cambia el mundo». Sin embargo, marchar hacia el Congreso al ritmo oscuro y ya no festivo sino audaz de la batucada o rodear un medio de producción o una entidad financiera no se parece a buscar un refugio nocturno: si no vas, si no van, si no vamos, lo que estará más lejos cada día es el momento decisivo en que un movimiento de personas acorte la era de la explotación.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Al-ritmo-oscuro-de-la-batucada.html