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La crisis de Izquierda Unida

Algunas Reflexiones (o Carta Abierta)

Fuentes: Rebelión

El autor pertenece a la cultura denominada «ecopacifista» (insumiso y ecologista), pero no milita en ningún partido actualmente. Este artículo se escribe desde la responsabilidad de quien no tiene ningún cargo importante en ninguna asociación o colectivo o partido político, pero apuesta por la ciudadanía, como motor de cambio. En este artículo solo pretendo anotar […]

El autor pertenece a la cultura denominada «ecopacifista» (insumiso y ecologista), pero no milita en ningún partido actualmente. Este artículo se escribe desde la responsabilidad de quien no tiene ningún cargo importante en ninguna asociación o colectivo o partido político, pero apuesta por la ciudadanía, como motor de cambio.

En este artículo solo pretendo anotar 7 puntos de reflexión que me parecen importantes y considero fundamentales si IU quiere, realmente -que lo dudo- abrir su organización a la sociedad.

Izquierda Unida comienza a caer por el desfiladero de los 2.900.000 votos con la famosa campaña de Julio Anguita deniminada «Sorpasso». Esta campaña se planteó, teóricamente, como la posibilidad de «adelantar» en intención de voto al PSOE. La realidad es que consiguió eliminar de las direcciones y los cargos institucionales de IU a muchos militantes que apostaban por dotar a IU -desde sus orígenes- de entidad propia, independiente del PCE. Así, tras la crisis del año 1995-96, el PCE copó todos los puestos instucionales y las direcciones de IU. Esta es la realidad que nadie de IU (ni del PCE) quiere reconocer. Esto forma parte de la imprescindible autocrítica que IU-PCE debe hacer a nivel federal y local, si quiere recuperar a personas dispuestas a sumarse al trabajo necesario para que el proyecto IU -lo que queda de él- no se ahogue del todo. Si, en definitiva, quieren, como dicen, renovarse o morir.

Leo en Rebelión.org las cartas de Julio Anguita, de Victor Manuel Casco Ruiz y de una «Plataforma de la izquierda», y no aprecio diferencias importantes entre ellas. Coinciden, menos mal, en que la situación de IU es grave. Pero, al no coincidir con sus reflexiones, me gustaría dar las mías. Creo que opiniones «externas», son las que esa organización necesita (bueno, y el conjunto de «la izquierda» también).

El problema de IU no reside, como afirma Julio Anguita, en la búsqueda de ideales o en la reafirmación de contenidos (Republicanismo, Estado Federal, Austeridad, Solidaridad, Concepciones de la Calidad de Vida, Sostenibilidad, etc). El principal problema de IU reside en sus bases:

1. En su artículo, Julio Anguita se refiere a cuestiones de carácter interno como el origen de los males de IU. Yo creo que sí existen esas razones internas, y que tienen nombres y apellidos. Son las mismas personas desde hace muchos años, que deberían dar un paso al lado para dejar a otros de sus «camaradas» más jóvenes, con otra sensibilidad hacia lo social, asumir responsabilidades internas. Son muy pocas esas personas que ocupan los poderes de representación, real (orgánico e institucional), de IU, y su principal problema es la falta de iniciativa: suelen mirar a Madrid a ver por donde sopla el viento.

2. No existen campañas de captación de socios, reales, porque no interesan. La jerarquía, la verticalidad que el PCE impone a IU requiere de pocas manos.

3. La doble militancia, PCE-IU, es un mal que a nivel local ha llegado a ser un lastre ridículo.

4. Cuando Julio Anguita dice que hay que «AFRONTAR LA ESQUIZOFRENIA DE CRITICAR LA PALABRA CAPITALISMO COMO TRABAJADORES, PERO APOYARLE COMO CONSUMIDORES Y COMO CIUDADANOS» debe ser valiente y dar un paso adelante: España debe dejar de producir armamento y maquinaria militar. Esto debe ser explicado a sus bases, y estas deben ser el motor que acabe con esa «esquizofrenia».

5.Siempre hemos defendido la necesidad de pensar globalmente y actuar localmente. Victor Manuel Casco Ruiz debería aplicarse el cuento. Como coordinador General de IU en Extremadura debería imponerse la elaboración de una página web que recoja críticas y necesidades, alternativas e información sobre lo que acontece en su comunidad. Parece que no existiera. Lo mismo acontece con IU-Murcia, Canarias, Cantabria, Castilla y León y Ceuta. Así, difícilmente se puede construir «una alternativa que sepa conectar con los nuevos fenómenos».

6.Victor M.Casco habla de los trabajadores («movimiento obrero»). Ni una mención a los trabajadores inmigrantes. Parece que si no votan no importan.

7.La «plataforma de la izquierda» (¿? ambicioso nombre), dice (apdo.2 «el hundimiento político y orgánico de IU»): «(¿es rechazable toda violencia? ¿es la paz un fin en sí misma, una especie de limbo idílico, al margen de la lucha de clases…/… (etc)). De estas palabras, y las que siguen, se desprende fácilmente cual es el compromiso político real de esta «plataforma» con la transformación y la crítica real al sistema económico en el que vivimos. Cuyos dos pilares, defensa y tecnología punta, convierten a los USA en los gigantes económicos mundiales. Estas referencias sin fundamento a la lucha de clases sí forman parte de las causas del «hundimiento político y orgánico de IU», pues oponen dos tradiciones (la de la lucha obrera y la de los movimientos pacifistas) que no deberían colisionar, si no caminar hacia el mismo fin. La realidad es que el movimiento obrero, hoy, se caracteriza por una falta de autocrítica descomunal. Esta realidad es manifiesta en las luchas que los a stilleros civiles han llevado por incrementar su carga de trabajo. Mientras los astilleros militares, satisfechos de su carga de trabajo gracias a la guerra de Irak, ni siquiera se han sumado a las movilizaciones de sus compañeros. Y nadie ha dicho nada por acabar con esa esquizofrenia y por señalar, aquí, esa lucha de clases.